La División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal ya trabaja en la extracción de 4 terabytes de información en las que se esperan hallar imágenes y conversaciones para ampliar la investigación sobre el asesinato de Fernando Báez en Villa Gesell. El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, informó que el trabajo se realiza sobre los celulares de los diez rugbiers imputados en la causa y que el resultado del peritaje preliminar podría llegar el viernes a manos de la UFI 6 de la ciudad balnearia. Los diez imputados ya fueron trasladados a Dolores .

La información comenzó a ser extraída de los celulares el lunes y continuará al menos hasta este jueves, por lo que la cantidad de datos aún puede ser mayor de lo esperado. El peritaje fue demorar en el inicio por la orden de la defensa de los rugbiers para que se nieguen a entregar las contraseñas de los aparatos electrónicos. 

De todas maneras, todos los aparatos lograron ser desbloqueados y el resultado preliminar de la información obtenida será entregada a fin de esta semana — en DVD o en discos rígidos externos extraíbles— para iniciar la etapa de análisis, según el fiscal general de Dolores. "La extracción incluye información que haya sido eliminada", subrayó una fuente de la investigación a Télam.

La fiscal de la UFI 6 , Verónica Zamboni, y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán obtener imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los rugbiers imputados por el crimen.

Los peritos  de la PFA recibieron seis teléfonos Iphone —de mayor dificultad para desbloquear—, dos Huawei y un Motorola, que pertenecen a los rugbiers y habían sido secuestrados durante el allanamiento que se realizó pocas horas después del crimen, ocurrido el 18 de enero en la puerta del boliche Le Brique. 

Uno de los teléfonos Iphone pertenecía a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio. En tanto, Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio, tenía un Huawei BLL23; y Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando,  un Motorola G4 Plus.

El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (20), uno de los acusados de ser "partícipe necesario" en el crimen.

El décimo dispositivo es el de Pablo Ventura (21), un Samsung S10 que le fue secuestrado al remero cuando fue detenido en la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana, y que fue desbloqueado con la clave que el propio imputado brindó a la fiscal tras su liberación.