Foto: Pablo Mehanna

 

Australia en Palermo

Con apenas cinco meses on the road, Surry Hills Coffee se perfila como una de las grandes novedades cafeteras de la temporada. Se trata del emprendimiento de Tati Weiman y Feli Vessena Calahorrano, una pareja que terminó de enamorarse del café de especialidad en un viaje de más de dos años que los llevó a vivir en Sidney, Melbourne y Gold Coast. “Es una auténtica cafetería a la australiana. Se diferencia de las ‘a la italiana’ porque la máquina mira hacia la puerta, la barra de trabajo es baja y no tiene sillas. En las otras el barista trabaja de espaldas y los clientes se pueden sentar en la barra”, explica Feli. Mesas individuales (con butacas originales del Cine París de Necochea), una mesa comunal y barra con vista a la calle completan el salón.
Como todavía no tienen filtrados, la carta de cafés fríos se trabaja a base de espresso con un blend que combina granos de Etiopía, Brasil y Colombia, un desarrollo exclusivo para ellos preparado por los tostadores de All Saints Café. Para este verano destaca la versión del Coffee Tonic ($180), ya un clásico que aquí sale con zest de pomelo y una ramita de romero, aportando aroma intenso en el primer sorbo. Vaso largo, mucho hielo, tónica y dos espressos que de a poco se van fundiendo con la gaseosa. El resultado es muy refrescante, con equilibrio entre dulzor y acidez. Para los que busquen algo más dulce está el Mocca ($155). En la base, salsa de cacao amargo y azúcar mascabo que se mezcla con dos espressos y va directamente sobre el vaso de leche con hielo. Claro que además sirven clásicos como el Latte o el Flat White fríos ($155). O el Long Black, café doble sobre agua y hielo, ideal para maridar con alguna de las propuestas dulces o saladas de la carta. Por ejemplo los maravillosos huevos benedictinos (Eggs Benny, $340) sobre croissant con lomito ahumado, espárragos y salsa holandesa. O la Creamy Ricotta Toast ($250), con banana caramelizada, mantequilla de maní, miel orgánica y mix de frutos secos y semillas especiadas.

 

Surry Hills Coffee queda en Jorge Luis Borges 1842. Horario de atención: lunes a viernes de 8 a 20 (menos los martes, que cierran); sábados y domingos de 10 a 20.

Foto: Pablo Mehanna

Un capricho cafetero

Malcriada Café es uno de esos lugares en los que todo parece ir a otro ritmo. En el límite entre Palermo, Villa Crespo y Chacarita, esta cafetería destaca por la mirada atenta a los detalles de sus dueños, Juan Pablo Ravagnan y Agustina Ovidio (barista y pastelera, respectivamente). La nueva carta tiene un apartado especial para las bebidas de temporada, con el café frío como protagonista. En la base, el cold brew (filtrado en frío) que prepara Juan Pablo con café de Etiopía. “Por inmersión, el método tradicional. Y filtrado con papel para que la textura quede bien limpia”, explica. Se sirve solo ($170) o con tónica ($210). “La combinación con tónica me gusta más con Cold Brew que con espresso, porque queda más ligero y me da la sensación de que la burbuja se sostiene y dura más”, compara. Otra buena opción es el Iced Latte de rosas ($190), con doble espresso o ristretto y una onza y media de jarabe de rosas que preparan allí mismo (y que también se usa para el Iced Tea hibiscus & rosas, $150). “Se sirve con hielo y se termina con leche apenas texturizada y pétalos de rosa comestibles. Nos gustan mucho las plantas, tiene que ver con la identidad de Malcriada”, apunta Juan Pablo.

Según cuentan, al principio costaba vender los cafés fríos, pero con el tiempo el público ganó confianza. “Al no tener gaseosas, es una buena alternativa para acompañar los platos”, dice Agustina. El best seller de la casa es el tostón de palta con queso azul, nueces, pera y aceite de oliva ($230). La propuesta salada se completa con sándwiches varios, todos en pan de masa madre, como el Malcriada ($285), con espinaca, queso, pesto de tomates y huevo a la plancha. Dentro de lo dulce, el punto fuerte de Malcriada, hay una Cheescake de frutos rojos y una Carrot Cake con verdaderos fans que vienen de otros barrios a buscarla ($230 la porción). Y es difícil resistirse a sus alfajores de coco ($75, altos y generosos), los muffins ($95) o el brownie super esponjoso ($95).

Malcriada Café queda en Bonpland 1367, Palermo. Abre todos los días de 9.30 a 19 ( los martes cierran). Y los domingos de 11 a 20.

Foto: Pablo Mehanna

Clásico porteño

Para hablar de la carta de fríos 2020 de Negro - Cueva de café es inevitable hacer una referencia a su historia. Esta cafetería de especialidad -una de las primeras de Buenos Aires- ya tiene seis sucursales y el plus de la sinergia con Fuego Tostadores. “Esto nos permite manejar la trazabilidad del producto desde otro lugar. Para el cold brew estamos trabajando con un grano de altísima calidad de Kenya, algo que no es tan común porque es un café muy caro. Conseguimos solo dos sacos y desarrollamos un perfil de tueste especial que se infusiona durante 12 horas en frío. El resultado es un café más claro, rubio, ligero, con notas cítricas y un final dulce”, describe Fernando Lozano, barista y tostador al frente de ambos proyectos.
Todos los locales de Negro comparten la carta de verano, que abre con este filtrado ($180). Se completa con el Vietnamita Ice ($190), con leche condensada, leche vaporizada, doble espresso y ralladura de limón; el Coffee Chai ($190) con Chai masala, leche vaporizada, espresso y hielo; y el Mocca Ice ($175), el único frío que jamás sale de carta por pedido del público: lleva una pastilla de chocolate amargo de Puro Cacao en la base y se termina con cacao en polvo.
La novedad está en la flamante sucursal de Parque Lezama, que sumó una propuesta de coctelería desarrollada por Ani Varela, bartender con años incursionando en el mundo del café. Valen como ejemplo El Mito de Negro ($240), con Campari, Cinzano Rosso y Tintura madre de café (opcional: espresso) y Café y Ron ($270), con Havana Añejo, Tía María, almíbar simple y espresso.
Entre las novedades de la cocina, incorporaron una gran selección de platitos y platos más elaborados, como los bollitos hojaldrados de hongos de estación y queso ahumado ($340), crocantes y sabrosos, o la cachapa -tortilla de maíz- con palta, ricota casera, cilantro, criolla de frutas y cebolla morada ($340), entre muchas más opciones. No hay dudas: Negro ya es un clásico del nuevo café de especialidad porteño.

 

Negro - Cueva de café tiene seis sucursales en CABA. Direcciones y horarios en Instagram (@cafenegrook) y en el sitio web (www.negrocuevadecafe.com ).