Los estadounidenses compraron en marzo pasado 1,9 millones de armas, el doble que el mes anterior y el segundo mayor pico de la historia. Los medios atribuyeron estos números al temor de que se produzcan grandes desórdenes por el brote de coronavirus. A medida que estallaba la pandemia las filas en las armerías del país se duplicaban o incluso triplicaban en estados como Michigan, según reportaron medios estadounidenses. El diario The New York Times comparó la compra de armas con la acumulación de papel higiénico o latas de conservas.

Las cifras son una estimación en base a los controles de antecedentes que el FBI realiza a los compradores. Aunque hay estados y ferias en los que no es necesario ese trámite, por lo que el número puede ser sensiblemente mayor. El pico anterior en la venta de armas ocurrió en 2013, tras la matanza en la escuela primaria Sandy Cook de Conectticut, que dejó 26 muertos. Ese momento coincidió con los esfuerzos del ex presidente Barack Obama por imponer restricciones a la compra de armas. "La gente está nerviosa de que haya un cierto desorden civil que podría surgir si un gran número de personas enferman y un gran número de instituciones dejan de funcionar con normalidad", evaluó el profesor de Derecho de la Universidad Estatal de Georgia, Timothy Lytton, en declaraciones a The New York Times. Agregó que la gente puede tener ansiedad por protegerse si los organismos del Estado comienzan a erosionarse.

En los locales de venta minorista aseguraron que la mayoría de las ventas son a personas que por primera vez tienen un arma. Desde los organismos encargados de controlar el manejo de armas expresaron su preocupación. "Si no creías que necesitabas un arma antes de marzo de este año, ciertamente no necesitas salir corriendo y obtener una ahora", manifestó David Chipman, asesor del Giffords Gun Control Group.