“El Grupo acoge con satisfacción la expresión de Argentina de un intento de trabajar con los acreedores, pero las acciones hablan más que las palabras”, señala un comunicado del Ad Hoc Bondholder Group, una agrupación que detenta unos 16.700 millones de dólares de la deuda argentina, integrado, entre otros, por BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo. En una mixtura de buena disposición, pero sin perder la postura provocadora que este sector le imprimió desde el principio a la negociación, este club de acreedores acompaña el pedido de continuar las conversaciones, lo que permite que el país evite un default más duro, ya que se descarta que estos bonistas rompan la negociación para ir a la Justicia. 

Por su parte el Comité de Acreedores de Argentina objetó la decisión del Gobierno de no cumplir este viernes con el pago de sus bonos internacionales, que tenían vencimientos por 503 millones de dólares. Estos tenedores había solicitado que se realizara el pago como señal de buena voluntad, pero en Economía consideran que al ser parte de la deuda elegible para canjear son parte del proceso de reestructuración y mientras se mantenga la discusión no se pagarán esos vencimientos. El Comité de bonistas aceptó seguir negociando.

"El Comité ha seguido desempeñando un rol constructivo para facilitar una reestructuración consensuada de la deuda argentina, y ha hecho propuestas y análisis alineadas con las propuestas de los otros grupos de bonistas, que proporcionarían un alivio sustancial a las obligaciones dentro de los limites proyectados de sostenibilidad de la deuda", aseguraron en el comunicado.