Luego de dos días de acampe frente al Obelisco, los agentes de tránsito contratados por el gobierno porteño advirtieron que, si en los próximos días no reciben una respuesta sobre los 190 despedidos en los últimos cinco meses, volverán las medidas de fuerza que paralizarán los sistemas de control de la Ciudad.

Durante todo el viernes hasta el mediodía del sábado, decenas de trabajadores que se desempeñan en las áreas de control urbano volvieron a visibilizar una situación que se destapó tras la muerte de Cinthia Choque, la agente que en septiembre del año pasado fue asesinada por un automovilista en un control vehicular.

Desde entonces, “la precarización y la violencia laboral” que viven los trabajadores de ese sector pasó a primer plano: de los 2800, solo 300 están en planta permanente y 2500 son monotributistas y perciben un promedio de 28 mil pesos mensuales por siete horas diarias (salvo las 12 que hacen los fines de semana). De ese monto deben descontar los 2600 que pagan en concepto del monotributo más el 4 por ciento de Ingresos brutos.

Lo que también pasó a primer plano tras la muerte de Cinthia y precarizacón laboral que atraviesan fueron “los aprietes del gobierno porteño”, aseguró Silvio Piera, uno de los despedidos a pesar de ser un delegado normalizador de ATE en ese sector.

Según Piera, la gestión de Horacio Rodríguez Larreta “sacó tiempo de descanso, teníamos una hora y ahora 30 minutos”. Además, “a varios los hicieron firmar un protocolo que regula las actividades con arbitrariedades; por ejemplo, con la excusa de la ética que tiene que tener un funcionario público, ayer suspendieron a un compañero por tomar cerveza después del horario de trabajo”.

“La verdad es que cuando te quieren perseguir siempre van a encontrar un motivo. Y no podés decir nada porque sos monotributista. Lo que se está viviendo es una locura”, comentó a Página/12. A hechos de este tipo se suman sanciones y no renovación de contratos por “faltas injustificadas, excesos de llegadas tarde y otras razones forzadas”, añadió.

Este tipo de situaciones “se dieron a conocer a los vecinos” durante el acampe frente al Obelisco. Por allí pasaron distintas personalidades y dirigentes políticos, como la diputada Gisela Marziotta, que denunció al gobierno porteño por incumplir con la legislación laboral .

El titular de ATE, Hugo Godoy, ratificó también el apoyo de ese gremio a pesar de que muchos de los agentes no están afiliados por la condición de precariedad laboral en que se encuentran. “Señor Larreta, el voto mayoritario no es una firma de un cheque en blanco ni da atribuciones para acciones dictatoriales que violan, como en este caso, los derechos laborales, la Justicia y la vida de trabajadores y trabajadoras”, reclamó.

“Para Larreta, los trabajadores sin derechos son un negocio”, criticó el titular de la CTA-Autónoma Capital, Pablo Spataro, que también acompañó el acampe. “Los 80 compañeros despedidos tienen que volver urgente a su sector de trabajo. Hay que terminar con los negocios”, añadió.

“El balance del acampe es buenísimo”, calificó Piera, quien es uno de los diez delegados normalizadores despedidos por la gestión de Juntos por el Cambio en la última tanda de 80 contratos no renovados en lo que va de 2020. A estos se le suman los 110 que fueron despedidos por goteo desde las protestas por la muerte de Cinthia.

La situación de los agentes de tránsito está en la Justicia. El año pasado, los monotributistas hicieron presentaciones para frenar los despidos y, en noviembre, la jueza Patricia López Vergara ordenó a Rodríguez Larreta suspender la desvinculación de los contratados.

A pesar de eso, el gobierno porteño siguió echando gente. El mes pasado, la jueza Elena Liberatori ordenó la reincorporación de los 80 despedidos este año, “pero cuando nos presentamos para cumplir nuestras tareas, no nos dejaron tomar el servicio”, aseguró Piera.

Ante esta situación, los funcionarios porteños fueron citados a una audiencia pero no se presentaron. Por esta cuestión, la magistrada citó a las partes a una nueva reunión esta semana. “Esperemos que se presenten. Y si no lo hacen, vamos a seguir con las medida de fuerza”, advirtió el delegado despedido.