Más de quince cuadras de marcha: mujeres de todos los colores, identidades políticas, las sueltas, las trans, las lesbianas con su bandera del arco iris, jóvenes y viejas, niñas y adultas, todas enredadas en reclamos y deseos a lo largo de una columna incesante que hizo sentir su paso por la ciudad con cantos, colores y carteles. Al grito de "Movemos el mundo, podemos detenerlo", la columna ingresó cuando anochecía al Monumento a la Bandera, que se fue volviendo violeta con la llegada de las 20.000 personas que se movilizaron para coronar el primer Paro Internacional de Mujeres, una medida inédita realizada en 57 países. Al llegar al Monumento, el documento consensuado recordó que "en nuestro país, el movimiento de mujeres es vanguardia en lucha, reacción y organización". "También fuimos las mujeres las impulsoras del primer paro en contra del Gobierno conservador y represor de Macri y la alianza Cambiemos y, en consecuencia, creemos que para seguir enfrentando esta política, necesitamos que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional activo contra el ajuste y por nuestros derechos", se escuchó, antes de una larga lista de reclamos con la consigna "#NosotrasParamos". El texto fue producto de más de un mes de las más heterogéneas organizaciones feministas, sociales, políticas, gremiales y barriales. "El mundo se ha convertido en un lugar hostil: las desigualdades aumentan, la riqueza se concentra en unos pocos poderosos. Los Estados de nuestra América y del mundo se cierran, ajustan y recortan políticas sociales; avanzan sobre los derechos conquistados, persiguen a migrantes y criminalizan a los sectores populares", dice el documento, que recuerda: "Y la voz principal que se alza a nivel internacional en contra de todo esto es la de las mujeres. Somos el sujeto político más dinámico, organizado y, fundamentalmente, aglutinador de todos los sectores sociales".

La larga enumeración de los motivos del #Nosotras Paramos la leyeron algunas periodistas de la ciudad. Igual salario por igual trabajo, legalización del aborto, políticas públicas contra la violencia machista, fueron algunos de los reclamos. "#NosotrasParamos porque, en Argentina, cada 18 horas una mujer es asesinada por el solo hecho de ser mujer, y se cometen 50 femicidios vinculados anuales", fue una de las decenas de reclamos leídos desde el escenario. "Ni una menos, vivas nos queremos", fue otra de las consignas que quedó largo rato reverberando en los oídos, como así también "anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir".

La marcha tuvo lugar para el conflicto social más candente del momento. Al salir, un grupo de trabajadores de General Motors se situó detrás de la bandera del 8M. El reclamo por los 350 despidos encubiertos en la automotriz fue un dato ineludible de la manifestación. "Unidad de las trabajadoras, y al que no le guste, se jode, se jode", cantaron las mujeres. Durante toda la marcha, organizaciones de mujeres, feministas, sindicatos, partidos políticos, el Comité por la libertad de Milagro Sala, fueron algunos de los cientos de identidades congregadas. También hubo carteles escritos a mano, e impresiones caseras. "Macri es peor que los agrotóxicos", era uno de esos. "Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras", otro cartel improvisado.

Todo el día la ciudad fue otra, con una cotidianidad marcada por la jornada histórica que se vivía en el mundo. Actos, homenajes, anuncios, inundaron ayer el día de la mujer hasta que al mediodía, el Paro hizo sentir su contundencia. Antes, de 11 a 12, habían parado las mujeres bancarias. En la intendencia, la propia Mónica Fein y las concejalas participaron del acto del Sindicato Municipal y se sacaron una foto en las escalinatas del palacio de los Leones. En el Centro Científico y Tecnológico de Conicet hubo asamblea, algo que según dijo una de las participantes, Nora Pellegri, era "impensable hace unos años". En la Facultad de Humanidades y Arte, en el Ministerio de Cultura de la provincia, en Radio Nacional, en la Legislatura provincial, la adhesión al paro fue orgánica pero también se diseminó en la ciudad con la fuerza de una convocatoria que interpela más allá de las estructuras.

Sebastián Joel Vargas
Fein y edilas participaron del acto frente a la intendencia.

Desde los gobiernos provincial y municipal tomaron nota de la trascendencia histórica de la jornada. Bien temprano, en un acto en la plaza López, el gobernador Miguel Lifschitz anunció que enviará el proyecto de ley de paridad de género en el poder legislativo, que tiene media sanción, a sesiones extraordinarias. Más tarde, en el horario del paro, Fein y las mujeres de su gabinete se unieron con concejalas y empleadas municipales para adherir a la medida de fuerza. "8M, #MujeresEnHuelga, #NosotrasParamos", decían los carteles. La foto fue multitudinaria. "Trabajamos por la igualdad, y hoy en este mismo momento hay un paro internacional de mujeres, y queremos ser parte de ese mundo que pide igualdad entre varones y mujeres", dijo la intendenta.

Si bien la Asociación Empleados de Comercio no adhirió a la medida de fuerza, en algunos comercios, las mujeres hicieron saber que se sentían convocadas. "Nosotras paramos", decía un cartel de la librería Paso de los Libros, en Córdoba al 800. En Salta y Alvear, un negocio de ropa anunciaba con un afiche escrito a mano que cerraría de 12 a 15.

Por la noche, el Monumento unió lucha y fiesta: la masiva movilización terminó en el Festival del que participaron Locas Margaritas, Murga Modestia Aparte, Zapatitos de Charol, Alto Guiso y Girda y las del Alba. Fue una semilla del porvenir porque, como decía la remera de una de las manifestantes: "El futuro es feminista".