Por órdenes del fiscal penal 1 de Tartagal, Gonzalo Vega, la Policía de Salta desalojó y reprimió a un grupode personas que estaban ocupando un terreno ubicado sobre la calle Urquiza, entre San Lucas y pasaje Betania de esa ciudad. 

Autoridades indígenas manifestaron que la Policía extendió el operativo represivo a los barrios de las comunidades toba, chorote y guaraní usando gases lacrimógenos y efectuando disparos con balas de goma. Relataron que hubo golpes y disparos inclusive a mujeres embarazadas y a niños, niñas y adolescentes. Un joven toba se encuentra internado, le impactó un disparo en el ojo izquierdo. También resultó herido un periodista que cubría los hechos.

El predio ocupado es privado, perteneciente a Juan Muñoz y Georgina Muñoz, propietarios también de la estación de servicio cercana. Los empresarios realizaron una denuncia por usurpación. Entre 250 y 300 personas criollas e indígenas ocuparon el lugar el viernes pasado. 

La Fiscalía aseguró que la gente que se encontraba en el predio fue intimada "oportunamente a retirarse en forma pacífica del lugar". Sin embargo, esta versión se contradice con la de las personas de la toma que manifestaron no haber sido informadas del desalojo y que la Policía entró efectuando disparos. 

El periodista Julio Nogales fue herido por un efectivo de Infantería con balas de goma en la pierna mientras entrevistaba en vivo para la página de facebook de La Cruda NN a vecinos del barrio Nacional que denunciaban la represión

Nogales precisó que esto ocurrió sin que se le emitiera ninguna advertencia previa y que había niños de entre 8 y 9 años en ese momento. La Asociación de Periodistas y Trabajadores de Medios de Comunicación del departamento San Martín emitió un comunicado repudiando el proceder policial. El comunicador realizó la denuncia en la Comisaría 45, contó que en el hospital no lo atendieron cuando fue a pedir la constatación de las lesiones.

"Alrededor de las 5.30 se inició el desalojo e ingresó la Policía a reprimir, no hubo advertencia o período de tiempo para que la gente pueda salir por voluntad. Hubo disparos con balas de goma y corridas que se extendieron hasta los barrios colindantes. Varias personas fueron heridas, incluso vecinos que no tenían nada que ver con la toma del terreno", explicó Nogales a Salta/12.

El periodista informó que la toma comenzó el viernes pasado alrededor de las 16. Sostuvo que con anterioridad, vecinos y vecinas venían denunciando que el predio estaba abandonado, lleno de malezas, que habían sucedido robos e intentos de violación. 

También dijo que el crecimiento demográfico en Tartagal "es terrible" lo que habría desencadenado la toma del terreno privado. "En una casa viven dos o tres familias. En sectores carenciados, hay un hacinamiento grave. En un solo dormitorio duermen 5 o 6 personas. Hay muchos vecinos que viven de forma muy precaria con casitas de madera que no dan para más. Tienen habitaciones tapadas con plástico", detalló. 

Nogales repudió el "avance discriminatoro de la Policía para con los vecinos. No se justifica. Una cosa es el desalojo, y otra que hayan salido persiguiéndolos con disparos". Dijo que nunca había visto un operativo con tantos policías, detalló que intervino la Brigada de Infantería, la motorizada del 911, Caballería, efectivos de la Comisaría 45, de la 42 y de la Unidad  Regional 4.

"Entraron a las casas"

El cacique de la Misión Chorote, Nikasio Carrizo, explicó a Salta/12 que en la toma había miembros de su comunidad. "Vivimos en dos manzanas. Hace 35 años que nosotros vinimos a este lugar. Ha crecido la comunidad, sus habitantes, los hijos ya tienen familia y siguen viviendo con los padres. Los que iniciaron la toma fueron del barrio Nacional e integrantes de la Misión Cherenta (guaraníes), la gente nuestra se sumó ahí por la necesidad de tener su lugarcito para vivir", precisó. " A la madrugada fueron reprimidos. Hay muchos heridos en distintas partes del cuerpo, incluso mujeres y niños", añadió el cacique.

"Yo no estaba en el predio tomado pero cuando empezó a reprimir la Policía, la gente tenía que volver a sus casas. La Policía los siguió hasta adentro de la comunidad. Tiraron los balazos a gente que no tenía nada que ver. A mí me dispararon en el brazo cuando sali para ver que estaba pasando. Hablé con la Policía que estaba a media cuadra de mi casa, les dije que este es un espacio privado, que no podían reprimir dentro de la comunidad. Estaban tirando gases lacrimógenos. No me contestaron. A mi vecino le disparon en la pierna", relató el cacique. 

Carrizo dijo que los policías entraron a algunas casas, "a las 6 de la mañana, niños y ancianos estaban durmiendo".

Este jueves las autoridades e integrantes de las comunidades indígenas afectadas, Misión Chorote, Misión Cherenta, Comunidad Toba 1 y 2, se reunieron y elaboraron un acta, que ya tiene 500 firmas, y que fue enviada a representantes del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS) y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). 

"Nos reunimos, firmamos y vamos a hacer la denuncia", manifestó Carrizo. Están esperando que los abogados del IPPIS y del INAI, los asesoren sobre cómo seguir. 

"Nos indigna que los policías hayan entrado a las casas de las familias. Repudiamos la represión dentro de la comunidad. Nos sentimos muy mal, impotentes por cómo nos han tratado. Nos insultaban feo, peor a las mujeres. Nos trataban de indios y matacos sucios. Pegaban patadas, culetazos con las escopetas, y realizaron disparos", relató a Salta/12 la cacica de la Comunidad Los Tobas 2, Sandra Sosa. Allí los vecinos y las vecinas se manifestaron contra lo sucedido.

Sosa sostuvo que hay gente que sigue al costado del predio y que el dueño no quiso dialogar. También se quejó de la ausencia del intendente Mario Mimessi (UCR) para hacer frente a la problemática ocurrida en el municipio que gobierna. "Cuando necesitó votos se sentaba a tomar mates con los pueblos originarios, ahora que se lo necesita para ver qué puede hacer no apareció", planteó. 

También hay ausencia de diputados y senadores del departamento San Martín. Las autoridades comunales les solicitan que trabajen en un proyecto de expropiación para resolver la necesidad habitacional de los pueblos indígenas.

En la comunidad Los Tobas 2 "hay 8 heridos con balas de goma, no han querido ir al hospital, se están curando en la casa", indicó Sosa. También señaló que hay mujeres embarazadas lesionadas. Además, un joven de 20 años, trabajador rural que regresó el viernes desde Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires, y hacía la cuarentena en la casa familiar, resultó lesionado cuando salió a ver qué pasaba. Las corridas, los disparos y el uso de gases habrían despertado y alarmado al barrio.

La prima del joven lesionado, Florencia Yaque, explicó que él salió hasta la esquina cuando venían otros muchachos huyendo de la Policía. "Los policías tiraban tiros y ahí le disparon en el ojo, el abuelo lo metió adentro y ya estaba lastimado. Cinco efectivos de Infantería entraron a la casa, hicieron destrozos, lo querían llevar con el cuerpo policial. Llamé a la ambulancia. Yo les dije que necesitaba médicos. La ambulancia demoró como una hora porque los policías no la dejaban pasar", detalló. El joven se encuentra internado en el hospital, la prima dijo que tiene un buen pronóstico por parte del oculista que lo atiende.

"La motorizada hacía tiros al aire.  A un hombre que estaba frente a la casa viendo a los hijos le pegaron un tiro en la pierna", relató Yaque.