La Cámara Federal porteña rechazó excarcelar por la emergencia del coronavirus a Mario Sandoval, de 66 años de edad, procesado con prisión preventiva por delitos de lesa humanidad en la última dictadura cívico militar y extraditado desde Francia en diciembre pasado. "Respecto a la actual emergencia sanitaria derivada de la pandemia ocasionada por el Covid-19, entendemos que corresponde a las autoridades penitenciarias proceder a la adopción de las medidas del caso, sin perjuicio que en lo particular y de plantearse alguna situación que así lo amerite, se formule la presentación que estime pertinente", concluyeron los jueces del Tribunal de Apelaciones. Sin embargo, el caso de Churasco Sandoval parecería ser una excepción. Hubo una avalancha de pedidos a los juzgados y la mayoría fue concedida.

Gabriela Sosti, fiscal especializada en delitos de lesa humanidad que interviene en el juicio por la Contraofensiva Montonera, dijo que los pedidos de prisión domiciliaria, e incluso de excarcelación, de genocidas debido a la pandemia de coronavirus en muchos casos fueron autorizados de manera casi inmediata y sin criterio en relación al cuidado de su salud.

La fiscal afirmó que quienes están en problemas reales son los presos comunes, en tanto los represores no tuvieron que esperar ni un segundo porque los defensores oficiales obtuvieron el beneficio en tiempo récord. "Los presos de lesa humanidad están en mejores condiciones que un habitante de este país que tiene que estar en un cuarto con cinco personas en una casilla de cuatro por cuatro. Por ejemplo, Caballero en Campo de Mayo está en un pabellón para 45 personas y son 11, en una celda particular y a 10 minutos del hospital", graficó Sosti. 

"Las disposiciones de la Cámara y la Corte dicen que hay que extremar los cuidados, es el Servicio Penitenciario el que tiene que cuidarlos adentro, pero algunos jueces no las han leído, como (Ernesto) Kreplak, y con argumentos escandalosos algunos se animaron directamente a pedir excarcelaciones. Y encima en ninguno de los planteos dijeron que estaba en riesgo la salud de los presos", agregó la fiscal.

La Cámara Federal sí negó la excarcelación a Sandoval. La defensa oficial del detenido aludió a la inexistencia de riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación, a su edad y enfermedades que padece. Pero además sostuvo que la situación se agravó por la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, sin éxito.

El genocida ya fue enviado a juicio por la desaparición forzosa de un estudiante, Hernán Abriata, en octubre de 1976, ante el Tribunal Oral Federal 5. Además, está involucrado en unos 500 crímenes de lesa humanidad perpetrados en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura. El ex policía fue retratado como un cruel torturador por sobrevivientes quienes señalaron que recibía el apodo de Churrasco por su método de torturar a los prisioneros con descargas eléctricas sobre un camastro metálico.

Sandoval tuvo pedido de captura internacional desde el 2012, cuando se lo citó a declaración indagatoria pero desde 1985 se había radicado en Francia. La Justicia lo procesó con prisión preventiva y reclamó la extradición, lo que dio lugar a un largo proceso en el país europeo que culminó en diciembre, cuando Sandoval fue enviado al país.