A 8500 kilómetros de Argentina está Burkina Faso, una nación inestable y violenta en la que recién el año pasado la comunidad LGTBI pudo celebrar por primera vez un concurso del orgullo trans. No obstante, por más que su nombre lo invoque, el dúo electrónico platense Vurkina nada tiene que ver con el país africano. “Ni siquiera consideramos lo del faso: nos gustaba Vurkina”, explica Valentina Spirito, integrante del tándem parido en 2017 . Mientras que su compañera, Viktoria Jauregui, agrega: “No tiene mucha lógica. Los nombres de ambas comienzan con V”.

Es la misma letra que representa la señal de la conquista, desde que los arqueros ingleses derrotaron al ejército francés en la Batalla de Agincourt, lo que es toda una metáfora en la historia de este proyecto con el que, tras instalar su propia fiesta (Avalancha de Techno), un año después de su creación se convirtieron en las DJs en boga en la capital bonaerense. “Me pone muy contenta”, asegura Jauregui. “Aunque no me gusta cuando algo está de moda porque significa que puede terminarse.”

 

Este binomio forma parte del batacazo de las escenas federales de la Argentina: el techno platense, también llamado sonido platense. “No tenemos una manera de especificarlo. Posiblemente la que más usamos sea under”, reflexiona Jauregui. De lo que no hay duda es de que la revolución dance que experimenta La Plata es una respuesta contracultural a la falta de espacios. “Cuando arrancamos no estaba muy habilitado hacer fiestas electrónicas en La Plata. Cada vez que buscábamos un lugar, nos decían que no. Entonces empezamos a hacerlas en casas“, recuerda Spirito. Y Jauregui compara: “Vimos que la escena tomó un lugar muy importante. Ahora la mayoría va a fiestas electrónicas, cuando antes no creías que eso podía suceder. Sentimos que es un lugar en el que la gente se siente cómoda, como nosotras”.

Una vez que Peces Raros, pionero de esta escena , salió de La Plata para mostrar el sonido que estaba por venir en su ciudad, un sinnúmero de artistas siguió sus pasos. “Nunca imaginamos que también tendríamos esa oportunidad”, confiesa Spirito. “La primera vez que hicimos Avalancha de Techno en Buenos Aires fue gracias a (el periodista) Gustavo Olmedo, quien fue a una de nuestras fiestas y le pareció que estaba bueno probarla en otro lugar. Y estuvo increíble.”

La ciudad de las diagonales que se encuentran

Si bien la capital bonaerense se transformó en el alba de este siglo en la primera de las avanzadas federales, a partir de la irrupción de El mató a un policía motorizado y el sello Laptra, el techno platense no pretende ser una antípoda al indie de esa ciudad. “En algún momento fuimos consumidoras: íbamos a Pura Vida a ver bandas”, evoca Jauregui. “Antes el indie y el rock no tenían nada que ver con la electrónica. Hasta que nos dimos cuenta de que estábamos pateando para el mismo lado. Nos unimos, y empezamos a compartir fechas con grupos amigos como Peces Raros y Fus Delei.”

“Nosotras nos unimos por las bandejas. Nunca hubo una idea del formato banda, y seguiremos con ella porque es lo que más nos gusta”, defiende Spirito. Aunque todo indicaba que la tragedia del Time Warp, en 2016, iba a dejar acéfala la electrónica argentina, sucedió lo contrario. En ese tiempo, desde que arrancaron, los estilos que abarcaron en Vurkina fueron variando. “Empezamos en el house pero no nos encontramos ahí. Nos costó definir un sonido hasta Viky me dijo un día: ‘Hay algo que se llama techno’. Terminamos completamente apasionadas por el género y el nombre de nuestra fiesta es una derivación de eso. Me sentí muy identificada tocándolo con ella, porque hay mucho entendimiento. Tratamos de no quemarnos la cabeza con esto. Bajo música en casa, pero no es algo que haga todo el tiempo porque me canso.”

Si bien Carla Tintoré, Romina Cohn y Ana Helder dan cuenta de la tradición de las DJs en la Argentina, Vurkina va por más. “Da igual el hecho de que seamos mujeres”, distingue Spirito, quien comparte escena en La Plata con DJs como Sol Ariens y Mecha Clavijo, o con la VJ Joaquina Salgado . “En algún punto está bueno, pero no me agarraría de eso. Cuando empezamos a laburar, lo hicimos más por el lado musical que por la identidad de género”, señala Valentina. Y Viktoria completa: “La pregunta que nos hacíamos era por qué no había ninguna fiesta hecha por chicas, en la que se cuide a las DJs que van a laburar. Nos pasaron algunos malentendidos, y ahí arrancamos con Avalancha de Techno. Así le dábamos oportunidad a las platenses que debutaban o que ya tocaban.”

Aunque recién comienzan a producir sus propios tracks, la dupla no le teme a la identidad. “Es un aprendizaje que lleva tiempo. Pero no quiere decir que no se pueda”, se envalentona Spirito. “Si existe un sonido berlinés, también puede aparece uno platense... ¿por qué no?”

* Vurkina toca hoy, martes 18/2, a las 21 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.