Como organización sindical, en los momentos en que los gobiernos han arremetido con políticas de ajuste contra el pueblo y los trabajadores y trabajadoras, hemos tenido la capacidad política y organizativa de defender nuestros derechos y los del pueblo. A veces hemos ganado y otras perdido, pero nunca nos hemos rendido. Es innegable que nosotrxs hemos sido blanco de esas políticas de ajuste, pero también, y por esta razón, hemos sido protagonistas a la hora de resistir y construir un Estado al servicio de las mayorías populares. Desde nuestro lugar, no intentamos acá hacer un análisis de cada etapa política desde que fuimos nación o desde que fuimos patria, pero sí creemos que en los trabajadores y trabajadoras del Estado hay reservas suficientes como para enfrentar los desafíos de este tiempo y dar respuestas a las demandas de nuestra patria.

Durante estos últimos cuatro años de neoliberalismo, despidos, persecución, desprecio y destrucción de todo lo bueno que brindamos los trabajadores y trabajadoras del Estado a la ciudadanía, es comprensible que algunos compañeros hayan bajado los brazos. Como dirigente nacional, tuve la suerte de poder acercarme a cada provincia, cada sector, y conocer de cerca la realidad y las condiciones precarias en que desempeñan sus tareas lxs trabajadorxs nacionales, provinciales y municipales del país. Por eso estoy convencido de que nuestros compañeros y compañeras pueden ser el eslabón principal para garantizar a nuestro pueblo sus derechos, si es que al frente hay un gobierno impulsor, dispuesto a invertir en políticas públicas que generen equidad, acceso e inclusión. En definitiva, un estado activo, presente y democrático. Sólo con un Estado garante de derechos, dejaremos atrás el sinfín de descalificaciones como ñoquis, grasa militante o que simplemente somos gasto público.

Este momento histórico en nuestro país y el continente nos demanda protagonismo, organización y unidad de la clase trabajadora, contra el marketing de las salidas individuales. Como trabajadorxs, necesitamos recuperar la confianza entre nosotrxs y sentirnos parte de este tiempo revolucionario, porque como dijo Fidel: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos”. Entonces parte de este concepto es lo que tiene que movilizarnos como trabajadores y trabajadoras del Estado y poner de nosotros mismos para cambiar todo lo que debe ser cambiado. Sintiéndonos orgullosos de ser estatales porque ser estatales es sinónimo de patria y soberanía, porque donde exista una ciudad, un pueblo, una comisión de fomento o un paraje, ahí hay un/a trabajador/a del estado.

* Secretario Gremial nacional de ATE y Secretario de Interior de la CTA-A Santa Cruz.