Tres grupos de acreedores privados presentaron durante el fin de semana sendas contrapropuestas a la oferta oficial de reestructuración de la deuda. Previamente había habido una contraoferta del fondo Blackrock, la cual fue descartada de plano por el ministro de Economía, Martín Guzmán, por insustentable. "Las tres se ubican en valores presente neto por encima de la oferta original del Gobierno, pero muy por debajo de la contrapropuesta que se hizo pública el 5 de mayo (de Blackrock)", señala un informe de la consultora PxQ, que comanda el viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis.

El diagnóstico no es menor ya que podría acercar posiciones respecto de la postura intransigente y beligerante que venían mostrado los grandes fondos. "La buena noticia es que el valore presente que cierra el conflicto parece estar más cerca de lo propuesto por el Gobierno que de la oferta inicial de los acreedores", agrega el ingorme de PxQ. El problema es que, según el diagnóstico del ex funcionario, es poco probable que se alcance un acuerdo antes del 22 de mayo, momento en que vence el periodo de gracia para el pago de intereses de una serie de bonos incluidos en el canje.

Pasada esa fecha la economía ingresa en un default técnico, que cristaliza la cesación de pagos virtual que dejó el macrismo. En ese caso la negociación podría endurecerse y el país y bonistas comenzarán a sufrir las consecuencias de ingresar en default. "Por eso resulta fundamental llegar a esta fecha con una señal clara de que la negociación está encaminada", recomienda Alvarez Agis en un informe.

Esta semana será clave para determinar cuál será el escenario que primará en la negociación: el actual de apertura al diálogo y buena fe que ofrece el gobierno o endurecido por una situación declarada de default. Si bien ninguna de las partes saldrán beneficiadas, estadísticamente las reestructuraciones que se realizaron en escenarios de default obtienen un mayor nivel de quita pero el tiempo requerido para la resolución del conflicto se cuadruplica. Los grupos de inversión saben esta situación y acercaron una contrapropuesta más acorde, pese a que desde Economía insisten que algunos puntos son inaplicables.

El “Ad-Hoc Bondholder Group”, compuesto por Ashmore, Blackrock y Fidelity (entre otros), presentó una contrapropuesta con una estructura similar a la del Gobierno, con el agregado de un título que vende en 2027 y reclama intereses acumulados y no pagados a la fecha del canje. Esto implica un pago de 1730 millones de dólares el día del canje. El período de gracia sería solo para este año y el cupón promedio de los intereses se ubicaría en 4,4 por ciento anual. El valor presente de los títulos nuevos se ubica entre 58 a 67 centavos por dólar.

La propuesta del grupo “BG” compuesto por el Comité de Acreedores de Argentina, Fintech y Gramercy cambia la estructura original de bonos que había sido presentada por el Gobierno. Tendría solo este año de gracia para empezar a pagar en 2021 y el cupón promedio de la propuesta es 5,03 por ciento. No incluye capitalización y se reclama el pago de los intereses devengados y no pagados en la fecha del canje. Esto arroja un valor presentede 58 centavos por dólar, todavía lejos del 38-40 centavos que ofrece el Gobierno.

El “Exchange Bondholder Group” compuesto por Monarch, BH y Cyrus (entre otros), planteó un esquema propuesto de dos bonos en dólares y euros con vencimiento de 2033 y 2040, que comenzarían a pagar intereses en 2021 y la tasa del cupón aumentaría progresivamente de 1,25 hasta 5,875 por ciento anual. El valor presente a la propuesta va de 54 a 68 centavos por dólar.

Sin embargo cuando se analiza el ahorro entre 2021-2027 en comparación con el flujo de pagos original de la deuda bajo ley extranjera, se observa que la propuesta del grupo Ad-hoc representa un ahorro de casi 25.000 millones de dólares y la de BG+Exchange Bondholder Group, de casi 30.000 millones. Si se extiende el esquema hay que considerar que comenzarían los flujos de pagos a los organismos internacionales, más precisamente la renovación del acuerdo con el Fondo Monetario.