La Cámara Federal de Casación rechazó conceder arresto domiciliario al condenado represor Raúl Guglielminetti, cuya defensa pidió ese beneficio por su edad y por integrar grupo de riesgo ante la pandemia de coronavirus. El ex agente de inteligencia, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en la última dictadura cívico militar, seguirá preso en una cárcel común por decisión de los camaristas Mariano Borinsky y Javier Carbajo. La defensa había pedido la prisión domiciliaria por su edad, es mayor de 70 años, y por integrar uno de los grupos de pacientes de riesgo ante la pandemia existente por la propagación de la covid-19.

Además, los abogados de la defensa sostuvieron que, a su entender, "el Servicio Penitenciario Federal no está en condiciones de afrontar la eventual crisis sanitaria que podría ocasionar la pandemia". Casación descartó los argumentos y confirmó la decisión del Tribunal Oral Federal 5, que había rechazado dar el beneficio

Durante la última dictadura cívico militar, Guglielminetti perteneció al Grupo de Tareas que tenía su base en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, relacionado con operaciones del Plan Cóndor y bajo el mando de Aníbal Gordon. A partir de 1978, condujo el Grupo de Tareas Exterior (GTE), que organizó la colaboración del régimen militar argentino en la denominada Operación Charly. Además, integró la denominada "Banda de Aníbal Gordon", por lo que fue relacionado con el secuestro y asesinato del empresario y banquero Osvaldo Sivak en 1985.

​Recuperada la democracia en la Argentina, Guglielminetti llegó a formar parte de la custodia del por entonces presidente Raúl Alfonsín, pero al ser reconocido públicamente a través de fotografías el gobierno radical lo separó de la función. Escapó hacia España, desde donde fue extraditado y condenado por tenencia de armas de guerra y extorsión. En 1991 cumplió la condena y comenzó a participar nuevamente en actividades delictivas.

El 9 de agosto de 2006 fue detenido para ser procesado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, y en marzo de 2011 fue condenado a 20 años de prisión. En diciembre del año pasado fue sentenciado a prisión perpetua como coautor de cuatro homicidios, por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 6 de Buenos Aires, en el marco de dos causas por delitos de lesa humanidad. 

El represor que actuó bajo el alias “Mayor Guastavino” ya había sido condenado en diciembre de 2010 a 25 años de prisión, por su actuación en los centros clandestinos de detención y exterminio del circuito ABO (Club Atlético, Banco y Olimpo). Entre los hechos que fueron juzgados en esa causa se encuentra el asesinato de Lucila Adela Révora, madre del actual ministro del Interior, el mercedino Eduardo “Wado” De Pedro, ocurrida el 11 de octubre de 1978, en una vivienda del barrio de Floresta. En septiembre de 2016, Guglielminetti también recibió una condena de ocho años de prisión por su participación en delitos aberrantes en el centro de detención “La Escuelita”, ubicado en la provincia de Neuquén.

En enero de 2017 la Justicia le había negado el arresto domiciliario que había solicitado su defensa por su avanzada edad y por la supuesta necesidad de cuidar a tres nietos adolescentes. En marzo de 2018 su nombre figuró en un listado de represores que podrían obtener la prisión domiciliaria, pero el beneficio no se concretó. Esta vez, tampoco.