Desde Santa Fe

El ministro de Seguridad Marcelo Sain se molestó ayer en el acto del Instituto de Seguridad Pública de la provincia (Isep), en Recreo, porque los egresados del curso, el último de la gestión de su antecesor Maximiliano Pullaro, eran todos cadetes. “Me impactó, no me gustó” que en la promoción de 2020 “no hubiera mujeres”, dijo. La Policía de Santa Fe es machista. “La sociedad se está transformando a un ritmo mucho más acelerado en cuanto a la igualdad de la mujer y la promoción de sus derechos, que la propia institución policial, como tantas otras instituciones”. Y "este es un ajuste que tendremos que hacer. Quiero mujeres en la alta gerencia policial". 

Cuando le preguntaron por qué no egresaron mujeres, Sain dijo que no lo sabía. “Ya lo revisaremos”. Pero aclaró que en la promoción 2021 “hay un cupo de mujeres importante. Estamos trabajando. De hecho, hemos creado la Subsecretaría de Bienestar Policial y Género para garantizar esto. Quiero mujeres en alta gerencia policial. Hay pocas mujeres jefas y esto responde a que todavía no ha llegado la transformación que vemos en muchos sectores sociales, fundamentalmente en los extractos más jóvenes, respecto de la mujer”, explicó.

Hace dos semanas, la última renovación de la cúpula de la Policía de Santa Fe, se caracterizó porque Sain designó a 13 mujeres en la plana mayor o jefas y subjefas de unidades regionales. Y ayer, el ministro aprovechó para destacar la labor de dos de ellas: las directoras de la Policía de Seguridad Vial, Doris Abdala y de la Policía Comunitaria, Paula Drovandi. Antes, había designado al frente de la Agencia de Control Policial a Mariana Olivieri.

“El desempeño de las mujeres en la alta gerencia policial ha sido encomiable”, sorprendió Sain. Y mencionó los “roles fundamentales” que cumplen Abdala en Seguridad Vial y Drovandi en la Comunitaria. “Están haciendo un trabajo encomiable desde el punto de vista operacional. Han levantado estadísticas de procedimientos positivos, han hecho una tarea de planificación que no existía”. “Son dos personas que estaban en tareas secundarias para decirlo de alguna manera. Una dirigía un Jardín de Infantes y la otra estaba investigando marginalmente algunos delitos. ¿Cómo puede ser que estas dos personas que de un día para el otro demuestran una enorme capacidad de conducción, inclusive sobre un conjunto de machos, de hombres, tengan el desempeño que han tenido en este mes y hayan estado pisadas dentro de la institución? Este es un ajuste que tenemos que hacer”, prometió.

En su discurso en el acto, Sain dijo que la Policía de Santa Fe debe recuperar el respeto de los santafesinos. “Es un camino y un puente de ida y vuelta”. Del lado de la institución, tienen que entender que lo más importante no es el jefe, el ministro o el poder político, sino la gente para la que trabajan. Los policías se deben a la gente y deben tener un trato cordial” con la ciudadanía.

“La gente también tiene que pretender de la Policía lo que corresponde”, planteó Sain. “No hay que comprar cosas robadas, no hay que comprar drogas, no hay que evadir impuestos. Porque eso que hace mucha gente daña enormemente al Estado, al erario público y después, muchas de esas personas que compran teléfonos celulares robados, piezas de autopartes robadas son los mismos que reclaman más seguridad y más presencia policial en la sociedad”.

“Acá el puente de confianza se construye entre las dos partes. No digo esto para sacarme ningún sayo de lo que nos toca. Lo que digo es que la seguridad se construye en un consorcio entre el Estado y la sociedad. Y gran parte de las cosas más complicadas que pasan en la sociedad ocurren en función de que hay ilegalidades que son consentidas por varios sectores sociales, que no se ven como partícipes de actividades criminales. ¿Por qué se roban tantos teléfonos celulares? ¿Por qué se roban tantos autos y tantas motos? ¿Quién los compra? El puente de construcción de confianza es de un lado y del otro. La ilegalidad es mala en el Estado, pero también es mala en la sociedad”, concluyó.