Con la intención de reactivar el comercio bilateral, el canciller Felipe Solá viajará el martes por la noche a Brasil para reunirse con su par Ernesto Araújo, en el Palacio Itamaraty el miércoles a la mañana. "La idea es fortalecer el Mercosur", dijo a Página/12 un funcionario de la Cancillería. "Los dos países tienen visiones distintas de cómo hacerlo, pero hay un objetivo en común y en eso hay que trabajar." Del encuentro también participarán el embajador designado (falta la aprobación del Senado) Daniel Scioli, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, y la subsecretaria de Asuntos del Mercosur, Marilita Squeff.

El primer encuentro entre ambos cancilleres está pautado para las 11 del próximo miércoles. Desde el Palacio San Martín señalaron que el eje principal del encuentro será el comercial. "Es importante reactivar las relaciones entre ambos países, luego de las profundas recensiones de los últimos años", explicaron. Este será el primer encuentro cara a cara entre Araújo y Solá, luego de la videoconferencia que mantuvieron durante más de dos horas en diciembre. Si bien no es el objetivo principal, la delegación argentina no descarta tener algún contacto presencial con el presidente Jair Bolsonaro, aunque tampoco está en agenda. La comitiva argentina saldrá a Brasilia el martes a las 23 en un vuelo de línea, con escala en San Pablo.

Una vez terminado el encuentro privado entre ambos funcionarios, la agenda seguirá con una reunión ampliada con la comitiva que acompañará al canciller Solá y otros funcionarios de relaciones exteriores de Brasil. También adelantaron que esperan la participación del sector privado en el encuentro para que "den su mirada sobre el mercado bilateral". Por fuera de las reuniones de Solá, Béliz mantendrá un encuentro en privado con el jefe de gabinete de la Presidencia del Brasil, el general Augusto Heleno. Scioli ya viajó en las últimas semanas al país vecino para reunirse con empresarios de la Federación de Industriales de Sao Paulo (Fiesp), en busca de nuevas inversiones.

Ambos países coinciden en avanzar hacia un pacto de comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, aunque, respecto a la letra chica, tienen distintas posturas. El ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, apunta a un acuerdo ultraliberal entre ambos bloque. La Argentina sostiene que debe firmarse un acuerdo que no destruya a los productores más chicos de la economía y proteja a la industria nacional.

Respecto a la situación de la región, ambos presidentes también tienen desacuerdos. El mandatario brasileño decidió alinearse con Estados Unidos: apoyó el golpe de Estado en Bolivia y a Juan Guaidó en Venezuela. Incluso, las dos figuras utilizaron al ex presidente Lula Da Silva para hacer campaña. Uno para tenerlo entre rejas y demonizarlo (Bolsonaro), y otro para visitarlo en la cárcel y reclamar por su libertad (Fernández). A pesar de estas diferencias, desde Cancillería explicaron que este encuentro "se limita a lo comercial" y no a "buscar soluciones para lo que pasa en la región". Además, en varias oportunidades, Fernández señaló que las diferentes posturas que tiene con Bolsonaro no deben afectar a la relación entre ambas naciones. Por su parte, el brasileño calmó las aguas el jueves pasado, cuando dijo que está a dispuesto a recibir a Fernández, luego de varios cruces.

Al igual que en otros sectores de la economía, el macrismo dejó en malas condiciones la relación comercial con el país vecino. En julio del año pasado, la caída fue del 17,4 por ciento respecto al mismo mes de 2018, según informó la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Como resultado de la fuerte caída de la industria nacional, el saldo entre exportaciones e importaciones arrojó un saldo positivo para la Argentina. Los principales productos que se dejaron de importar fueron automóviles de pasajeros y vehículos de carga. Por otro lado, entre 2018 y 2019, los productos nacionales representaron cada vez un menor porcentaje en las importaciones del gigante sudamericano.