El presidente Alberto Fernández citó para las 19, pero como es tradicional, los anuncios podrían demorarse una hora, dos, e incluso algo más mientras se ajustan todos los detalles. El mandatario dará las líneas generales de cómo seguirá la cuarentena, pero como ocurrió hace dos semanas, habrá que esperar después a la letra chica que vendrá de la mano de Horacio Rodríguez Larreta, Axel Kicillof e incluso de los intendentes del Gran Buenos Aires. En principio, está claro que se abre casi todo el comercio. Los negocios de ropa y las peluquerías seguirán cerrados, pero serían incluídas --por ejemplo-- las cadenas de electrodomésticos. La obra de construcción será más limitada en CABA que en el conurbano y un elemento clave será el compromiso de las empresas más grandes de transportar a su personal para que no use el transporte público. En cuanto a las salidas de esparcimiento, parece decidido que en Capital Federal sólo serán sábados y domingos, pero no ambos días, sino de acuerdo a la terminación del documento. Y los intendentes del conurbano, al menos por ahora, se oponen a esa flexibilización.

Hace dos semanas, cuando se renovó la cuarentena, el Presidente impulsó la idea de las salidas por una o dos horas. Sin embargo, ni Axel Kicillof ni Rodríguez Larreta lo permitieron. Ese esquema es el que rige también para los anuncios de hoy. El mandatario dará los grandes lineamientos y seguramente mañana se conocerá la letra chica de gobernadores e intendentes.

Las dos ideas centrales son no perder los logros espectaculares de los últimos 50 días y, al mismo tiempo, empezar a abrir actividades para remontar la economía y también enfrentar el natural cansancio de los ciudadanos.

Ya es público y notorio que las zonas conflictivas son las del área metropolitana donde se produjeron y se producen el 70 por ciento de los contagios y se dio también el mismo porcentaje de fallecimientos. Muy distinto es el panorama en gran parte de las provincias donde hace semanas que no tienen casos o tienen muy pocos. Eso sucede incluso en el interior de la provincia de Buenos Aires. "La flexibilidad será grande donde estamos bien y el control será grande donde tenemos casos", sintetizaron en Olivos.

Cómo se flexibilizará la cuarentena

*Está claro que se permitirá el funcionamiento del comercio de cercanías, lo que incluye librerías, jugueterías, decoración, bazares, pinturerías, mueblerías. El dato que se agregó es que también se permitiría que reabran las cadenas de electrodomésticos.

*No se habilitará la actividad en los negocios de venta de ropa porque hay muchos, lo que significa mover demasiada gente en el transporte. Además, esos comercios se concentran en algunos lugares, lo que va a contramano del distanciamiento. Otra contra es que allí casi todos se quieren probar lo que compran. Para esos negocios, por ahora, sólo se permitirá el comercio por internet o teléfono.

*Tampoco estará permitido el funcionamiento de peluquerías. "Es demasiado contacto personal. No se puede hacer. Y eso incluye a todo lo que tenga que ver con el cuidado personal", explican.

*Obras de construcción. En Ciudad de Buenos Aires se permitirán más bien demoliciones y excavaciones, pero con muy pocos trabajadores. Es distinto en el Gran Buenos Aires, donde se firmó un protocolo entre los empresarios y el gremio en materia de "higiene y seguridad". Ese protocolo fija la cantidad de trabajadores, las distancias, las medidas de prevención.

*Para la construcción y las fábricas, la letra chica indicará que las empresas deberán garantizar que su personal no utilice el transporte público. Se puede recurrir a las combis o los micros escolares que, justamente, están parados por la actividad educativa.

*También habrá flexibilización para contadores, abogados, agrimensores, psicólogos y otros profesionales.

*La idea es permitir las mudanzas aunque después se determinará, en cada distrito, horarios y días.

*En Ciudad de Buenos Aires parece un hecho que se autorizarán las salidas de esparcimiento. Los que tienen DNI terminado en par los sábados y los impares el domingo. No se podrá ir a plazas ni lugares donde se produzca una gran aglomeración. Esto lo fijará Larreta. Los intendentes del conurbano, en cambio, no quieren saber nada con las salidas, sobre todo porque es muy difícil el control.

Tanto Provincia de Buenos Aires como CABA están en una ofensiva en los barrios humildes para detectar casos y aislarlos. Es lo que se vio en el Barrio 31. Una de las claves es saber si hay contagios allí y por eso la desconfianza en materia de salidas de esparcimiento. A ambas administraciones les gustaría tener más claro el panorama, aunque es un hecho que no hay un gran crecimiento en los fallecidos ni en la ocupación de camas de terapia intensiva, los dos datos decisivos en la pandemia.

Por supuesto, no habrá flexibilización para los que están en edad de riesgo, para los que tienen enfermedades que los ponen en peligro y se redoblará el control sobre los geriátricos y cárceles.