La cuarentena es un estado de excepción cuya extensión en el tiempo provoca que se vuelva “normal” el aislamiento obligatorio. “Las librerías atraviesan la peor crisis de su historia, con mucha dificultad sobrevivieron a la hiperinflación de 1989, al crack del 2002 y la inflación de los últimos años, pero señalan que la pandemia del coronavirus provocó una caída en las ventas del 70 por ciento respecto al mismo período del año pasado y el impacto económico hace insostenible su actividad comercial”, plantea la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (CAPLA) en un comunicado, donde además solicitan medidas para poder contener a las 3.300 familias cuyos ingresos dependen de las ventas, en un sector que ha sufrido pérdidas del 40 por ciento entre el 2015 y 2019. Las ventas de ebooks –que tenían una presencia “muy marginal” en el mercado- están creciendo ante una situación de emergencia global en que las librerías están cerradas.

Carlos Díaz, de Siglo XXI, define como “paupérrima” las ventas de libros digitales en el país, algo que también se extiende a toda Latinoamérica y España. “Acá no se consiguen e-readers y la gente no está acostumbrada, no es algo que sea significativo para ninguna editorial. El ebook es muy marginal”, explica el director editorial de Siglo XXI a Página/12, una editorial con un fuerte catálogo en ciencias sociales que desde hace seis años lanzan en simultáneo las novedades en papel y en formato digital todos los meses. Desde entonces tienen unos 300 ebooks disponibles. “Las ventas, insisto, son muy bajas. Cualquier número que diga, hay que tomarlo con pinzas. Si digo que vendimos 100 libros por mes y que crecimos un veinte por ciento, si solo escuchás el dato del 20 por ciento, vas a decir que es un incremento significativo. Pero son veinte libros más que se vendieron; son cifras muy bajas todavía”.

Los ebooks de Siglo XXI se venden a dos precios: 299 o 489 pesos. Si se compran en Amazon, el precio está en dólares: 5,99 o 9,99. Los títulos más vendidos en el formato digital son: Educación Sexual Integral, de Leandro Cahan, Mar Lucas, Florencia Cortelletti y Cecilia Valeriano; Big data, de Walter Sosa Escudero; El parrillero científico, de Diego Golombek; Y ahora, ¿qué?, de Axel Kicillof; y La crisis del capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty. “Como las novedades de abril quedaron en el depósito porque no las pudimos distribuir por la cuarentena, vamos a hacer todos los lanzamientos en ebooks a precios especiales. Pusimos precios muy bajos para que circulen. Y las lanzaremos en papel apenas nos resulte posible –agrega Díaz-. Vamos ir viendo todo semana a semana. Al mismo tiempo vamos a analizar qué hacer: si sacamos todo o empezamos a dosificar. Tenemos que ver con qué escenario nos encontramos. Si las librerías no te pueden pagar, ¿tiene sentido mandar más libros, generar más quilombo? Si no tenemos claro el panorama hacia adelante, va a ser complicado. Todo va a depender de lo que podamos resolver como sector en estos días. Yo creo que la cuarentena va a ser más larga. Se verá… En la editorial, como filosofía, seguimos trabajando, cerrando los libros como si fueran a salir, aunque sabemos que no va a suceder esto en lo inmediato. Nuestra idea es que salgan en ebook todos los meses y en papel veremos cuándo. Antes de que explotara todo, habíamos decidido hacer solo dos libros de los diez que teníamos previsto para mayo. Mandamos a imprenta solo dos, que nos parecieron los más pertinentes en términos temáticos. Había otros libros que nos preguntábamos: ¿Quién va a comprar estos libros en este contexto? Nadie… Hay muchas cosas en juego; hacer un libro cuesta mucho y no sabemos si vamos a tener la plata para mandarlo a imprenta. Es un escenario muy complejo, que iremos ordenando de a poco”.

Thomas Piketty

Estado presente

La Cámara Argentina del Libro (CAL) reclama medidas en una carta dirigida al ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, en la que le solicita que coordine con otros organismos gubernamentales una serie de disposiciones en apoyo al sector editorial. Entre las acciones sugeridas por la CAL se encuentran la declaración de la emergencia del sector, la instrumentación de financiamiento, la facilitación de los trámites REPRO, la ejecución de los presupuestos de compras institucionales, la puesta en marcha de líneas de crédito especiales y la suspensión temporal del pago de cargas patronales, entre otros temas. “Como es de público conocimiento, se espera que esta pandemia dure varios meses afectando proyectos de producción y actividades culturales claves para el sector, generando un daño significativo a una industria que, desde hace ya cuatro años se encuentra atravesando una de sus mayores crisis”, manifiestan desde la CAL y subrayan que en estos momentos “un Estado presente es clave”. “De no mediar políticas de apoyo, las consecuencias pueden ser devastadoras tanto a nivel económico, social y cultural librando al sector al cierre masivo de librerías, editoriales independientes, y perjudicando el acceso a la producción de conocimiento, materiales educativos y bienes culturales para todos los argentinos”, concluyen desde la CAL.

En el comunicado de CAPLA (Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines) se informa que en el país existen 800 librerías independientes, comercios de barrio en general, que atienden sus dueños y emplean a un total de 2500 personas. “El inicio lectivo es la temporada alta de todas ellas, motivo por el cual, la mayoría tomó personal temporario para afrontar la demanda pero hoy no saben cómo van a pagar sueldos, alquileres, proveedores e impuestos. En este contexto es inminente el despido de todos los trabajadores contratados para la temporada”, advierten. “No se nos escapa, que las medidas adoptadas son para proteger la salud de toda la sociedad, la cual hoy representa, junto a la mitigación del hambre, prioridades número uno de las políticas de estado. Pero la pandemia nos dio directo en el corazón, pues no solo nos encontró con mayores gastos, sino que la venta se derrumbó un 70% y no tenemos herramientas ni recursos para poder afrontarla” explica Daniel Iglesias, presidente de CAPLA. Los libreros proponen que se exceptúen por un año los aportes patronales; que los fondos que brinda el estado a las bibliotecas sean para comprar en las librerías del barrio y no en grandes cadenas; que los alumnos tengan algún tipo de bono (como se hace en Alemania y Francia, entre otros países) para comprar sus libros en estos comercios; que los libreros puedan participar en el proceso directo de la compra del Estado, propuesta ya se realizó en Córdoba, donde es importante el rol de control de precios y logística para la entrega a sus destinatarios finales.

Lectores digitales

María Belén Marinone, editora de contenidos en Leamos, una plataforma de suscripción de libros y publicaciones digitales, cuenta que “el escenario se modificó drásticamente tras el decreto de aislamiento obligatorio”. “Si bien había un interés en el modelo de lectura digital por suscripción, hay un crecimiento exponencial en la cantidad de suscriptores, que llegó a cuarenta mil, con un registro de 10 mil usuarios en los últimos dos días. Son números muy alentadores”, pondera Marinone. “En el caso de Bajalibros, tuvimos 600 mil usuarios buscando libros y las descargas aumentaron un 400 por ciento respecto al período previo a la cuarentena. “Creemos que más gente va a leer en digital en el futuro inmediato, pero no creemos que el lector deje el papel, simplemente leerá libros en papel y otros en digital, según las circunstancias”, explica la editora de contenidos de Leamos y menciona que entre los más descargados en Leamos están Psicoanálisis: por una erótica contra natura, de Alexandra Kohan, Nuestra parte de noche, de Mariana Enriquez, La niña de la bolsa, de Florencia Etcheves y Desde el día en que nací, de Silvina Giaganti; y entre los descargados en BajaLibros está Catedrales, la última novela de Claudia Piñeiro. “Vislumbramos que el mercado del libro digital y audiolibros va aumentar –estima Marinone-. Esto no quiere decir que se compita con otros formatos como el libro en papel, sin que son complementarios. El saldo será positivo: tendremos más lectores probando nuevos modelos de lectura, particularmente la experiencia digital, que además de cómoda es económica y confiable”.

Claudia Piñeiro (foto Rafael Yohai)

El agente literario Guillermo Schavelzon, que vive en Barcelona, compartió una propuesta para todo el ecosistema del libro en su blog. “Hay que encontrar un paliativo, que permita ayudar a cubrir el hueco que deja, desde hace casi un mes, paralizada la circulación de dinero, las librerías cerradas y las editoriales llenas de los libros que no pudieron lanzar, apilados en los depósitos, sin saber cuándo podrán circular. La paralización de la venta paraliza los ingresos de las editoriales, que, según su tamaño y sus espaldas financieras, comenzarán a tener dificultades para cumplir con sus compromisos de pago. A las librerías, que ya no tenían reservas, las deja en pésima situación. Más difícil aún, por su precariedad, es la situación de los escritores y las escritoras, cuyos ingresos, por lo general en niveles de subsistencia, se verán afectados”. El agente literario –que representa a escritores como Paul Auster, Martín Kohan, Claudia Piñeiro y Elena Poniatowska, entre otros, advierte que es necesaria una “rápida acción oficial para llenar las bibliotecas y los colegios de todo tipo de libros, al día siguiente de que abran, no unos meses después”. Sobre los ebooks escribe, con ánimo de polemizar: “Regalar libros electrónicos suena más a propaganda que a solidaridad real. La gente quiere libros de papel, los ebooks en diez años no han superado el 5% del total de libros vendidos. No veo sentido en regalar lo que la gente no quiere”.

Ediciones Godot (https://www.edicionesgodot.com.ar/cuarentena/ ) lanzó los títulos que tenía previsto publicar en abril en versión digital con un 60 por ciento de descuento. Se trata de Me acuerdo, de Martín Kohan; Biblioteca Bizarra, de Eduardo Halfon y Generar a Dios, de Massimo Cacciari; cada uno a 178,88 pesos, disponibles para Kindle, Apple Books y Google Play Books. El libro de Kohan –el único que llegó a salir de la imprenta y está en depósito a la espera de ser distribuido cuando se levante la cuarentena- invita a los lectores “a conocer los recuerdos de uno de los mejores escritores de su generación” y “disfrutar de las poderosas imágenes que evoca”. En las páginas del texto de Halfon, un notable narrador guatemalteco, aparece la genealogía familiar, los prejuicios de clase, y hasta breves anécdotas tan íntimas como intimidatorias. Cacciari, filósofo marxista que fue alcalde de Venecia, reflexiona sobre el significado de la figura de la Virgen María.

Verónica Vicente Iglesias, de la editorial española Capitán Swing, cuyos libros distribuye Waldhuter en Argentina, cuenta cómo es la vida en cuarentena en Madrid. “Aquí estamos viviendo una distopía en directo y lo peor, encerrados, sin poder hacer más que tratar de seguir con el trabajo y la vida mientras afuera muere gente como moscas. Son días muy difíciles y queda lo peor...Aquí en España estamos cerca de los 8.000 muertos por la pandemia, y los que nos quedan...cementerios y morgues en Madrid no dan abasto. Es realmente desolador...y luego, cuando hayamos enterrado a todos nuestros muertos sin velatorios ni consuelo posible, entonces vendrá a azotarnos la crisis financiera, la segunda en una década, pero tendremos que resistir. Dentro de la miseria, ocurren cosas bellas y con eso tendremos que quedarnos, con eso y con la esperanza de que esta pesadilla no se dilate más allá del verano”. En Capitán Swing están digitalizando todo el fondo editorial para poner la mayor cantidad de títulos posibles. “Vamos por 114 ensayos hoy día que pueden comprarse en las plataformas digitales habituales” (https://capitanswing.com/libros/ebooks/ Todavía no sabe Vicente Iglesias cuántos ebooks se han vendido. “El confinamiento en España va solo por tres semanas (todo apunta a que habrá que permanecer más tiempo para frenar la curva de contagio). Obtenemos los datos de las ventas de ebooks por trimestre, es decir, a finales de abril sabremos si las ventas de ebooks de Capitán Swing entre enero-marzo de 2020 son superiores a enero-marzo 2019. La tendencia apunta a que lo serán, pero habrá que esperar”.