“La mejor forma de mantener la calma es respetar las rutinas”, señaló Olga Isaza, psicóloga y representante adjunta de Unicef en Argentina. Frente a la situación de aislamiento por el aumento de circulación del coronavirus , lo que implica que familias y convivientes deben permanecer dentro de un mismo espacio, el organismo internacional generó una guía para abordar la situación, tanto de cuidado y prevención como de convivencia intrafamiliar. Evitar la información falsa, el abuso de la temática y las imágenes morbosas que refieran a la enfermedad son algunas de las recomendaciones para cuidar la salud mental de los más chicos.

Qué hacer con los chicos en cuarentena

Como medida para prevenir la expansión de la circulación de la pandemia, miles de familias permanecen, desde este lunes, dentro de sus casas. Si bien algunas son grandes y tienen habitaciones individuales, la mayor parte de la población comparte espacios pequeños, cocinas que son a la vez living y comedor, habitaciones con cuatro o cinco camas y poco espacio para circular. “Está confirmado que en tiempos de convivencia prolongada puede aumentar la violencia intrafamiliar, para eso, van a seguir disponibles las líneas de atención telefónicas y los servicios sociales públicos. Sin embargo es importante, como prevención, fomentar la charla, los espacios de reflexión, y también el respeto y el espacio para cada miembro de la casa”, explicó Isaza a Página/12, y recomendó establecer reglas de convivencia, volúmenes para la música o las películas, horarios de descanso, así como también promover la posibilidad de conversación con otras personas, ya sea por teléfono, videollamadas o chats. “Tenemos que aprovechar las herramientas que tenemos para que las convivencias resulten más fáciles”, señaló.

Un problema que surge ante la permanencia en casa es la flexibilidad de horarios en la cotidianidad: “El beneficio de las rutinas es que nos dan predictibilidad. El poder de predecir no es una herramienta menor: genera seguridad en los chicos y adolescentes, al saber cómo transcurrirá su día”, explicó la psicóloga de Unicef. Para lograr la continuidad de la rutina, la especialista recomienda mantener los horarios de alimentación --desayunos, almuerzos, meriendas y cenas-- de aseo y de descanso, procurando levantarse temprano para estudiar o trabajar y luego tener un espacio de ocio por las tardes. “El juego y la charla son dos elementos centrales en este momento. Vemos que hay una reflexión muy interesante entre las personas y las familias en estos días, como reforzando prácticas que muchas veces en la vorágine del día a día perdemos”, advirtió Olga Isaza. En cuanto a los hijos e hijas adolescentes, “son quienes nos tienen que enseñar a los adultos las potencialidades de la virtualidad. Ellos pueden mantener por esa vía su contacto social, tan importante para la edad, y nosotros deberíamos aprender a hacer lo mismo”. Además, en los últimos días han circulado en las redes sociales, libros, películas y música de descarga gratuita, que tanto instituciones como empresas privadas liberaron a modo de contribuir con la indicación de quedarse en casa.

“Es importante que los adultos puedan estar en sus casas, y acompañar e insistir en las rutinas académicas de sus hijos”, afirmó Isaza. Según la Unesco, 850 millones de niños y niñas en todo el mundo no pueden asistir a clases . En el país, el Ministerio de Educación puso a disposición material especializado para cada nivel educativo en la plataforma Seguimos Educando, un portal al que se puede acceder desde computadoras y teléfonos celulares. Por su parte, este jueves el ministro Nicolás Trotta adelantó que están evaluando la posibilidad de utilizar los medios de comunicación audiovisuales --radio y TV-- como canales de distribución del material pedagógico en el caso de que haya una extensión de la suspensión de clases. “Nos preocupan especialmente los chicos y chicas que no tienen acceso a internet, en ciertas zonas urbanas y en zonas rurales del país”, señaló la representante de Unicef y adelantó que “una posibilidad es que haya ocasionalmente profesores itinerantes que puedan acercarse a ciertas zonas”. Según Isaza, a pesar de la complejidad de la situación, “la idea es generar respuestas diversas para las distintas situaciones de chicos y chicas en el país”.

En la guía que generó la organización, que se puede descargar online , se destaca la prevención de la violencia. En esta tarea, el rol de los adultos es clave: “Detectar los malentendidos que pueden estar afectando a la percepción de la salud y la enfermedad porque pueden sentar las bases de estereotipos y prejuicios duraderos”, es uno de los consejos del documento. “Los adultos responsables, ya sean familiares o bien efectores de hogares o centros de detención infantil, deben tomarse un tiempo para hablar del tema con seriedad, pero también para escuchar sus reflexiones y contestar sus dudas”, recomendó Isaza en diálogo con este diario. Además, regular la exposición a noticias y filtrar según el tipo de imágenes puede contribuir a evitar la paranoia y la angustia en los más pequeños. “Hay que ser honestos y transparentes, y sobre todo no dejarnos llevar por la invasión del tema las 24 horas. Con hablarlo una vez al día, alcanza”, agregó la psicóloga.

Informe: Lorena Bermejo