La internacional neoliberal, llamada “Fundación Libertad”, sacó una declaración escandalosa en favor del capital, de los intereses económicos que ellos mismos representan, en contra de la preservación de la salud y la vida.

Es lo que piensan y por lo que siempre trabajaron, pero la pandemia que provocó hasta hoy 200 mil muertes, los deja desnudos frente a los ojos del mundo.

La declaración es aberrante, discriminatoria, clasista y llena de odio y codicia.

Estar más preocupados por la posible vuelta del “populismo” y el intervencionismo estatal que, por las muertes, los muestran como son, miserables.

Recuerdo el discurso de José A. Martínez de Hoz el 2 de abril de 1976 cuando decía, con las mismas palabras, que había que dar vuelta una página negra de la historia argentina plagada de intervencionismo y populismo. Dieron vuelta la página de la historia a través del terrorismo de estado. Los 30 mil desaparecidos fueron para ellos la condición necesaria para transformar el modelo industrialista, sindical y de redistribución de nuestro país, por el de una economía concentrada, transnacionalizada y de base financiera. La patria financiera, la deuda externa, la pobreza y la exclusión fueron el sello que repitieron todos los gobiernos neoliberales de aquí y de allá, de cada lado del Océano Atlántico.

En la declaración de los “líderes” neoliberales, encabezados por José María Aznar, Mario Vargas Llosa y Mauricio Macri, se criticó el “costo económico altísimo” por salvar una vida frente a la pérdida económica que implica la cuarentena. Así como se lee, así lo expresaron sin rubor.

Ni Argentina ni el mundo pueden ser los mismos después del covid 19. El modelo neoliberal que durante cuatro décadas amplió la brecha entre pobres y ricos de manera grosera, haciendo más ricos a unos pocos y más pobres a las grandes mayorías, quedó desnudo y patético frente a la realidad.

De esta situación hay que salir fortalecidos, con mayor y mejor presencia del Estado como regulador de los mercados, como árbitro de los conflictos entre capital y trabajo y como garante de la redistribución justa del ingreso y de la riqueza.

Cada crisis abre una ventana de oportunidad. El colapso neoliberal de fin del siglo pasado, generó una corriente popular en América latina que garantizó el mayor crecimiento con distribución en un siglo.

Los argentinos sabemos que significa el Nunca Más. En 1983 dijimos Nunca Más a un golpe de Estado, llegó la hora del Nunca Más al neoliberalismo.

* Presidente de Forja.