"Es una de las obras donde más risas he recibido de parte del público", dice Carlos Portaluppi, uno de los protagonistas de Bajo Terapia. Y no es menor la referencia del experimentado actor --ganador en 2009 de un Martín Fierro por su labor como actor de reparto en el drama Vidas robadas y de un ACE en 2003 por su trabajo en La señorita de Tacna--, que desde 2015 forma parte del elenco que, bajo la dirección de Daniel Veronese, le pone el cuerpo a un texto del autor santafesino Matías del Federico.

Estrenada en 2015, después de dos temporadas a sala llena en el Metropolitan (con funciones de miércoles a domingo) y de haber sido una de las pocas puestas con buen paso por la costa argentina durante el último verano (ver aparte), Bajo Terapia llegará hoy a Rosario (a las 20 en La Comedia, Mitre y Ricardone) en el marco de la gira que cerrará su exitoso ciclo, que ya se replica fronteras afuera. "La verdad es un placer haber sido parte del germen de esta obra que hizo el camino inverso a las producciones comerciales que se traen de afuera, obras que se traen probadas de Broadway, Londres, Madrid, París. Esta obra está siendo exportada a otros países, en Barcelona se hace en dos versiones (en español y catalán), se ha estrenado en Noruega, se está estrenando en el DF en México, ya se hizo en Lima, Bogotá, Santiago de Chile, se está por estrenar en San Pablo, Costa Rica, Miami... Nos enorgullece haber sido partícipes de ese disparador, es una alegría enorme", resalta Portaluppi, consciente además de la relevancia que cobra el hecho de haber logrado montar en calle Corrientes el texto de un autor santafesino: en 2014, con esta obra Matías del Federico resultó ganador de la primera edición del concurso Contar organizado por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, la Asociación Argentina de Actores y Argentores, lo que determinó su montaje en el centro de la escena teatral argentina. "Es plausible la decisión que han tomado los empresarios teatrales de darle espacio a nuevos dramaturgos a partir de esta convocatoria --apunta el actor--. Esperemos que siga sucediendo, de hecho ya se abrió la convocatoria para el Contar 4, porque es una buena iniciativa la de darle espacio a los autores nacionales".

 

"Se habla del amor, la infidelidad, la convivencia, el sexo, los hijos en edad escolar", cuenta Portaluppi.

 

Protagonizada además por Héctor Díaz, Florencia Dyszel, María Figueras, Darío Lopilato y Melina Petriella, Bajo Terapia se focaliza en la reunión de tres parejas en el consultorio de su psicóloga. Aunque ausente de esa sesión grupal, la profesional pone a disposición de sus pacientes una serie de indicaciones que deberán sortear sin más guía que la de sus propios sentimientos, conflictos, temores y convicciones. En ese contexto, el trabajo de Veronese resultó clave para que el elenco pudiera construir cuidadosamente sus personajes. "Daniel tiene una manera de trabajar muy amena, trabaja mucho el sentido de la verdad --elogia Portaluppi--. Es un gran administrador de nuestra energía, Daniel suma mucho a lo que proponemos como actores, lo va incorporando a la puesta en escena. Hay mucho de lo que uno pone en lo que va quedando el material. Son muchas horas de ensayo, de trabajo, que él después va puliendo".

‑ Como espectadores, ¿qué es lo que tanto nos atrae respecto a la situación de terapia?

‑ En este caso lo que tiene interesante es que es una terapia de grupo, donde uno puede meterse a opinar sobre el otro, uno puede construir, proyectarse en el otro, sacar un montón de cosas de su interior. Estas tres parejas son convocadas a una sesión de terapia por una terapeuta que, encima, no está presente, entonces les deja unos sobres con unas consignas que ellos deben respetar, tratando de destrabar los conflictos preexistentes en cada una de ellas. Son temas que son universales, se habla del amor, la infidelidad, la convivencia, el sexo, los hijos en edad escolar, las diferentes etapas de la vida. Creo que el público se puede identificar en cada una de estas tres parejas, de diferentes edades, y la pasa realmente muy bien. Es una de las obras donde más risas he recibido de parte del público.