La presentación formal de la oferta de reestructuración de la deuda bajo legislación extranjera se postergó hasta la semana próxima, según confirmaron fuentes oficiales. La propuesta debería haberse conocido esta semana, según el cronograma oficial, pero el impacto del coronavirus en la economía y los mercados y la tensión entre los países petroleros complicaron los tiempos del ministro de Economía, Martín Guzmán. Tal como anticipó Página/12, el equipo económico de ministro barajaba desde inicios de semana la posibilidad de postergar los plazos, lo cual terminó por confirmarse el jueves. El presidente Alberto Fernández había admitido ese día algunas demoras, pero aclaró que se mantendrá el cronograma y que para ello hay plazo hasta el 31 de marzo.

Esta semana el Palacio de Hacienda oficializó el monto que entrará en proceso de reestructuración. Son 68.842 millones de dólares de valor nominal de deuda bajo legislación extranjera, un monto que surgió luego del relevamiento que realizaron las agencias de identificación de bonistas. Previamente se designó al Citi y al HSBC como bancos colocadores de la deuda. De acuerdo con el cronograma previsto a fines de enero, para la segunda semana de marzo –que acaba de terminar— estaba previsto que se conozca la oferta oficial.

La oferta de reestructuración de la deuda se anunciará la semana próxima, con lo cual el cronograma inicialmente pautado sería lógicamente aplazado, explicaron fuentes oficiales. La crisis global arrastró los precios de los bonos argentinos. Esto tiene un doble efecto. Por un lado acerca cualquier propuesta de quita a las cotizaciones actuales (hoy están en un 40 por ciento de su valor nominal). Pero, por el otro, le abre las puertas a fondos buitre que pretenden litigar por el valor nominal, tal como hicieron anteriormente.

El lunes la pandemia de coronavirus contagió a los mercados. Wall Street registró pérdidas de hasta 7,8 por ciento y el índice Bovespa de la bolsa brasileña se contrajo 12,2 por ciento. El desplome en el precio del petróleo, que bajó hasta un 25 por ciento, y el contexto bursátil global arrastraron al índice accionario argentino, que perdió 13,75 por ciento durante la jornada. Tal como informó este diario, desde ese día se empezó a analizar una postergación. “De Guzmán hacia abajo están todos con la mirada puesta en las pantallas analizando cómo seguir en el actual contexto”, dijeron a este diario. Desde entonces el riesgo país argentino llegó a superar los 3200 puntos básicos.

Hubo pasos técnicos sobre los que se avanzó, como la elección de los bancos colocadores y se anunció el monto a canjear. Pero para la presentación de la oferta hubo demoras. Luego de conocerse, el ministro iniciará el road show (gira para presentar la propuesta), el cual ya se confirmó que se realizará por videoconferencia con los tenedores de bonos de los centros financieros de Nueva York, Londres y Japón. 

Hasta último momento se evaluó la posibilidad de lanzar la oferta, al menos de manera formal. Dentro del equipo hay quienes creen que el descalabro financiero podría favorecer la aceptación de la propuesta, ya que los principales fondos con deuda argentina están perdiendo capital a diario con sus colocaciones con algún riesgo mientras que sus tenencias en mercados desarrollados tienden rendimientos cercanos a cero. Sin embargo, la crisis financiera se profundizó y primó la cautela. "Esta semana ya no hay nada, pero la próxima habrá novedades", aseguraron fuentes oficiales.

Desde mediados de semana, el presidente Alberto Fernández y el ministro Guzmán anticiparon la posibilidad de que habría algunas demoras, pero sin alterar el cronograma. “Ha habido una demora de siete u ocho días, producto de la definición de un banco de colocación, un trámite que hay que hacer y que hemos hecho con absoluta transparencia, pero vamos a seguir adelante con este proceso”, adelantó el jueves Fernández. Por su parte, Guzmán aseguró que se estaba “en el camino correcto, pero ahora estamos en una situación de emergencia global que requiere que cada lado sea flexible”.