"Le quería agradecer a Lino", dijo el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, para referirse al actual ministro de Ciencia, Roberto Salvarezza, y la carcajada de ambos contagió a los presentes en la sala y a los representantes de distintas provincias que por videoconferencia conversaron sobre la segunda etapa del concurso en el que científicos e investigadores de instituciones de todo el país presentaron 532 proyectos destinados a combatir la pandemia de coronavirus. A fin de mes, un comité de expertos seleccionará entre 50 y 100 ganadores y los financiará con un monto que puede llegar a un millón de pesos. "Queremos terminar con el estereotipo del investigador en la torre de cristal y demostrar que pueden aplicar sus conocimientos a solucionar nuestros problemas como Argentinos. En este caso, el coronavirus", dijo Salvarezza cuando terminó la reunión por zoom. "En 2020 no hay posibilidad de desarrollo sin ciencia y sin tecnología aplicada al desarrollo productivo nacional" agregó De Pedro. Ambos se siguieron riendo de que cada tanto el ministro del Interior le diga Lino a su colega. "Es que lo tengo acá", dijo el ministro del Interior señalándose el entrecejo.

El concurso cuya convocatoria cerró este martes se llama Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19”

Se presentaron proyectos de instituciones de ciencia y tecnología radicadas en todas las provincias del país, para fortalecer las capacidades en la toma de decisiones y la planificación local de las estrategias de control, prevención y monitoreo de la pandemia. Participaron de la reunión la presidenta del CONICET, Ana Franchi; el subsecretario de Coordinación Institucional, Pablo Nuñez; y por videoconferencia, la presidenta del INTA, Susana Mirassou; la subsecretaria de Federalización de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, Elisa Colombo; el ministro de Agricultura, Luis Basterra y el gobernador de la Provincia de Santa Fe, Omar Perotti junto a su Ministro de Producción, Ciencia y Tecnologia, Daniel Costamagna, su Secretaria de Ciencia, Tecnología e innovación, Marina Baima y el Secretario de Asuntos Estratégicos, Francisco Buchara.

De los 532 proyectos que serán evaluados, la provincia de Buenos aires presentó 185, Córdoba 42, Santa Fe 46, Mendoza 28, La Ciudad Autónoma de Buenos Aires 25,  Entre Ríos 24, Río negro 22, Salta 20, Tucumán 16, San Juan 16, Corrientes10, Misiones 12,  La Rioja 11, Santiago del Estero 8, Chubut 9,  Chaco 9,  La Pampa 9,  San Luis 8, Neuquén 7, Catamarca 6,  Santa Cruz 6, Tierra del Fuego 5, Jujuy 5 y Formosa 3. Los cuatro ejes propuestos para presentar ideas fueron: Desarrollo de productos y materiales,  Diagnóstico y Tratamiento; Control y Monitoreo e Impacto social, económico y cultural de la pandemia. Un jurado de expertos evaluará las propuestas. El listado es enorme. A continuación, una lista de algunos de los proyectos más llamativos de algunas provincias tomadas al azar:

Buenos Aires

Entre los 185 proyectos, llaman la atención de un lego en la materia la Obtención de bioetanol de segunda generación a partir del bagazo de desecho de la industria cervecera, presentado por una investigadora del CONICET de La Plata; la Evaluación de una lectina de girasol como potencial herramienta de diagnóstico, prevención y tratamiento de coronavirus, presentado, entre otras instituciones, por la Universidad de Mar del Plata y un Sistema portátil de desinfección por radiación ultravioleta tipo UV-C creado por investigadores de la Universidad de Morón.

Mendoza

De los 28 proyectos de la provincia, destacan el Diagnóstico asistido de la covid-19 mediante tomografía computada e inteligencia artificial, de la Fundación Escuela de Medicina Nuclear, el Uso de mapas inteligentes para el estudio de propagación de la pandemia en el municipio de Guaymallén, presentado por el Conicet de Mendoza y el Diseño de metodología e implementación de sistema de trazabilidad y protocolos en el marco de la covid-19 para bolsones de verduras distribuidos en la provincia por productores de la agricultura familiar, desarrollo del INTA.

Neuquén

De los 7 proyectos que representan a Neuquén sobresalen uno vinculado al Comportamiento de compra turística post covid del viajero interno  para los destinos turísticos de la provincia,  desarrollado por la Facultad de Turismo de la Universidad del Comahue, una Plataforma colaborativa web y de aplicación agropecuaria para la capacitación, el aporte educativo y el intercambio social en la patagonia norte, presentado por el INTA y un Desarrollo para afrontar el problema de la institucionalización de las personas con discapacidad y la necesidad de generar respuestas innovadoras en tiempos de pandemia, también de la Universidad del Comahue.

El certamen busca reforzar la articulación e integración federal del sistema científico y tecnológico con los gobiernos sub-nacionales en la gestión de la crisis desatada por la pandemia en virtud del desarrollo e implementación local de soluciones que requieran de conocimiento científico-tecnológico .Durante la presentación, Salvarezza expresó que “ésta es una convocatoria que hace a la articulación y al fortalecimiento de las capacidades federales en ciencia y tecnología. La pandemia nos ha dado la oportunidad de poner en práctica este ejercicio muy interesante, y que sin dudas tenemos que repetir en otras condiciones”, y agregó: “Tenemos que lograr que nuestros organismos de ciencia nacionales y nuestras universidades se articulen con el territorio, con las provincias, con los municipios y que puedan atender las distintas demandas de las sociedades del interior del país”.

De Pedro indicó que “entendemos que en el 2020 no hay posibilidad de desarrollo sin investigación, sin ciencia y sin tecnología aplicada al desarrollo productivo nacional. Por eso, desde el Ministerio del Interior junto con los gobernadores, tenemos una visión muy focalizada en el diseño de políticas públicas que tengan que ver con una infraestructura vinculada al federalismo y al desarrollo regional de la Argentina”. 

El modelo de concurso no es nuevo: fue estrenado en el Plan Argentina Contra el Hambre y desde ambos ministerios lo consideran una buena oportunidad para lograr dos objetivos: la ciencia aplicada a la solución de problemas concretos y la federalización del país. En ese sentido, Salvarezza habló de la necesidad de "terminar con el estereotipo del investigador en la torre de cristal" para poder demostrar que, cuando sea necesario, pueden dejar sus investigaciones de lado y abocarse a la resolución de problemas concretos de la Argentina.

A la luz del éxito de la convocatoria que evidencia la cantidad de proyectos presentados, hay un interés en las provincias de competir para poder financiar sus proyectos. Salvarezza dijo que todavía están definiendo si los ganadores, que van a darse a conocer a fin de mes, serán 50 o 100. Y para la convocatoria, el ministerio de Ciencia aporta  50 millones de pesos. En las próximas semanas, un comité de expertos  iniciará la evaluación de los trabajos. De momento, la suerte está echada y en el ministerio de Ciencia se vivió un clima de alegría en medio de la crisis por la oportunidad que genera la pandemia de jerarquizar la actividad.

Formosa, a la cola

Esa provincia del norte argentino es la que menos proyectos presentó para este concurso. No llama la atención teniendo en cuenta que es de las más postergadas de la Argentina.

La primera que aparece en la magra lista se aboca a la Conectividad digital para el distanciamiento social, de la Universidad nacional de Formosa, la segunda es sobre Ecohuertas en casa, de la misma institución, y la tercera es un monitoreo utilizando sensores de casos de "sospechosos signos vitales" de covid-19 que la misma institución desarrolló junto a la facultad de Administración, Economía y Negocios.

Jujuy y Tierra del Fuego tampoco destacaron por su productividad: presentaron sólo 5 proyectos. Pero hay uno de la provincia más austral de la Argentina que llama la atención: se llama Actualización e implementación de dispositivos educativos basados en modelos de simulación de epidemias y es un desarrollo de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego. Lo interesante es que va más allá de esta pandemia y piensa que a futuro, la educación, que no es ajena a la vida cotidiana, tendrá que incorporar como marca lo que le está sucediendo al planeta. El famoso "El mundo no será el mismo".

El lapsus de Wado

No es la primera vez que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, se confunde el nombre de pila de Roberto Salvarezza y le dice "Lino". Lino Barañao fue el primer ministro de Ciencia de la Argentina, cargo que ocupó cuando Cristina Fernández de Kirchner pergeñó el ministerio. El tema es que cuando en el año 2015 ganó Macri, Barañao se quedó en su lugar y no presentó la renuncia.

Y quedarse implicó asistir y avalar el desmantelamiento que el Estado hizo en el área y la degradación y el maltrato que sufrieron durante cuatro años los científicos. Pero el lapsus de De Pedro no tiene que ver sólo con eso. El inconsciente lo engaña seguido, cuentan en su entorno, porque hay en juego otro componente. "Me jugó mal en lo personal", dicen que comenta el ministro.

 Y se refiere a un argumento que Barañao habría esgrimido sobre su continuidad en el cargo que no se ajusta a la realidad. El ex ministro habría hecho trascender que Barañao se quedó en el ministerio para "protegerlo" durante el macrismo de la intromisión de la agrupación La Cámpora.

Lo que en verdad ocurrió es muy otra cosa: en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner ambos estaban consensuando juntos una serie de proyectos con los que Barañao estaba de acuerdo y nunca levantó la voz para quejarse. Es por eso que De Pedro no olvida. "No hay otra venganza que el olvido, ni otro perdón", escribió Jorge Luis Borges. A la luz de la repetición del fallido, se ve que al ministro del Interior no le llegó esa etapa.