El viejo truco de Sherezade, mantener el suspenso en cada una de Las mil y una noches, puede volver en el siglo XXI por correo electrónico. Se necesita recuperar la expectativa, imaginar lo que vendrá en el próximo capítulo, ese “continuará” que parece un tanto clausurado en tiempos de pandemia. Desde el 1° de abril, el escritor Martín Jali ofrece en siete episodios, su novela inédita Siento cosas increíbles por vos. La novela por entregas fue una de las formas más populares de la literatura del siglo XIX. Las historias de amor o de aventuras dosificadas surgieron en los diarios franceses, alrededor de 1830. Los textos de Eugene Sué (1804-1857), el autor de Los misterios de París y El judío errante, considerado el creador de la novela por entregas, llegaron a Buenos Aires junto con las obras de Ponsol du Terrail –cuyo personaje Rocambole conquistó la imaginación de Roberto Arlt-, Charles Dickens, Honoré de Balzac y Alejandro Dumas, bautizado “el rey del folletín” por Víctor Hugo.

El primer folletín argentino es la novela gauchesca Juan Moreira, de Eduardo Gutiérrez, publicada entre noviembre de 1879 y enero de 1880 en La Patria Argentina. Horacio Quiroga publicó seis folletines en las revistas Caras y caretas y Fray Mocho; la novela policial El enigma de la calle Arcos, de Sauli Lostal, seudónimo de un autor que sigue siendo uno de los grandes misterios de la literatura nacional, se publicó por entregas en diario Crítica de Natalio Botana. En este repaso comprimido de una tradición a lo que se le podría sumar muchos más nombres ingresa Jali (San Justo, Buenos Aires, 1984), licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires, autor del libro de cuentos Zoología (Exposición de la Actual narrativa rioplatense) y actual editor del sello digital Neural.

La narradora de Siento cosas increíbles por vos, novela finalista del I Certamen de Narrativa Bernardo Kordon en 2016, es una bióloga marina especializada en arqueología oceanográfica que se separa de su novio y viaja a un refugio en las montañas, administrado por un maestro budista de la desaprensión. “Quizá por la crisis que afectó al sector editorial en los últimos años, nunca fue publicada. Un día la leyó Matías Buonfrate, con quien codirigimos el sello digital Neural, y me comentó que por la dinámica de los capítulos podía funcionar bien para leer por entregas. Me pareció una gran idea, se trata de un formato poco frecuente en la literatura actual y al mismo tiempo muy habitual en el consumo masivo de series –compara Jali-. Además, me sedujo cierto carácter experiencial, porque las entregas tienen un ritmo de envío, y no es que después se puede comprar en otro formato, o leer de otra manera. Me puse a investigar y descubrí una plataforma de mailing que me permitía un diseño simple pero funcional”.

“Los escritores tenemos que pensar nuevas formas de poner en circulación nuestros textos, de publicar y de acercarnos a los lectores. Por mi parte, no quiero que la novela se convierta en una suerte de spam, por eso comuniqué el lanzamiento a través de mis redes, listas de contactos, lectores y lectoras amigos, y escritores, para que se sumen quienes lo deseen”, explica Jali a Página/12. “Podemos pensar un paralelo, no en el sentido del folletín clásico y la gran novela realista del siglo XIX, cuando los trabajadores se agolpaban en el puerto el día que llegaba la nueva entrega de una novela de Dickens. Y lo digo porque esa masividad y ese impacto de la novela ya no existe, pero me parece que, especialmente en esta época de cuarentena, el formato es muy adecuado por cómo opera con la expectativa. De alguna manera, activa el deseo y le da una continuidad a nuestros días que fluyen indistintos, uno detrás del otro –plantea el escritor-. Tal vez este momento tan peculiar que estamos viviendo habilita que probemos con nuevos formatos y experiencias, o reciclemos algunas antiguas para actualizarlas. Incluso, al llegar por mail, pueden recibirla y leerla desde cualquier lugar del mundo. Y si la novela entretiene, divierte y acompaña en estos momentos de encierro -y yo espero que lo haga-, tantísimo mejor”.

-¿Qué sensación te produce el hecho de que cuando escribiste la novela se vivía en un mundo con “mayor certeza”, con “más previsibilidad” y que ahora se vive el día a día, con la noción de futuro hecha trizas?

-Esta cuarentena global ha trastocado por completo nuestro horizonte de expectativas. La vida que habitualmente llevamos es muy ordenada, planificamos prácticamente todo, nuestro trabajo, lanzamientos de libros, salidas de fin de semana, vacaciones, ahora estamos aislados, dentro de lo que a veces sentimos como una distopía, sin saber qué esperar ni cómo reconfigurarnos. De alguna manera, afrontamos la aparición de lo inimaginable en nuestras vidas y poco a poco estamos intentando adaptarnos a esto. Siento cosas increíbles por vos también habla del enorme proceso de cambio de la narradora cuando es abandonada por su pareja y que después de la crisis entra en un proceso de reconstrucción de sí misma que la lleva a aventurarse a lo desconocido. A partir de eso se va transformando. Ante la falta de deseo, ante el dolor y la ansiedad, encuentra una respuesta que le abre las puertas a la aventura y hacia un futuro inesperado; un futuro que, me parece, hoy se nos abre a todos con una potencia muy grande, a pesar de que ahora nos cueste percibirlo.

-La novela explora el tema del amor y el desamor. ¿Cómo impactará el hecho de estar tanto tiempo encerrados en las relaciones de pareja?

-Una de las primeras trash news que llegaron desde China fue que las parejas, si uno de los dos estaba enfermo, se separaban para no contagiarse, algo que me resulta asombroso. Para mí lo que está en juego son nuevas maneras de convivencia y habitalidad, que se vuelven extremas porque, literalmente, no hay escape posible ni salida de emergencia. La privacidad, los espacios comunes y los momentos de encuentro se han transformado completamente en estas semanas. Parece que estamos ante un gran experimento de supervivencia amorosa que vamos compartiendo en tiempo real en nuestras cuentas de Instagram. Este momento debe ser dificilísimo para una pareja que está mal o atraviesa un proceso de descomposición, ¿no? Me gusta pensar también que estamos frente a una ampliación del amor, una forma más potente de la solidaridad, de lo colectivo y del afecto, porque esto lo que pone en primer plano es la necesidad profunda de contacto que sentimos con nuestros amigos, amigas, colegas y todo el universo que excede a nuestras parejas.

*Para recibir la novela hay que enviar un mail a: [email protected]