La postal de Marcelo Gallardo "levantando" a los hinchas tras el 1-1 conseguido ante Defensa y Justicia explica mucho. Primero, porque la decepción de los locales era difícil de ocultar ya que habían ido a Núñez preparados para una fiesta y terminaron por ver cómo Boca les acortó la distancia hasta la mínima diferencia a una fecha del final. Y segundo, por lo que logró rescatar River ante un huésped muy incómodo como el Halcón de Varela, ya que ese punto significa depender de sí mismo el sábado que viene, cuando visite a Atlético en Tucumán (Boca recibe a Gimnasia).

A sabiendas de que Boca había goleado a Colón el viernes (4-0) y la imposibilidad de gritar campeón en el Monumental era cosa juzgada, River pareció salir dormido al duelo con los dirigidos por Hernán Crespo. Defensa y Justicia, que llegaba con una notable marca de ocho partidos sin perder, fue amo y señor de la primera parte, donde impuso su característico estilo, uno que ya excede a quien se siente en el banco del Halcón.

La fórmula de la visita era salida limpia desde el fondo, tomando riesgos dada la nutrida presencia de jugadores de River a la hora de presionar, pero recogiendo las ganancias una vez superada la mitad de cancha, siendo muchas las veces que los atacantes visitantes quedaron mano a mano con los defensores locales. La receta, aunque conocida y anunciada, no dejó de sorprender a los de Gallardo, que se jugaron un pleno al error rival.


Fue así que a los 22, fueron seis contra seis en campo de River. Botta la pisó, levantó la cabeza y cedió para que Mainero se escape por derecha y saque un buen centro al área para Lucero, quien entre Rojas y Martínez Quarta la punteó por encima de Armani, que ya se había jugado por un remate al segundo palo.

El 1-0 de Defensa no intimidó a propios ni despertó a extraños. El equipo de Crespo siguió siendo dominador y hasta pudo ampliar la ventaja, pero esta tendencia era sólo válida para el primer tiempo. A la salida de los vestuarios, Gallardo mandó a cancha a Quintero (sacó a Pinola) y River volvió a ser River.

La acción pasó a transcurrir en área del Halcón, por lo que la sensación de que algo estaba por ocurrir era inminente. Y ese algo fue un penal a favor de River, cuando el inexperto pero correcto Adonis Frías (tercer partido en Primera División, previo paso por Los Andes) pisó a De La Cruz dentro de la zona prohibida. Quintero ejecutó de gran manera y puso la igualdad en el marcador.


Con Defensa golpeado y cansado -por sobre todas las cosas- todo estaba a pedir de River: Gallardo sumaba gente en ataque, a la vez que Montiel y Casco ya eran dos wings estacionados en ataque. Sin embargo, nada de eso sería suficiente para evitar que el arquero Unsain se proclame como la gran figura del encuentro y todo termine en tablas. Un resultado que alegró más a Boca y que para River está mal pero, a fin de cuentas, no está tan mal.

Síntesis

1 RIVER PLATE: Armani; Martínez Quarta, Rojas, Pinola: Montiel, I. Fernández, E. Pérez, De la Cruz, Casco;  Suárez, Scocco. DT: Gallardo.

1 DEFENSA Y JUSTICIA: Unsain; Breitenbruch, Frías, J. Rodríguez, M. Benítez; Mainero, Acevedo, Cardozo; Botta, Lucero, Pizzini. DT: Crespo.

Estadio: River. Arbitro: Fernando Echenique. Goles: 23m Lucero (DJ); 64m Quintero, de penal (R). Cambios: 46m Quintero por Pinola (R), 50m Barrios por Pizzini (DJ), 62m Pratto por Scocco y Alvarez por Suárez (R), 74m Ojeda por Botta (DJ), 84m Márquez por Lucero (DJ).