Un Audi Q 3 es la nueva estrella de la invesigaciones por la última balacera al Centro de Justicia Penal ocurrida el 3 de enero pasado. Es el auto donde se sospecha que los atacantes descartaron las armas usadas en el atentado para poder huir "livianos" en la moto tras disparar sobre el edificio de Mitre y Rueda. Se cree que el auto de alta gama era conducido por el único detenido por la Justicia provincial: Fabián F. de 27 años, quien será imputado mañana ante un juez.

Ayer el fiscal Matías Edery reveló públicamente que el joven que tenía en su poder el Audi que se supone participó del ataque el 3 de enero, no sólo tenía antecedentes por portación ilegal de armas sino que además tiene vinculaciones con la banda Los Monos. “Fue detenido en la vía pública con una nueve milímetros, lo que nos permite relacionarlo, al menos, con la violencia armada”, contó el encargado de la investigación del atentado contra el tribunal provincial, quien ordenó los allanamientos en los que se halló el vehículo en el barrio Cabín 9, en Pérez.

“A partir de un seguimiento, a través del sistema de cámaras de seguridad, de los vehículos que estaban en cercanías del Centro de Justicia Penal el pasado 3 enero, cuando se produjo la balacera, se pudo ver cómo este auto de alta gama llega hasta Presidente Perón y Circunvalación”, reveló Edery. Es que se trata de una zona "muy cercana a donde se halló el vehículo, que es muy particular, ya que por sus características lo hacen prácticamente único”, reveló el fiscal, para luego aclarar que todo fue fruto de tareas de inteligencia mediante las cuales se pudo determinar dónde estaba el auto.

En esa línea Edery aclaró que "nunca tuvimos un Audi Q3 vinculado a atentados. La logística se hace en varios autos. Los que se van en la moto dejan ahí las armas y se van en moto sin armas por si son parados", explicó al tiempo que añadió: "Generalmente para estos atentados se usan vehículos emponchados, que tienen patentes robadas o de otros autos. También vidrios polarizados. Difícilmente (un Audi Q3) sea parado por personal policial", indicó el investigador.

Para poder esclarecer la ola de violencia que asoló a la ciudad en el primer tramo del año y detener a sus culpables, Edery destacó que “hay que tratar de entender en su conjunto todos los sucesos que se dieron desde el 1º de enero hasta mediados de mes, no creo que se trate de situaciones aisladas”.

“Las líneas de investigación son varias, pero si se analizan los hechos en su conjunto se pueden entender los motivos de este ataque”, enfatizó el funcionario judicial, quien llevará adelante la audiencia acusatoria del joven de 27 años que tenía en su poder el automóvil que se usó en la balacera.

“Hay una serie de hechos que estamos analizando, que entendemos que formaron parte, no sé si de un plan, pero sí de una idea de atacar varios objetivos”, advirtió Edery, quien aseguró que el crimen del gerente de la sucursal Las Parejas del Banco Nación, Enrique Encino, en el casino City Center habría sido cometido por “el mismo grupo”.

No obstante, aclaró que el homicidio no tuvo “un vínculo directo” con el atentado al Centro de Justicia Penal. “El fiscal (Luis) Schiappa Pietra dejó ver que el ataque al casino tuvo una finalidad extorsiva y no fue el único que se dio en el último tiempo, pero habría sido cometido por el mismo grupo”, señaló.

Si bien ambos casos en un primer momento fueron vinculados a la banda Los Monos, Edery prefirió, a esta altura de la investigación, no “ponerle nombre propio a los responsables” de las balaceras, y explicó: “La situación delictiva en la ciudad está más atomizada de lo que se supone”.

“Acaso no haya sido la banda Los Monos en sí, pero en realidad sí muchos grupos que pertenecieron a la banda y que nosotros estamos investigando de manera individual, para tener un mapa más actual de la situación. Sí podrían ser personas vinculadas a la familia Cantero”, agregó.

Edery enfatizó que “las tres balaceras que tuvieron como blanco al Centro de Justicia Penal están esclarecidas y tuvieron lógicas diferentes”. En el caso de la más reciente, la del pasado 3 de enero, indicó que “todavía se necesita un poco más de tiempo para poder determinar cuáles fueron sus motivaciones”.