¿Cómo expresar ese rejunte de pena y gozo? ¿Cómo retratar esa emoción contenida en cada rostro, esas ganas de aplaudir… con un pañuelo para los ojos húmedos? Artistas como Mercedes Morán, mujeres y hombres de la cultura como Marcelo Figueras, Claudia Piñeiro, Alejandro Apo, Silvia Kutica, Miss Bolivia, Daniel Tognetti, un luchador por Malvinas como el veterano de esa alocada guerra Eduardo Alonso, todxs ellxs leyeron poemas de Alejandro, el hijo de Taty Almeida -y de todas y todos- que aún está detenido desaparecido desde el 17 de junio de 1975.

Estábamos participando del homenaje que el pasado jueves rindió la Comuna 15 a Taty Almeida, reunidxs en el hermoso espacio de la Galería en el que por cierto se exhibían algunas pinturas de excelente factura. Con igual emoción coordinaba el encuentro Luis Cúneo, ex comunero de dicha Comuna, y tres integrantes de ésta le regalaron a Taty una placa recordatoria.

Luego Taty expresó: “En mí, ustedes están homenajeando a todas las Madres de Plaza de Mayo. Y yo se lo dedico a mi hijo Alejandro y, en él como siempre a todas y todos los detenidos desaparecidos”. También invitó a participar el 24 de marzo próximo en la gigantesca concentración que cada año repudia en Plaza de Mayo el último golpe cívico-militar-clerical. Y en las palabras de la Madre rebosaba la confianza en el futuro, la certeza de que no habrá venganza sino más justicia, en que sólo la unidad argentina nos seguirá llevando, mediante la Memoria, hacia esa Verdad y esa Justicia cabales que dan sentido a la vida de cuantos estaban allí, y de muchxs miles y miles más.

Pasos de la Memoria, con la certeza de que no hay vuelta atrás. Bien lo muestra la escultura “Victoria” del norteamericano William Tucker en el Parque de la Memoria: allí la Memoria -como él explicara en su momento- se yergue sin que el olvido pueda jamás abatirla.