Con sólo 22 años, y el peso de un apellido histórico para la música rioplatense, Julieta Rada publicó Afrozen, debut que captó la atención de público y crítica. Producido por Nico Cota y Nicolás Ibarburu (con quien compartió el rol autoral de buena parte de las canciones), ese trabajo marcó una línea que se profundizaría tres años más tarde con Corazón Diamante, disco que terminó de abrirle las puertas a la escena argentina, y con el que obtuvo un premio Gardel en el rubro Nuevo Artista Pop. Una etiqueta, la del pop, que no termina de describir al trabajo de Rada, en cuyas obras (como así también en sus abordajes a canciones ajenas) se filtran funk, música disco, rhythm and blues y candombe. Esta noche, a las 21, la cantante y compositora transitará por ese repertorio en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790), donde llegará acompañada por Nicolás Ibarburu y Juan de Benedictis en guitarras, Nacho Mateu en bajo y Nelson Cedrés en batería, junto a quienes interpretará además obras de Ibarburu y versiones de otros autores.

Publicado en Uruguay por el sello Bizarro --en cuyo catálogo conviven artistas como Alberto Wolf, Carlos Casacuberta, Jaime Roos, La Hermana Menor, La Vela Puerca, Malena Muyala, Martín Buscaglia, No Te Va Gustar y Trotsky Vengarán, entre otros--, Corazón Diamante "es un disco hermoso", según distingue Julieta Rada en diálogo con Rosario/12. "La verdad me dio muchas alegrías --amplía--. Armé todo con Nicolás Ibarburu, nos sacamos el gusto de hacer lo que teníamos ganas, sin pensar en nada. Decidimos hacer la música que nos gusta, sin pensar si iba a pegar o no".

Y aún cuando esa libertad creativa trajo aparejadas algunos contratiempos, la convicción de la cantante y compositora por defender su obra terminaría rindiendo frutos: "Cuando terminé el disco lo quería sacar y nadie quería sacarlo, porque decían que faltaba un tema comercial, o algo así. En Uruguay lo sacaba Bizarro Records, pero en Argentina nadie lo quería editar. Yo me re calenté, pero al final Epsa lo sacó y después tuvo pila de reconocimiento. Me puso muy contenta, a veces uno se cuestiona todo y al final, si uno le pone ganas y amor, las cosas salen. Igual yo no estaba de acuerdo con eso que decían, que no había ningún hit. A mí me parece que el disco tiene sus hits. Pero no sé, los gustos de las compañías son muy diferentes".

El premio Gardel logrado con su segundo disco fue, además de un espaldarazo para aquella convicción autoral, un suceso para la propia familia Rada: en la misma ceremonia de premiación, Rubén Rada se alzó con las estatuillas a Album conceptual, Instrumental Fusión‑World Music y Tango Alternativo por su disco doble Tango, milonga & candombe. "Fue muy emocionante porque era la primera vez que nos pasaba que compartíamos premios junto con mi papá, estando los dos nominados. Por suerte en categorías diferentes, porque en Uruguay nos pasó de estar nominados en la misma categoría, creo que en Mejor Album Pop, pero perdimos los dos (ríe). En los Gardel lo bueno fue que papá ganó en las tres nominaciones que tenía, la verdad no nos esperábamos eso, y yo gané la única que tenía".

Mientras disfruta del crecimiento logrado con Corazón Diamante, Julieta Rada ya empieza a pensar a futuro. O, cuando menos, en comenzar a desandar nuevos procesos creativos sin algunos históricos laderos: "Justo en este momento estoy pensando en no hacer nada ni con mi padre ni con los Ibarburu. Los admiro, soy fan de todos, pero quiero empezar a abrir camino".