Brasil, el país más afectado por el coronavirus en América Latina, registró en las últimas 24 horas la cifra más alta de muertos desde el comienzo de la pandemia: 600 fallecimientos fueron reportados por el ministerio de Salud. Así, el número de decesos alcanzó los 7921. En todo el país hay 114.715 contagiados.  

Los estados más afectados por la pandemia siguen siendo San Pablo y Río de Janeiro, los dos más poblados del país. San Pablo acumula  2.851 muertes y más de 34 mil contagios, mientras que en Río hay registrados 1.123 muertos y 12.391 infectados.

El número de muertos en la jornada record implica una suba de 8 por ciento respecto de lo reportado este lunes. Wanderson Oliveira, del ministerio de Salud, aseguró que de las 600 muertes, 25 ocurrieron este martes, 51 el lunes y 41 el domingo. “El resto fue anterior a ese período y estaba bajo investigación, solo se notificó ahora”, expresó el funcionario.

A su vez, este martes, la ciudad de São Luis se convirtió en la primera urbe importante del país en imponer una cuarentena total y absoluta por la Covid-19, algo en contra de lo que pregona el presidente Jair Bolsonaro, que acapara críticas por subestimar el coronavirus y criticas las políticas de confinamientos. 

São Luis lleva adelante la cuarentena por temor a que colapsen los servicios de salud ante el avance de la enfermedad. El confinamiento afecta a la ciudad y a otros tres municipios en el estado de Maranhão y abarca a 1,3 millones de personas.

La gente no puede salir de sus hogares salvo para realizar las compras básicas. La medida en la ciudad capital del estado norteño de Maranhao fue dictada por la justicia luego de que los epidemiólogos alertaran sobre el incremento de casos, y acatada por el gobernador Falvio Dino, del Partido Comunista de Brasil, un acérrimo crítico de Bolsonaro. El mandatario de extrema derecha empieza a perder en su pelea con los gobernadores en cuanto a cómo enfrentar la pandemia. 

La cantidad de muertos ha saturado los cementerios, que han tenido que recurrir a fosas comunas, con féretros que son apilados unos sobre otros en zanjas improvisadas, como ocurrió en Manaos, una ciudad con alta incidencia de contagios. Hay unas 130 muertes diarias en promedio en ese Estado, lo cual obligóa pedir féretros a San Pablo, al tiempo que muchos familiares de los muertos optan por la cremación ante este panorama.