Luego de una campaña electoral en la que la relación no terminó nada bien, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, ensaya un acercamiento con el gobierno de Alberto Fernández. Horas después de haber cerrado un acuerdo de unidad del peronismo en respaldo a la candidatura a intendente de Río Cuarto de Juan Manuel Llamosas en las elecciones que se realizarán en marzo, el gobernador recibió en su provincia al ministro del Interior, Wado de Pedro, y al de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para poner en marcha el plan Alimentar. Schiaretti ponderó una y otra vez las bondades del trabajo conjunto entre provincia y Nación. "Alberto (Fernández) me pidió generar un camino para recomponer la relación", reveló De Pedro.

"Parece que a Schiaretti le da lo mismo cualquier país: el que propone (Mauricio) Macri o el que proponemos nosotros", se fastidió Alberto Fernández durante la campaña electoral luego de haber visitado seis veces Córdoba y hacer todos los deberes, sin conseguir sacar al gobernador de su postura de neutralidad empecinada para los comicios presidenciales. Fue el único gobernador peronista -además de Juan Manuel Urtubey que acompañó en la fórmula a Roberto Lavagna- que no lo respaldó. Como consecuencia de eso, entre otras cosas, una vez más la provincia mediterránea le regaló un amplio triunfo al macrismo en octubre. 

Pero es una página que quedó atrás y ahora es tiempo de gobernar. Córdoba, como muchas provincias, presenta un cuadro económico muy complicado: el déficit de su caja previsional es multimillonario y además tiene una deuda muy alta en dólares, de unos 2 mil millones. En otro contexto, una provincia de ese porte podría manejar estas cuestiones pero en este marco de recesión y economía deprimida, el socorro de la Nación se vuelve indispensable. La semana pasada, Schiaretti estuvo en la Casa Rosada para reunirse con De Pedro y, después, intercambió unas palabras con el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, que también andaba por Gobierno. 

El tema económico fue el principal, pero la cuestión política también se llevó lo suyo. Las elecciones municipales de Río Cuarto, la segunda ciudad de Córdoba, serán el primer test en las urnas para Schiaretti y Alberto Fernández y ninguno de los dos quiere perder. Luego de negociaciones en las que participó el senador Carlos Caserio y referentes del kirchnerismo, se convino favorecer un armado de unidad que respalde a Llamosas, el actual intendente que irá por su reelección bajo el sello de Hacemos por Córdoba, la fuerza de Schiaretti. Enfrente tendrán al candidato de Juntos por el Cambio, el médico radical Gabriel Abrile. Enclavada en una zona agrícola-ganadera, el macrismo es fuerte en Río Cuarto: en las presidenciales, Macri superó por 25 puntos a Alberto Fernández. Un peronismo dividido podría poner en riesgo el triunfo. Hasta el 10 de febrero hay tiempo para inscribir el resto de las candidaturas, pero en todos los sectores aseguran que nada romperá la unidad.

"Cuando nos tocó conversar sobre política hubo coincidencias en comenzar a transitar un camino de unidad y para eso diseñamos una estrategia para ir en un frente juntos en las elecciones municipales de Río Cuarto", explicó el ministro De Pedro en una entrevista al diario cordobés La Voz, la primera que da desde que asumió en Interior. Explicó que "el peronismo a nivel nacional unificó ministerios de campaña, mientras que el gobernador tuvo una estrategia particular. Se respetó esa decisión y hoy, desde lo institucional, Alberto me indicó generar un camino para recomponer la relación que tiene que ver con la situación económica, social y las deudas que tiene el Gobierno nacional con la Provincia". Aseguró que la relación con Schiaretti es "muy buena" y que de ninguna manera se discriminará a Córdoba en la ayuda

Schiaretti lo recibió este jueves en su despacho junto a Daniel Arroyo. Conversaron un rato y luego marcharon juntos para la presentación de la Tarjeta Alimentar que llegará a casi 117 mil familias cordobesas. Según el cálculo de Arroyo, serán unos 7 mil millones de pesos que pondrá el gobierno nacional en alimentos. "Vamos juntos, es la decisión del gobierno de Córdoba, porque Argentina lo merece”, sostuvo Schiaretti en el acto y destacó que “sólo el Estado hace justicia social. No hay justicia social por el derrame de la economía, la hace el Estado, que debe darle a todos los ciudadanos la misma oportunidad”.

Por ahora es arriesgado saber qué sucederá después de las elecciones en Río Cuarto. Schiaretti mantiene su fuerza separada y su propio bloque de legisladores nacionales en el Congreso. Nadie en Córdoba lo imagina por ahora integrándose al Frente de Todos. Por su parte, Alberto Fernández consiguió una buena red de apoyos de dirigentes del PJ cordobés -intendentes, legisladores provinciales- con los que eventualmente podría tentar un armado propio. Dependerá de cómo evolucione el vínculo Nación-provincia. La perspectiva de hoy es de un acercamiento, ese al que Schiaretti se negó durante la campaña electoral.