La actriz Claire Danes salió a responder las acusaciones que señalan a la serie Homeland como “racista” e “islamofóbica”. En estos momentos, el exitoso thriller político se aproxima al final de su octava y última temporada.

Desde su lanzamiento en 2011, Homeland viene recibiendo reacciones de diferente tenor por parte del público y la crítica. En su primera temporada hubo un consenso casi unánime por parte de la prensa especializada, llegó a ganar sinmpatizantes del renombre de Barack Obama y recibió varios premios Emmy a la producción televisiva. Pero al mismo tiempo el programa fue acusado de ser “fanático”.

En 2014, la escritora y cineasta Laura Durkay escribió en el diario Washington Post que “desde su primer episodio, Homeland ha fabricado en masa estereotipos islamofóbicos, como si a sus guionistas se les pagara por cada cliché volcado al papel”. Al año siguiente, los productores emplearon a artistas grafiteros árabes para hacer que un campo de refugiados sirio se viera más auténtico; estos aprovecharon para escribir de manera secreta Homeland es racista”. Nadie se dio cuenta hasta que el episodio estuvo en el aire.

En una de sus raras entrevistas, realizada por el diario The Guardian, Danes dijo ahora: “Ese fue un buen truco. Todos nos sacamos el sombrero por eso”. En el más amplio tema del racismo presente en el show, agregó: “Lo entiendo. Creo que es algo engañoso, una especie de problema inherente, ¿no? Hay un montón de gente de color en nuestra historia que hace cosas realmente malas, y no hay suficientes oportunidades para crear un retrato más balanceado de esa demografía”.

“Ese iba a ser siempre un punto de vulnerabilidad”, continuó la intérprete. “Pero también creo que nuestros héroes son problemáticos y están llenos de fallas. Peleamos con preguntas e ideas bastante desafiantes, y esos dos lados de varias discusiones están personificados por nuestros personajes. En la mayoría de los casos ambos personajes tienen razón. Nuestros guionistas son responsables por eso, por crear un debate real. En el primer episodio de esta temporada tenemos a un político palestino que desafía a Saul y señala de manera muy creíble todas las maneras en las que Estados Unidos ha fallado. Eso al menos me hizo feliz”.

En esta última temporada , que en la Argentina emite la señal Fox, Saul Berenson (Mandy Patinkin) precisa de Carrie por su experiencia y contactos ante la chance de terminar la guerra en Afganistán. La ficción se resetea, como ya lo hizo en otras ocasiones, pero sin introducir variantes temáticas o de personajes. “Ahora soy una espía rusa, aparentemente”, bromea la mujer en su encuentro con el responsable de la Seguridad Nacional. El mayor problema es que otros jerarcas dudan de la lealtad de la mujer por lo que podría haber dicho o hecho en el gulag durante los siete meses en los que no tuvo acceso a su medicación.