Los motociclistas deberán usar cascos que tengan grabado el número de patente del vehículo y el acompañante, incluso, tendrá que llevar un chaleco reflectante que también indique el dominio, anunció ayer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

La medida fue dispuesta por el Gobierno, a través de nuevos cambios a la Ley Nacional de Tránsito, para aumentar los controles y prevenir delitos cometidos por motociclistas, según se informó oficialmente.

“Hace muchos años que vemos que hay intentos parciales de trabajar sobre el problema que generan no aquellos que utilizan la moto para trabajar o llevar a sus hijos a la escuela, sino aquellos que la utilizan para robar”, justificó Bullrich. Según la funcionaria, la iniciativa busca “tener una estrategia contra aquellos que utilizan la moto como elemento para el delito en todo el país”.

Durante un acto en la Ciudad de Buenos Aires, del que participaron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y ministros de seguridad de distintas provincias, Bullrich detalló que “todas las personas que utilizan moto van a tener que utilizar un casco, que ya es obligatorio, y van a tener que tener el número de patente en el casco”. 

“Si ese número de patente estuviese (sólo) en la moto, es tan baja la altura de la moto que sería no identificable por los lectores de patente. Tanto el que va en la moto como el acompañante van a tener que tener esta grabación en su casco y el que vaya atrás va a tener que tener un chaleco reflectivo que va a tener también el número de patente”, agregó.

Bullrich también además que otro cambio que se introducirá con la nueva normativa será la obligación de los empleados de las estaciones de servicio de cargar combustible únicamente a aquellas motos cuyos conductores se presenten con el casco numerado que especifica la ley, algo que sería “absolutamente fácil de realizar”. “Para nosotros va a ser muy importante para poder tener un control sobre las motos. Estamos hablando de un parque de 7 millones en todo el país. Para poner un ejemplo, el 60 por ciento de los delitos de robo que se han hecho en la provincia de Tucumán, han sido con motos”, añadió.

Según adelantó Bullrich, cada provincia tendrá la facultad de decidir si permite o no que circulen dos personas en una moto, aunque estimó que quizás se establezcan “zonas horarias” donde se establezcan límites.

Además, habrá 90 días para regularizar la situación de los motociclistas y también se otorgará un plazo en los registros de propiedad de automotor y de motos para que se registren quienes aún no tienen patentes.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, defendió las nuevas medidas al señalar que los chalecos que se deberán usar “no estigmatizan a nadie”. “Va a ser obligatorio que cuando en una moto vayan de a dos –porque el ciento por ciento de los delitos en moto es yendo de a dos–, el que va atrás solamente tiene que ponerse un chaleco identificatorio donde claramente se vea la patente de la moto”, explicó. Y agregó: “No lo inventamos nosotros, funciona en varias ciudades de Colombia y los resultados han sido buenos”.

En diálogo con una radio capitalina, el jefe de la Ciudad afirmó que en el caso de un delito, “si sale corriendo (la persona que va detrás de la moto) la gente puede identificar y ver el número de la patente”.

Agregó que la patente también deberá estar en el casco, pero Larreta insistió: “Lo más importante es el chaleco porque tiene visibilidad”.

“Una identificación adicional no estigmatiza a nadie, los autos tienen patentes. Se puede identificar más fácilmente la patente que la de las motos. Las patentes de las motos están más abajo, son más chiquitas, no son tan visibles como la de los autos”, enfatizó. y luego abundó: “Ponerse un chaleco no me suena engorroso para nada, no hay ninguna complicación. Es un chaleco, es bien simple”. 

En tanto, su ministro de Seguridad, Martín Ocampo, aseguró que el plan será puesto en práctica en conjunto con su par bonaerense, Cristian Ritondo –también presente en la conferencia–, dentro del llamado “anillo digital de seguridad”, que fue implementado hace un año y consta del empleo de tecnologías de control vehicular ubicadas en distintos puntos del área metropolitana.

Para ejemplificar respecto de las medidas de este tipo, el ministro de Gobierno y Justicia de Entre Ríos, Mauro Urribarri, comentó que en su provincia hace dos años que rige un decreto que “faculta a la Policía a hacer operativos conjuntamente con agentes de tránsito”, a través del cual “se redujeron un noventa por ciento los delitos cometidos con una moto”.

“En Entre Ríos tenemos un parque automotor de trescientas mil motos, y en lo que va de los últimos dos años se secuestraron cincuenta mil”, mencionó.

El funcionario comentó que “al principio hubo una oposición de la sociedad”, pero el resultado “fue muy importante en orden a la baja de los delitos y de los costos hospitalarios, porque muchos accidentados ocupaban la gran mayoría de las camas disponibles en las ciudades más grandes de la provincia”.