Línea 137         6 puntos

Argentina, 2020.

Dirección: Lucía Vassallo.

Guion e investigación: Marta Dillon.

Duración: 82minutos.

Estreno hoy y el sábado a las 20 en Cine.ar TV, y puede en la plataforma Cine.ar Play

Quienes leen este diario saben que los números de la violencia de género en la Argentina son tan escalofriantes como dolorosos. Ni siquiera los reclamos masivos son suficientes para evitar que cada 23 horas una mujer, una niña o una travesti sea asesinada, la mayor parte de las veces por una pareja o un familiar sanguíneo. Dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la línea telefónica 137 funciona desde fines de 2016 conectando a quienes padecen situaciones de violencia hogareña con alguno de los más 240 profesionales (en su mayoría asistentes sociales, abogados y psicólogos) que integran las guardias del Programa las Víctimas Contra las Violencias. Son, como bien se encarga de remarcar este urgentísimo documental llamado, justamente, Línea 137, personas acostumbradas a lidiar con las peores miserias del ser humano. Hombres violando a nenas de 13. Maridos que bastardean a sus esposas, denigrándolas física y moralmente hasta que se sienten trapos de piso. También hijos que les pegan a sus padres ancianos y enfermos para cobrar sus jubilaciones. Todo ante un sistema que muchas veces no puede (o no quiere) actuar.

“Acá hay un abuso doble. El sexual y el de las Instituciones”, se dice en un momento de este film dirigido por Lucía Vasallo que se emitirá hoy y el sábado a las 20 en Cine.ar, y que estará disponible para su visionado gratuito en la plataforma Cine.ar Play durante una semana. El caso es terrible: una nena abortó un hijo concebido luego de una violación de su abuelo, el maltrato de la Justicia y, la cerecita de un postre indigerible, ahora grupos provida revolotean alrededor de la familia, cuestión de que la chica aprenda. Entre medio de ese sándwich de abusos quedan las víctimas, casi siempre hombres y mujeres con pocos recursos e información, para quienes los miembros de la 137 representan la última frontera que separa la vida de la muerte. 

Suerte de docu-reality de resonancias sociales, Línea 137 aborda un tema doloroso de manera respetuosa, sin jamás golpear por debajo del cinturón. El relato funciona de manera opuesta a la reciente Niña mamá. Si allí la realizadora Andrea Testa abordaba el estado de indefensión de varias mujeres jóvenes frente a embarazos no deseados a través de una cámara fija sobre sus rostros que se limitaba a registrar sus experiencias, aquí se aclara desde los títulos iniciales que hay un especial cuidado por proteger las identidades de quienes prestan testimonio. Pero Vasallo no focaliza en las víctimas sino en quienes acuden a su rescate, ya sea en un hospital o en el domicilio denunciado, abriendo de paso las puertas a observar algunos momentos de recreo y distención. Momentos que no aportan demasiado al núcleo central del relato, más allá de forzar una búsqueda de cercanía e identificación del espectador que tranquilamente se podría lograr sin esas adiposidades: pocas muestras de mayor humanidad que dedicar la vida a defender a los indefensos, a escuchar a los que nadie escucha, a darle una respuesta desde el Estado a aquellos que nos las tienen.