La promesa sindical es que está vez será la definitiva. “El paro es irreversible, el Gobierno dice una cosa y después ejecuta otra. El jueves vamos a poner la fecha, (será) en la primera semana de abril”, señaló Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, en busca de despejar dudas sobre la convocatoria a la postergada huelga general contra la política económica del presidente Mauricio Macri. Pese a que continúa la dura disputa interna, desde todos los sectores representados en el triunvirato de la central sindical dejaron trascender que el paro será entre el 4 y el 6 de abril, en medio de cuestionamientos a la conducción colegiada.

“Para mí, el paro es irreversible, el Gobierno primero dice una cosa y después ejecuta otra”, dijo ayer Schmid para despegarse de las promesas del Ejecutivo –que busca evitar la convocatoria a la huelga– y sostuvo que este jueves el consejo directivo de la central sindical le pondrá fecha a la medida de fuerza para la primera semana de abril. 

“Hubo pronósticos que no se cumplieron”, agregó el dirigente del gremio de Dragado y Balizamiento, en referencia a las proyecciones que trazó el gobierno de Cambiemos y sentenció que eso no fue “culpa” de la CGT, que hasta ahora no enfrentó con medidas de fuerza los miles de despidos, suspensiones y cierres de fuentes de trabajo que generó en sólo 15 meses su política económica.

“La mayoría de las organizaciones confederadas estamos planteando la fecha (del paro nacional) del 4 al 6 de abril. Es muy probable que la llevemos a la práctica”, sumó el canillita Omar Plaini. El también miembro de la conducción cegetista admitió que “quizá no tuvimos la sagacidad para poner la fecha del paro en el acto del 7 de marzo”.

Plaini también se explayó sobre las demandas de la CGT a la administración macrista, las que son el eje de la convocatoria al paro nacional: “Nosotros pedimos dos o tres cosas que son centrales. En primer lugar, retrotraernos a enero con el tema despidos, que fue uno de los compromisos que se habían tomado por escrito con el sector empresario y el Estado como garante. Una gran parte del sector empresarial no lo cumplió y el Gobierno miró para otro lado. Después, también con el bono que pedimos como paliativo para fin de año, que muchísimos sectores no lo cobraron y el Gobierno miró para el costado”, precisó.

El camionero Pablo Moyano también planteó que no hay lugar para dilaciones: “El jueves se pondrá fecha al paro cuando se reúna el consejo directivo de la CGT. Imagino que será un paro contundente por toda la problemática que lleva cada actividad. Los maestros, los metalúrgicos, los textiles, los plásticos, distintas actividades que con la apertura de las importaciones indiscriminadas están siendo avasalladas”, advirtió Moyano.

Pero Schmid tampoco pudo esquivar preguntas sobre los incidentes con que terminó la masiva movilización contra la política económica de Cambiemos, luego de que la CGT evitara ponerle fecha al paro. “Indudablemente, había un sector dispuesto a no escuchar absolutamente nada y a imponer su idea”, sostuvo. Luego reconoció que “había mucha gente enojada”, entre la que se advertían sectores con banderas sindicales, políticas y territoriales, pero aclaró que “no podría identificar con precisión si estuvo determinada facción política al frente” de los cuestionamientos a la conducción.

El sindicalista igual dejó en claro las motivaciones que hicieron masiva la manifestación: “La gente se movilizó para expresar su rechazo a la política económica que está llevando adelante el Ejecutivo. Eso no hay que perderlo de vista y es fundamental”, dijo, para poner en segundo plano los incidentes. “Es un error pensar que todas las masas fueron a pedir la cabeza del triunvirato (que conduce la CGT); esto decididamente no es así”, se defendió Schmid.

Las críticas a la dirección colegiada de la CGT se reproducen al interior de la propia central sindical. “La CGT tuvo muchas fotos el año pasado que fueron deslegitimándola” y “se cometieron muchos errores, como anunciar un paro sin fecha”, afirmó Facundo Moyano. El diputado massista –que la semana pasada culminó y no renovó su mandato como secretario general del gremio de peajes– cuestionó directamente al triunvirato. “Hace falta una conducción unificada, un líder”, sostuvo el otro hijo del ex pope de la CGT Hugo Moyano. Tampoco dudó en ponerle nombre a un futuro recambio en la central sindical: “Sergio Palazzo (el secretario general de la Asociación Bancaria y referente de la Corriente Federal de Trabajadores) es una alternativa para conducir la CGT”, apuntó.