La expansión del coronavirus tendrá este año fuerte impacto en la economía mundial y también en la nacional, no sólo a través del empeoramiento de las condiciones financieras sino también en el capítulo del comercio exterior, a raíz de la retracción de China y Brasil, principales socios comerciales de la Argentina. En lo que va del año, se registró una caída de los envíos a China de porotos de soja y derivados, carnes, vinos y congelados y no se espera una rápida recuperación, mientras que Brasil redujo su pronóstico de crecimiento, lo cual impacta directamente en la compra de productos argentinos. A partir del control sobre la expansión del virus, China podría retomar sus pedidos en el segundo trimestre del año, mientras que en el caso del país vecino, la situación de contagios de la enfermedad recién se está desarrollando.

El mes pasado, la producción de la industria china se ubicó en el renglón más bajo desde 2005, incluso peor que en el estallido de la crisis internacional de las hipotecas subprime. A partir de las políticas de extrema restricción, que paralizaron la actividad en varias ciudades, las perspectivas de crecimiento de la economía del gigante asiático para este año pasaron del 5,7 por ciento al 4,9 por ciento en cuestión de meses. Ese freno se explica por la fuerte retracción en febrero de la industria y los servicios. En estos días, las áreas afectadas comienzan a retomar la actividad económica.

Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de la Producción, Industria y Comercio Argentino-China, indicó a este diario que “el primer tema de impacto para la Argentina en relación a la situación de China es la falta de nuevas operaciones de venta de soja, porotos de soja y carne, según lo que nos cuentan nuestros asociados exportadores. Entendemos que es algo circunstancial y que en el segundo trimestre esto va a ir cambiando. Si bien China tiene reservas estratégicas de algunos productos, como por ejemplo de soja, también tiene 1400 millones de habitantes que necesitan alimentarse”. A fines de este mes, cuando el Indec publique los datos de comercio exterior de febrero, se podrá comenzar a tener una imagen más certera del impacto de la caída de la demanda por parte de China.

En carnes, los exportadores calculan en enero una baja de las ventas a China del orden del 30 por ciento en relación a diciembre, aunque todavía 36 por ciento por encima de enero del año pasado. El gigante asiático concentra el 75 por ciento de las exportaciones argentinas de carne bovina deshuesada. Por el lado de los granos, Andrés Alcaraz, gerente de comunicaciones de la Ciara-CEC, que agrupa a las cerealeras, explicó que “el impacto por ahora tiene que ver con la caída de los precios de los commodities, por ejemplo en la soja, debido a la reducción de importaciones globales de parte de China. Pero en las cantidades todavía no hay afectación, porque los embarques de enero y febrero estaban pactados desde antes del brote del virus. Pero evidentemente ya empieza a declinar la demanda”. El sector de vinos también teme por una fuerte caída de las compras chinas, que han venido ganando participación en los últimos años.

También hay un impacto por el lado del turismo. “El año pasado recibimos 74 mil turistas chinos. Si este año llega el 15 por ciento de ese total, nos tenemos que sentir conformes”, indica Taboada. El directivo también menciona los problemas de oferta en el sector de la electrónica local, que depende de insumos producidos en China.

La situación de China también acarrea problemas en la economía de Brasil, ya que el principal socio del país vecino es el gigante asiático. El Ministerio de Economía de Brasil redujo su perspectiva de crecimiento del 2,4 al 2,1 por ciento, que impacta directamente en la previsión de exportaciones argentinas hacia ese país. La baja de la proyección de crecimiento de Brasil no sólo se debe al impacto comercial proveniente de China sino a que “la pandemia puede provocar un choque en la productividad, debido a rupturas en la cadena de producción y a posibles limitaciones para trabajar por la enfermedad”, informó la cartera de hacienda brasileña. "Brasil es nuestro principal socio comercial y por lo tanto termómetro de lo que puede esperarse para la actividad económica local", indica un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, que advierte que a partir de la caída de cantidades y de precios internacionales, el impacto para el complejo exportador argentino "puede ser notable".