Javier Noguera, el intendente de la ciudad tucumana de Tafí Viejo, se hizo famoso fuera de su pago cuando el 20 de septiembre de 2019 el entonces Presidente Mauricio Macri le hizo un reproche por la inaugración de un jardín y él le contestó así: “Que eso me lo diga un domador de reposeras me llaman la atención”.

--La frase quedó lejos.

--Sí, y yo volví a ganar la intendencia. Pero ahora lo que importa es prepararnos para prevenir el coronavirus, Aquí por suerte todavía no tenemos el paciente cero. Y ya antes del DNU del Presidente el lunes 16 habíamos cerrado bares, gimnasios y las actividades comerciales en general. Salvo, por supuesto, el expendio de alimentos, que tiene restricción horaria, de 8 a 18.

--¿Hay detenciones?

--Hoy tuvimos los primeros detenidos. Media docena, de manera ejemplificadora para que otros entiendan de qué va esto. Gente que no entiende la cuarentena. Somos 80 mil habitantes.

--¿Cuál es el humor social?

--El clima es de preocupación, a veces de angustia, pero también de solidaridad. Somos una ciudad ferroviaria, que tiene una impronta de ese tejido social fuerte que viene de las sociedades de socorros mutuos. Eso es sólido y ayuda en situaciones como ésta. También por supuesto existen el sálvese quien pueda y el neoliberalismo, o la suba disparatada del alcohol en gel. En fin, vamos capeando el temporal y ojalá no tengamos los problemas de Europa.

--¿Conflictos con algún sector en especial?

--Tuve una discusión con un supermercadista grande y con gerentes de bancos. Muchos aprovechan para remarcar y lo tenemos verificado.

--¿Cuál es el supermercado?

--Está Gómez Pardo, una cadena donde llegó a haber condiciones de hacinamiento en las esperas. Fui personalmente a decirle a la gente que se volviera a su casa. Estamos limpiando nosotros los cajeros automáticos. Nosotros les ponemos alcohol en gel. La intendencia. Ellos actuaban como si no hubiera pasado nada. Una locura.

--¿Recibieron visitantes?

--La gente está preocupada, pero la ciudad está prácticamente cerrada para que se volvieran los que no podían justificar a qué venían. Lo hicimos incluso antes del comienzo del fin de semana largo. Fue a cara de perro.

--¿Por qué esa decisión?

--Al momento en que aparezca el paciente cero tiene que haber trazabilidad. Saber qué hizo antes esa persona y qué hace. Con quién tuvo contacto. Y para eso tenemos que estar organizados. Hasta ahora, por ejemplo, en un supermercado una chiquita había venido de China el mes pasado. Cerramos el supermercado de acuerdo con los dueños. Cumplen bien con la cuarentena. Lo mismo pasó con un contingente de jubilados que venían de Brasil. Hubo un caso de rebeldía. Un vecino nuestro que vive en Nueva York y la policía lo disciplinó. Pero fue una rareza.