Banfield y Rosario Central, tras dura lucha, igualaron 1-1 con un emotivo final, en partido jugado en el estadio Florencio Sola por la 19na fecha de la Superliga. En un encuentro clave por la permanencia en la categoría de ambos conjuntos, Banfield lo encaró buscando continuar su racha positiva de las anteriores ocho presentaciones (cuatro triunfos y otros tantos empates).

En cambio, Central llegó con la intención de recuperarse de la estrepitosa caída ante Independiente, en Avellaneda (5-0), y con el empate final en cierto modo los dos lograron el objetivo.

Los de Julio Falcioni prevalecieron en el primer tiempo por los anticipos en el fondo, la presión férrea en el mediocampo y el traslado rápido para llegar a las inmediaciones del arco rival, aunque sin la precisión necesaria para definir.

Los rosarinos con mucho esfuerzo trataron de contener al local y, esporádicamente, trataron de inquietar a Mauricio Arboleda, pero también adolecieron de justeza en los remates. A favor de los protagonistas, las fuertes ráfagas del viento del este, que cruzaba la cancha, por momentos dificultó el juego aéreo.

Una de las situaciones más peligrosas de Banfield la desbarató Jeremías Ledesma al arrojarse al piso y cortar con los pies una carga de Junior Arias a poco de iniciado el segundo período. Luego, Central emparejó las acciones y Arboleda se lució al contener sendos remates violentos de Emanuel Brítez y Damián Martínez.

Al promediar la parte final, que resultó más vibrante, entretenida y equilibrada, surgió una llamativa acción en la que Nicolás Bertolo se llevó por delante a su DT Falcioni, al que tumbó sin lesionarlo aunque generó inquietud en todos los presentes (hasta el árbitro Andrés Merlos se acercó a saludarlo al comprobar que el "Emperador" se encontraba en buen estado).

Y en los minutos finales llegaron los goles. Primero con una escapada de Reinaldo Lenis para poner en ventaja a Banfield. Después consiguió el justo empate Central (47m) con un cabezazo de Cristian González y otra vez el equipo local dejó escapar dos puntos de local en la última jugada.