Las largas filas que se vieron desde ayer a la madrugada en las inmediaciones de los bancos, que ayer abrían sus puertas por primera vez desde que se decretó la cuarentena, encendieron una luz de alerta en plena pandemia de coronavirus. La postal se repitió en el microcentro rosarino y en los principales centros comerciales donde hay sucursales bancarias, que llegaron a tener hasta cuatro cuadras de cola. Hubo aglomeraciones, no se respetaron las distancias previstas en el decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio, y en algunos casos se registraron incidentes. El intendente Pablo Javkin, quien se acercó hasta las sucursales bancarias para hablar con los beneficiarios, expresó su preocupación por lo ocurrido y anticipó que ajustarán los controles y operativos al conocerse la decisión del Banco Central de abrir sábado y domingo. Por su parte, el gobernador Omar Perotti advirtió: “No hay que arruinar lo hecho hasta aquí, no hay que creer que esto ya pasó”. El mandatario reforzó: “Lo que está pasando hoy (por ayer) en los bancos hay que revisarlo con todos los equipos para que haya la menor bancarización posible en este período”.

De nada sirvieron las acciones planificadas con anterioridad por la Municipalidad para que se cumpla el distanciamiento entre las personas que ayer, en el primer día de atención de los bancos para pagar jubilaciones y beneficios sociales, se dirigieron a las sucursales para retirar el dinero por los cajeros humanos, lo que obligó a las autoridades del Banco Central a decretar la apertura de las entidades hoy, mañana, lunes, martes y miércoles. 

La titular del área de Control y Convivencia, Carolina Labayrú explicaba en medio del ajetreo de la mañana: "Nos está excediendo la situación", decía mientras la gente, mayoría de jubilados y jubiladas, el principal grupo de riesgo por coronavirus, desbordaba las sucursales de los bancos Supervielle y Piano, en San Lorenzo y Sarmiento, una situación que se repite desde hace muchos años con lluvia, frío o calor sin que nadie se conmueva pero ayer fue repudiada de manera unánime.

Hasta allí se acercó el intendente Javkin. Megáfono en mano, el jefe del Palacio de Los Leones, informaba que los bancos iban a abrir sábado y domingo, y el resto de la semana, sólo faltaba confirmar el horario de apertura, y quiénes eran los beneficiarios que debían realizar la fila ayer, mientras imploraba: "Por favor, los que están en la fila, tienen que separarse, nadie va a entrar antes por estar pegada a la persona de adelante. No perdamos las cosas que venimos haciendo hasta hoy (por ayer). Esto lamentablemente sucedió así, vamos a ordenar para que no suceda más, le estamos pidiendo también un esfuerzo a los bancos en el horario para ver si pueden continuar atendiendo".

Previamente, el intendente anticipaba que iban a ajustar los controles y operativos luego de conocerse la decisión del Banco Central de abrir sábado y domingo para evitar las aglomeraciones. “Después de tantos días cerrados, los bancos se abrieron de golpe en el horario habitual y ya está claro lo que sucede. Hablamos de más de diez mil personas, de golpe, cobrando a la vez", dijo sin ocultar su enojo por lo sucedido. En ese sentido, el jefe del Palacio de los Leones planteó que “sirva de lección para ir pensando cómo normalizar de a poco alguna actividad”.

El gobernador Omar Perotti también fue consultado por lo ocurrido ayer en las entidades bancarias. “Es de preocupación, porque hay un esfuerzo enorme hecho hasta aquí, y a veces estas instancias de ansiedad, de querer tener el dinero ya como si mañana no estaría disponible, lleva a estas salidas”, dijo Perotti. “Uno ve el esfuerzo de muchos municipios por mantener las medidas de distanciamiento, pero se ve que en lo cultural nos cuesta mucho esto de no buscar alternativas para no ir a buscar el dinero a los bancos”, agregó en declaraciones a Radio Dos.

Por su parte, la secretaria general de La Bancaria, Analía Ratner, reiteró que muchas de las personas que ayer se agolparon en los bancos no tenían fecha de cobro, sus recibos de sueldo marcaban claramente que cobraban el próximo miércoles 8, pero como muchos escucharon que abrían los bancos, decidieron ir. 

Ratner destacó el trabajo en conjunto con los agentes municipales, con quienes habían demarcado cuáles eran los lugares más críticos y con mayor afluencia de gente, pidiendo que las personas respetaran el aislamiento, y descartó cualquier responsabilidad de los trabajadores bancarios por lo ocurrido. "Fue terrible, la gente se abarrotó, teníamos la impresión que esto iba a suceder. De todos modos no hemos tenido mayores conflictos, e incluso fuimos dando algunas soluciones, como en el Banco Piano que cierra a las 14, y al haber cuatro cuadras de colas el personal dispuso entregar números para que tengan prioridad mañana (por hoy)", concluyó.