Los pequeños chispazos que habían surgido entre algunos intendentes del conurbano bonaerense y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, parecen haber quedado en el pasado. "Creyeron que aislándose del mundo se iban a salvar. Pero esa actitud ha sido entendida y se han levantado esas barreras", aseguró Berni apuntando a los municipios que habían cerrado los ingresos para intentar "blindarse" contra el coronavirus. 

"Fue una etapa, producto de un miedo interno", explicó el ministro de Seguridad dando por terminada la discusión que se había generado en torno a la decisión de algunos jefes comunales de cerrar los accesos a sus distritos. El debate comenzó cuando, interpretando algunos lineamientos nacionales con respecto a la circulación vehicular durante la cuarentena, intendencias como las de Dolores, Ezeiza y Pinamar, impidieron los ingresos a sus distritos. Sin embargo, la gobernación se mostró en contra de las medidas, por inconsultas pero también por producir "inconvenientes innecesarios".

"Los intendentes están trabajando mañana, tarde y noche junto al gobernador porque hay sectores donde la realidad es muy dura, y es ahí donde más se están ocupando de hacer llegar las herramientas integrales del Estado", destacó Berni dando por terminada la discusión, para enfocarse en la crisis sanitaria que llegará con el pico de contagios de Coronavirus que se espera para principios de mayo.