El vicepresidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Gustavo López, aseguró que el organismo está investigando la compra de 6000 antenas realizada por el gobierno anterior que solo sirven para brindar internet en la cordillera a través de un satélite de la compañía estadounidense Hughes. “Si no las usamos para brindar ese servicio vamos a tener que poner un lavadero porque esas antenas solo van a servir para colgar la ropa”, aseguró el funcionario el miércoles pasado en una reunión que mantuvo con un grupo de periodistas entre los que estuvo PáginaI12.

Este diario reveló el 16 de septiembre de 2019 que el Enacom había aprobado en julio de ese año, a través de la resolución 2861/19 , un proyecto para instalar internet satelital en 5000 hogares de la zona cordillerana que no tenían cobertura terrestre. El organismo le encomendó a Arsat la ejecución del plan y destinó inicialmente 239,5 millones de pesos del Fondo Fiduciario del Servicio Universal para garantizar su financiamiento.

En los considerandos de la norma, se afirmó que fue la propia Arsat la que presentó la propuesta a través de la nota 669/19, pero la compañía estatal no cuenta con capacidad HTS en su flota para brindar ese servicio ya que la construcción del Arsat-3 fue interrumpida en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri. A raíz de ello, lo que hizo Arsat fue contratar a Hughes, compañía que brinda el servicio en banda Ka sobre el satélite Telstar-19 Vantage del operador satelital canadiense Telesat.

Las antenas de Hughes sin la calcomanía de Arsat

La firma estatal comandada entonces por Raúl Martínez solicitó autorización para incorporar mejoras al Sistema Satelital Argentino mediante la incorporación de capacidad satelital del satélite de Telesat. La secretaria de Gobierno de Modernización le dio luz verde el 19 de junio a través de la resolución 1103/19 , firmada por el entonces secretario Andrés Ibarra, un mes antes de que se aprobara el plan para instalar internet satelital en la cordillera.

La capacidad en banda Ka del satélite HTS de Telesat fue adquirida por Hugues Network Systems, subsidiaria del operador estadounidense EchoStar, y denominada Hughes-63 West. Por lo tanto, el destinario final del negocio fue Hughes. En los hechos, para lo único que sirvió la intervención de Arsat fue para evitar la licitación que hubiera requerido este tipo de contratación en caso de haber sido realizada directamente por Enacom.

Diversas fuentes consultadas por PáginaI12 coincidieron en que el convenio se firmó por pedido del presidente Macri, quien tiene relación directa con Charlie Ergen, dueño de EchoStar. El nuevo presidente del Enacom, Claudio Ambrosini, formaba parte en ese momento del directorio en representación de la oposición, pero votó en contra del proyecto junto con el director Guillermo Jenefes .

“Esto es un desfalco. Estamos estudiando los papeles porque nos enteramos recién la semana pasada cuando nos llamaron para decir que estaban por llegar las 5000 antenas que faltaban”, aseguró Gustavo López al ser consultado sobre si el gobierno tenía previsto presentar una denuncia ante la Justicia.

Arsat se comprometió el año pasado a proveer el equipamiento necesario para el establecimiento de radioenlaces satelitales capaces de permitir la conexión de 5000 domicilios en un plazo de 24 meses, e incluso dejó abierta la posibilidad de extender el alcance del proyecto a 10.000 hogares, aunque eso iba a requerir también una ampliación presupuestaria. La compra de 6000 antenas evidencia que aparentemente se decidió avanzar con esa ampliación.

El cronograma inicial contemplaba entre 200 y 240 instalaciones mensuales. En el proyecto se especificaba además que Arsat percibiría 39.899,50 pesos por el equipamiento y 8020 pesos por la instalación, por única vez por cada antena instalada. A los hogares y comercios que Arsat les entregó las antenas de Hughes en comodato y les garantizó un año de servicio gratis, pero no se hizo ninguna aclaración sobre cuáles serían los precios luego de ese año de bonificación. El precio mensual del servicio de internet satelital de Hughesnet en Chile va de 45 a 140 dólares. Eso significa que cuando se cumpla el año de la promoción, los usuarios deberán comenzar a pagar una cifra similar o devolver el equipo.

Antes de avanzar con este emprendimiento no se hizo ningún relevamiento sobre cuántos hogares y comercios estaban efectivamente demandando ese servicio y cuántos estaban en condiciones de empezar a pagarlo una vez terminada la promoción. Hasta el momento, se repartieron sólo unas mil antenas, pero la gestión anterior compró otras 5000 que nadie sabe dónde irán a parar.

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