La iniciativa de Deportivo Laferrere, club que milita en la cuarta categoría del fútbol argentino, de preparar ollas populares para repartir comida caliente entre sus vecinos ya triplicó, en apenas tres jornadas, la cantidad de asistentes llegando a las mil personas este viernes. La institución ubicada en La Matanza tomó la determinación de hacer reverdecer como nunca la función social de los clubes ante la situación de crisis desatada por la pandemia del Covid-19.

Con el ya sagrado metro y medio de separación entre cada persona, la cola de los asistentes, recipiente en mano, llegó a ocupar hasta cuatro cuadras, según las autoridades del club. El barrio cuenta con casi 400 mil habitantes y es una de las zonas humildes del conurbano bonaerense, por lo que la iniciativa de los hinchas y la comisión directiva de repartir guisos y locros tuvo una repercusión positiva.

La cocina está a cargo de un pequeño grupo de simpatizantes y dirigentes , que se rotan para respetar las medidas de higiene y tomar las precauciones establecidas por el gobierno nacional y de la provincia. "Como club tenemos un rol social que cumplir y queremos ayudar a la gente que la está pasando mal por la posibilidad de contagios y la falta de trabajo en este momento", destacó el vicepresidente del club, Heber Arriola, en diálogo con Télam.


En principio, la olla popular, que se realiza entre las 12 y 13 horas de los días lunes, miércoles y viernes, se prolongará dentro del marco de la cuarentena obligatoria establecida por el presidente Alberto Fernández hasta las 0 horas del lunes 13. "Estaremos en principio durante las dos semanas de cuarentena ofreciendo comida caliente los lunes, miércoles y viernes. La gente hace la fila con una distancia de dos metros entre sí, pedimos que venga una por familia y con un recipiente para llevárselo", detalló Arriola.

El impacto social y económico del coronavirus se reflejó con el inicio de las filas desde las 9 de la mañana con personas que asistieron de manera ordenada y se mostraron "muy agradecidas" con el club, que les permitió llevarse un tupper con comida por cada presente.


El objetivo, además de hacerle frente al impacto económico por la pandemia, es evitar contagios entre los asistentes y por eso se les solicita que lleven un recipiente para retirar el alimento. "La gente respeta mucho las cuestiones de prevención, como la distancia, y quienes no llegan a recibir lo entienden perfectamente, porque saben que todo lo que hacemos es a pulmón", destacó el dirigente del club donde brillara José Luis "Garrafa" Sánchez.

Laferrere, líder de la tabla general de la Primera C tras 27 fechas, también recibió donaciones de alimentos y elementos de cocina por parte de los mismos dirigentes, hinchas y algunos comerciantes de la zona para hacerle frente a la demanda que se incrementó fuertemente. Asimismo, Arriola resaltó que pasaron "años complicados" y que también defendieron a los clubes cuando los quisieron "convertir en Sociedades Anónimas Deportivas" por la identificación que hay con "los barrios y su público".


El Villero es uno de los tantos clubes que colabora durante la pandemia, ya que en la misma categoría, Central Córdoba de Rosario también organizó ollas populares y Deportivo Merlo ofreció sus predios para instalar camas.