Plataforma 45 (estreno del día por Europa Europa) entrecruza el- muy en boga- policial nórdico con aquel subgénero que invita a descular quién es el asesino. El escenario es el de una planta petrolífera en medio del Mar del Norte. ¿Qué hay de la primera fórmula? Ese confín permitirá traslucir las costumbres más hoscas de la cultura escandinava. La fotografía aprovecha su geografía indomable. Los personajes son de músculos tensados porque nadie sonríe nunca en estas latitudes. Y la narrativa transcurre al filo de la misantropía. Todos esos componentes forman parte de la producción sueca aunque su brújula apunte de manera bastante clásica al otro estamento: resolver un crimen entre un número finito de sospechosos.

El inicio es con la muerte de una trabajadora en el lugar que le da nombre a la serie. La víctima era una experimentada y férrea operaria que fallece al caer de una torre. La compañía le encomienda a Andrea Burrell (Catherine Walker) investigar qué sucedió en ese monstruo metálico que brota en medio del mar. Aunque el interés de la empresa es meramente protocolar. A dos días de la Navidad, los directivos de Benthos Oil quieren un informe express. Su deseo es que se le achaque la culpa a la Ritva (“típica finlandesa”, dicen por ahí) para no tener que pagarle el seguro a su familia. ¿Estaba borracha? ¿Alguien la sedó? ¿Por qué salió a hacer su tarea en medio de un temporal? ¿Falló el arnés? Demasiadas preguntas para un simple infortunio.

Los compañeros de la muerta no se muestran muy colaborativos con la pesquisa. Es una mano de obra donde resaltan exconvictos y un par de mujeres igual de bravas. Aquí los suecos insultan a su jefe danés, el escocés desconfía del resto y Andrea es vista como una intrusa. “No trabajás tan lejos del resto del mundo sino te escondés de algo o de alguien”, lanza uno de los trabajadores. Ella tampoco tiene intenciones de caerle bien a personas que resisten al bravo mar vikingo. Sólo quiere hacer su trabajo y volver a casa para las fiestas. Lo cual se va a dificultar cuando una gran tormenta corte las comunicaciones. Se complicará aún más cuando los cadáveres comiencen a apilarse o directamente se pierdan en el fondo del mar. Son menos de una decena de personajes, están completamente aislados y alguno tiene que ser el responsable. Cabe decir que no hay tanta profundidad en los personajes, más bien funcionan como piezas del rompecabezas a resolver. Entre los rostros más conocidos se destaca Gary Lewis –por siempre el papá de Billy Elliot- como un tosco operario británico.

Plataforma 45, por otro lado, suma su granito de arena al policial nórdico donde se destacan las protagonistas mujeres. La perspicaz y poco empática Andrea sigue el mandato que impusieran Saga Norén de Bron/Broen, Sarah Lund de Forbrydelsen y –la más reciente- Kata de Los asesinatos del Valhalla. Al igual que en otras ficciones como Trapped y Fortitude, el entorno agresivo, claustrofóbico e hipnótico juega un rol importante. Lo ambiental hace su aporte junto a una serie de homicidios que se lucen por su crudeza y agresividad: explosiones de gas; ahogamientos; y congelamiento en heladeras industriales. Aunque detrás de esa estética invernal, el motor de la serie es muy claro: quién y porqué está detrás de estas muertes. ¿Alguien dijo Whodunnit Noir? ¿Nordicdunnit, quizás?

Plataforma 45 se podrá ver este lunes a las 22 por Europa Europa y también estará dispuesta en Flow