En el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio aparece la preocupación por el cuerpo y la culpa por comer ‘de más’ ¿Por qué sucede esto? Para responder a esta pregunta, Rocío Battista, conductora de la primera mañana de FM Oktubre habló con Agustina Murcho, licenciada en nutrición y especialista en trastornos alimentarios, quien utiliza su cuenta de Instagram, @nutricion_ag, para dar un mensaje en estos tiempos de cambios.

Desde que comenzó la cuarentena obligatoria dispuesta por el gobierno nacional abundan los comentarios sobre cómo aprovechar el tiempo para hacer dieta y lograr bajar de peso. Agustina Murcho, Licenciada en Nutrición M.N.7888, recomienda el método ‘no dieta’, una propuesta que trata de manera integral la alimentación, las emociones y la actividad física para lograr un cambio de hábitos que se puedan sostener en el tiempo. Murcho explica que cuando se sigue una dieta las personas se prohiben de comer algo que les da placer, como un chocolate, pan, facturas, entre otras. Y cuando se enfrentan a reuniones, cumpleaños o encuentros donde hay alimentos que no concuerdan con su dieta, los consumen con culpa.

“Somos seres sociales que comemos con nuestros amigos, comemos por placer. También, la alimentación y las emociones están muy relacionadas”, afirma la licenciada que recomienda tratar de canalizar el estrés o la ansiedad con otra cosa que genere placer que no sea comida. En relación a esto, agrega que “cuando uno tiene hambre emocional quiere comer cosas con grasa o con azúcar y no te llenás nunca” y que “si vemos que no podemos controlar la ansiedad se tiene que hacer una consulta con un psicólogo porque el problema ahí no es la comida”.

Para diferenciar el hambre emocional del hambre real propone organizar la alimentación basándola en las 4 comidas diarias para evitar ‘picotear’ durante el día. El desayuno y la merienda para que estén completos deben tener 3 nutrientes: una fruta, un hidrato, que es lo que son los cereales o panes y una fuente de proteína, como el huevo, queso u otros lácteos. El almuerzo y la cena deben ser una mezcla de diferentes nutrientes: fibras, verduras, carbohidratos, proteínas y una fuente de grasa. Esta es una recomendación general que puede adaptarse a la situación económica de cada persona, lo fundamental es intentar que el plato de comida tenga la mayor variedad de nutrientes y no incluir un único tipo.

La nutricionista explica que si se quiere atender al peso, además de mantener una alimentación equilibrada se debe prestar atención a otros factores como la actividad física y el descanso: “Dormir desordenado y dormir mal hace que el cuerpo gaste menos energía y que durante el día tengas más hambre, porque como necesitás energía el cuerpo te pide comer.” Respecto del peso corporal aconseja no pesarse todos los días porque puede variar por diferentes causas y si el número que figura en la balanza condiciona el estado anímico o autoestima se puede entrar en algún trastorno alimentario. Los más conocidos son la bulimia y la anorexia pero también existen otros como la ortorexia, que consiste en comer únicamente comida sana, y la vigorexia, que se caracteriza por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso. Por eso, Murcho recomienda mantener un estilo de vida saludable, sin prestar atención únicamente a la balanza, porque una persona puede comenzar a hacer actividad física y ordenar sus comidas y no bajar de peso porque por ejemplo, se reemplazó grasa por músculo, es decir, cambió su composición corporal.

Por la pandemia de la covid-19 a nivel mundial y teniendo en cuenta que pronto comienza la época invernal en nuestro país, recomienda comer frutas y verduras por las vitaminas y los minerales que contienen, el yogurt natural que es un alimento probiótico, los pescados grasos porque contienen Omega 3 y la avena que contiene Zinc y vitamina B. Todos estos alimentos fortalecen el sistema inmunológico

El método ‘no dieta’ implica cambiar hábitos alimentarios: organizar las comidas, dormir bien, hacer actividad física a gusto y no prohibirse alimentos que generan placer sino comerlos en pequeñas cantidades y de manera controlada.