Las bolsas del mundo registraron este lunes una jornada de caos financiero. El efecto del coronavirus junto al desplome del precio internacional del petróleo provocó un combo de volatilidad en los mercados. El barril de crudo cayó este lunes un 25 por ciento y marcó el rojo más importante desde la crisis del Golfo en 1991. Las acciones del Dow Jones norteamericano bajaron al 7,8 por ciento, mientras que el índice Global Dow de Europa cayó 8,5 por ciento y la bolsa de Shangai un 3,0 por ciento. 

Los inversores aceleraron la fuga hacia activos de refugio. Es por ello que las tasas de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años finalizaron la jornada en los niveles más bajos de la historia (0,49 por ciento). Los indicadores de volatilidad de las acciones norteamericanas registraron el clima de pesimismo. El VIX subió 30 por ciento hasta los 54 puntos. Se trata de la cifra más elevada desde la crisis financiera internacional de 2008.

“La falta de acuerdo de la OPEP para recortar la producción de petróleo fue la gota que rebalsó el vaso. Con las caídas de este lunes, el valor del crudo bajó cerca del 50 por ciento desde que comenzó el año. Los números resultan increíbles”, dijo José Ignacio Bano de Invertir Online. “¿Por qué es tan grave esta situación? Uno de los principales problemas es que en Estados Unidos a estos precios del crudo de 32 dólares deja de ser rentable producir combustibles no convencionales. Esto generó un cimbronazo y un efecto negativo para todas las empresas que trabajan en este sector”, agregó.

El analista aseguró que estas caídas abruptas del petróleo no necesariamente van a ser una condición de mediano plazo. “Estos movimientos de precio parecen una lección de Arabia Saudita para mostrar quién manda en el sector. Pero es posible que finalmente se consiga un acuerdo”, dijo. De todas formas resaltó que otro gran problema es que el efecto incertidumbre del coronavirus se mantiene e impacta en las expectativas de actividad económica a nivel global. En China pudieron controlar las tasas de contagio. Pero para otros países no resultará tan simple tomar medidas como las del Gigante Asiático.

Las perspectivas para las próximas semanas hay que analizarse con cuidado. “Los mercados muchas veces sobre reaccionan. La velocidad de las caídas fueron muy elevadas y eso genera margen de error. Todo cae por efecto del miedo. Pero nadie tiene conocimiento preciso sobre cómo vienen dando los datos de inventarios y de ventas de las empresas en los últimos 15 días. Esa información será clave para consolidar o revertir estas caídas”, aseguró Bano. En lo que va del año el mercado de acciones mundial perdió 17 billones de dólares. La cifra equivale a un Producto Interno Bruto de China de todo un año.

En Portfolio Personal mientras tanto aseguraron que el panorama es negro. “El S&P (una de las principales bolsas de Estados Unidos) marcó la mayor caída diaria desde agosto del 2011. Las ventas de activos fueron masivas a partir de la combinación de la guerra de precios del crudo junto a los crecientes temores por el coronavirus. Las caídas fueron tan importantes que obligaron a interrumpir la operatoria en Nueva York a los pocos minutos de la apertura. Al retomar la actividad la bolsa siguió con caídas de entre 6 y 8 por ciento”.

El colapso del crudo fue histórico y potenció problemas que habían empezado en las últimas semanas por la incertidumbre del efecto coronavirus. Algunos analistas proyectan que los precios del petróleo podrían seguir bajando hasta alcanzar 20 dólares por barril este año. Estas expectativas podría reforzar el desplome de los activos en los próximos días.

“El pánico se vio reflejado en los inversores internacionales. La Reserva Federal de Estados Unidos anunció la inyección de liquidez a los bancos en un plan de emergencia ante crisis financieras. La medida apunta a brindarle financiamiento de corto plazo a la banca de entre 100 y 150 mil millones de dólares hasta finales de esta semana”, detalló Portfolio. Desde la FED tampoco descartaron una nueva baja de la tasa de interés de referencia con el objetivo de colaborar en contener la caída de la actividad económica. Una de las principales novedades es que podrían implementarse también políticas de impulso fiscal.

La situación global impacta de lleno en Latinoamérica en distintas direcciones. Por un lado la devaluación del as monedas regionales podría ser uno de los principales problemas en las próximas semanas. Esto principalmente se observaría sobre las economías que se dedican a la producción de petróleo como Colombia, México y Venezuela. Brasil es otro de los afectados. El lunes el índice de acciones brasileñas Bovespa marcó una baja de 12,7 por ciento y las acciones de la petrolera Petrobras se derrumbaron (-32,2 por ciento).