Cinco personas fueron detenidas por su presunta participación en el asalto a un hombre que hace una semana fue baleado mientras estaba con su hija en el estacionamiento de un shopping de San Isidro. Uno de los sospechosos es un ciudadano venezolano de 20 años que, además, es propietario del auto que tenía pedido de secuestro por el caso del asalto y asesinato de un turista inglés, ocurrido en diciembre frente a un hotel de Puerto Madero.

Los otros cuatro detenidos son de nacionalidad colombiana, dos hombres y dos mujeres, que viajaban junto con el otro sospechoso en un Chevrolet Prisma hasta que fueron interceptados por la Policía de la Ciudad, y luego apresados.

Los investigadores determinaron que joven de 20 años es el propietario del auto que habría sido utilizado durante el ataque y que, además, podría ser quien disparó y dejó parapléjico a Sebastián Domínguez, de 35 años, en el estacionamiento del shopping Soleil. 

A la víctima, que sigue internada y que en el momento del hecho estaba acompañado por su hija de 10 años, le dispararon luego de haberle robado una cadenita de oro "que se había comprado con el aguinaldo", relató Johanna, su esposa.

El mismo auto tenía pedido de secuestro en la causa de los "robaturistas", que asesinaron al inglés Matthew Gibbard el 14 de diciembre del año pasado cuando llegaba al hotel de Puerto Madero, donde se iba a alojar junto con su familia.

Johanna contó que su marido sigue en terapia intensiva y sin poder sentir nada "del pecho hacia abajo". En una entrevista con radio Rivadavia, la mujer relató cómo fue el hecho: "El miércoles 5 de febrero alrededor de las 20:20 salieron a comprar al shopping mi marido, mi hija y mi hijo más mi cuñada", comenzó.

"Mi cuñada y mi hijo se quedaron en el auto para terminar rápido porque era el cumpleaños de mi marido y por eso fueron a comprar una campera Sebastián y mi hija solos. Cuando volvían al auto mi marido le estaba diciendo a mi hija que ella estaba grande y que él la iba a cuidar siempre y que ella lo cuidara cuando él sea grande", agregó.

"En ese momento, mi hija ve un hombre cerca cuya cara la asustó pero mi marido seguía mirando hacia delante, sonriendo. Justo ahí un tipo lo agarra de atrás, le saca la cadena y mi hija al ver que el hombre tiene un revolver sale corriendo para avisar", destacó.

La niña escuchó el disparo y pudo ver perfecto como el agresor "se iba como si nada en un Prisma negro con mi marido tirado en el piso". "Mi hija puede reconocer tranquilamente al agresor", aseguró.