Foto: Pablo Mehanna

Entre historietas y aperitivos

En las fronteras de Palermo, en una zona aún no superpoblada de propuestas gastronómicas, está Benavente , un espacio pequeño lleno de cuadros e infografías, productos gourmet para llevar y una carta acotada y muy tentadora. Las mesas en la vereda son las primeras en ocuparse, pero aún sentado afuera es inevitable querer entrar y recorrer las paredes repletas de dibujos (algunos a la venta), en su mayoría realizados por la pareja de Javiera, dueña y cocinera del lugar. Benavente es un lindo lugar para tomar un buen vermut artesanal La Fuerza o Lunfa y para probar vinos de bodegas boutique, con varias etiquetas para conocer. Por la tarde, apenas abren, ya comienza a sentirse el aroma a café de especialidad. Hay botellas de Cold Brew para llevar ($240), también filtrados en Chemex para compartir ($350), espresso clásicos e incluso cinco cócteles a base de café, como el Checheno Blanco, con gin Heráclito, leche condensada y ristretto. Para el hambre, hay tostados en pan de masa madre como el Lomito & Fontina o el de Tomates & Queso azul, entre otros (desde $150). En Benavente no hay gaseosas, solo tónica y ginger ale de Santa Quina, limonada o agua de Jamaica (desde $100), además de tragos originales y vinos por copa.

En materia de sándwiches, hay para elegir. Desde vegetarianos como el Popeye, que viene en un panini integral de semillas con berenjenas condimentadas, queso Mar del Plata y tomates ($240) hasta otros rellenos como el Mon Dio que viene en pan de campo con bondiola ahumada, ciruelas, mostaza y miel y salsa de frutos rojos, miel y Malbec ($280). De postre, vale la pena la versión del inefable Vigilante hecho con cremoso de queso azul y dulce de membrillo o un tiramisú de la casa (desde $130).

Benavente es uno de esos lugares fáciles de disfrutar, donde todos se sentirán bienvenidos. Un espacio acogedor, lleno de tentaciones de todo tipo, historias preciosas en las paredes, precios muy correctos y atendido por dueños siempre presentes. Para agendar.

Benavente Bar & Café queda en Gorriti 4191. Horario de atención: martes a viernes de 16 al cierre; sábados de 18 al cierre.

Foto: Pablo Mehanna

Bagels porteños

Hace ya unos años que las donas dejaron de ser tan solo esa factura que come la policía en series yankees para sumarse a las opciones del desayuno porteño. Lo mismo viene sucediendo con los bagels, ese pan redondito y salado, primo hermano de la dona. Y un buen lugar para probarlos es Donut Garage , donde los elaboran cada día. Como bien explican sus dueños, para que ambos productos estén en su mejor expresión deben consumirse recién hechos; nada de mandarlos al freezer o guardarlos para recalentar luego en microondas.

Rodeado de colegios (con sus consabidos estudiantes famélicos) en una esquina de Belgrano, Donut Garage ofrece varias opciones que van desde el conocido bagel de salmón ($270) pasando por un capresse apto vegetarianos ($190) a uno relleno de pastrón con pepinos encurtidos, cebollas caramelizadas y mostaza de Dijon ($240), todos con una masa de consistencia perfecta. El lugar es pequeño y, aunque cuenta en la vereda con una mesa alta con algunas banquetas para compartir, lo ideal es comprar para llevar. También es pet friendly, acorde a las necesidades del barrio, y ofrecen un cuenco de agua para que los perros beban bajo la sombra del árbol hasta que la transacción termine y todos vuelvan a sus casas.

Del lado de las donas, el local también cumple con creces. Acá no se trata de una bola de fraile con un agujero en el medio, sino que se busca reproducir el sabor particular de una verdadera dona recién hecha. Para eso, la masa se deja descansar por 48 horas para obtener la consistencia esponjosa justa y se cocinan hacen en el día de despacho. Hay más de 15 sabores (todos los meses se suma una al repertorio oficial), desde la más sencilla y tradicional glaseada ($60) hasta las especiales como la de Chocotorta o la Peanut Caramel ($70), además de rellenas como la Apple Crumble, Flan Brulée o Volcán de chocolate ($80). Hay promos especiales para los alumnos de la zona y combos para los que no pueden decidirse fácilmente. 

Una irresistible tentación de aromas importados que cada vez parecen más locales.

Donut Garage queda en Moldes 1698. Horario de atención: martes a domingos de 11 a 20. A partir del comienzo de clases, abrirán a las 9.

Foto: Pablo Mehanna

Vuelta triunfal

Con espíritu nac&pop nació hace un par de meses Los Incorreglivles, así, con esa V enorme de Victoria (y de Volveremos, claro). Este joven bodegón ubicado en Villa Urquiza es casi un santuario peronista, un punto de encuentro barrial donde comer y beber bien sin dejar el aguinaldo en la mesa.

La carta de Los Incorreglivles es amplia y diversa. En materia de sándwiches, además del consabido choripán, hay para elegir. En el recién estrenado cambio de carta, entró por ejemplo un sándwich de roast beef marinado con morrones asados y queso brie ($350) que promete mucho sabor, lo mismo el de pollo frito con pickles, lechuga morada y alioli. Como la idea es ser inclusivos (es con todos, dicen), hay también un sándwich de vegetales asados con pesto en pan de nuez (sin gluten) y otras opciones sin taac. Para algo más contundente, se puede elegir el especial de la casa, el favorito de todos que pinta para clásico: la morcilla asada con hongos, fainá crocante y huevo frito ($320), una bomba tremenda para bajar con un Peroncho bien frío, el aperitivo de la casa ($200).

El gran mural de Evita junto a la barra y toda la memorabilia del lugar se suman a una buena iluminación y muchos colores cálidos para crear un espacio acogedor. Hay carta de vinos variada, cervezas y gaseosas para beber. Dentro del picoteo, las empanadas de osobuco braseado son favoritas. Y como principal, se puede elegir entre la bondiola grillada con batatas con salvia y ensalada de hinojos o la tapa de asado en cocción lenta con reducción de vino tinto y pimentón acompañado con papas en cuña ($420). Siempre hay una pesca del día así como capeletis de berenjena ahumada y maní con ragú de tomates. Para cerrar, los duraznos asados son el éxito de la temporada ($220).

Antes de partir una parada obligada por el baño dará lo que faltaba para completar la noche: al abrir la puerta empieza a sonar la marcha peronista en la versión de Hugo del Carril. Un detalle que despierta muchas sonrisas.

Los IncorregiVles queda en Monroe 3915. Teléfono: 4028-9923. Horario de atención: martes a sábados de 20 al cierre.