Un tanto del joven brasileño Vinicius, con un disparo que se desvió Gerard Piqué, decantó el clásico a favor del Real Madrid, que no ganaba en la liga al Barcelona en el Santiago Bernabéu desde octubre de 2014 y que, con la victoria, por 2-0, cerrada en la prolongación por Mariano Díaz, recupera el liderato de la Liga española.

Tras la decepción de la derrota en la Champions ante el Manchester City, el conjunto de Zinedine Zidane reflotó en el clásico. Se aprovechó de un flojo conjunto azulgrana, cuya actuación distó mucho de sus anteriores presentaciones en el estadio blanco, sobre todo después del descanso. Lionel Messi en esta ocasión no fue determinante. Una de sus actuaciones menos inspiradas ante el eterno rival. Su equipo lo notó.

El belga Thibaut Courtois se encargó de cerrar las pocas opciones que tuvo el conjunto de Quique Setién, que en sus presentaciones al frente del Betis había ganado en el coliseo blanco. Pero esta vez no pudo, y no pudo porque su equipo no tuvo la fluidez y la clarividencia de otras ocasiones y porque dejó crecer al Real Madrid.



Marc André Ter Stegen y Piqué impidieron también que el Real Madrid se adelantara. Pero el defensor español participó activamente en el tanto que desequilibró el clásico, al desviar un disparo de Vinicius, que se había plantado solo ante el arquero alemán tras un gran envío de Toni Kroos y ante la parsimonia de toda la defensa azulgrana.

Con tan solo 19 años, el brasileño encontró su momento más feliz desde que llegó el año pasado al Real Madrid. No tiene acierto cuando llega al área rival. Su velocidad había sido de nuevo el gran argumento desequilibrante. Esta vez también lo acompañó el acierto aún con esa 'ayuda' de Piqué.

Y el fútbol quiso que Mariano, que había entrado en la lista de forma sorprendente, un jugador que apenas ha tenido minutos esta temporada, redondeara la faena a poco de haber ingresado y sellara un 2-0 que permite al Real Madrid recobrar el liderato de La Liga y la confianza perdida.

En otros resultados de la jornada, Sevilla logró una agónica victoria por 3-2 ante el Osasuna para recuperar la tercera posición en la tabla, desplanzando al Atlético de Madrid, que volvió a salir de la zona de Champions, tras empatar 1-1 con el Españyol y ganar el Getafe de visitante por 1-0 al Mallorca.