Uno de los hitos de la lucha de los/as trabajadores/as del país cumple el viernes 51 años: el Cordobazo. La efeméride puede servir para un imprescindible ejercicio de la memoria y también para dotar a la fecha de un contenido transformador, de acción concreta. Un grupo interdisciplinario, formado por docentes de diferentes universidades nacionales e investigadores/as del CONICET; músicos/as, cineastas, realizadoras/es audiovisuales, dibujantes, diseñadores/as web y dirigentes sindicales, presentará el viernes “Historia Obrera”, a través de una transmisión por Facebook e Instagram.

El sitio www.historiaobrera.com.ar, que estará online desde las 19, ofrecerá un contenido multimedial:

* “Apuntes radiales”, más de 50 podcasts emitidos por la radio de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y retransmitidos por FM De la Azotea, con la participación de investigadores y docentes de universidades nacionales y del exterior: Atilio Borón, Daniel James, Hernán Camarero, Nicolás Iñigo Carrera, Omar Acha y Diego Ceruso, entre otros.

* “La Argentina Peronista”, una colección de la Editorial de la UNMdP (Eudem), que aborda temáticas vinculadas con los primeros gobiernos justicialistas.

* Retazos de historia obrera, un disco producido por el cantante Roberto Palo Pandolfo y grabado con la banda Aukapuma, que formó junto con Federico Hoffmann, Franco Luciani, Juan Cruz Copes y Fernando Mezzapesa. Los seis temas inéditos recorren los comienzos del movimiento de trabajadores en el país hasta mediados del siglo pasado.

* 1922, una película dirigida por Martín Mauregui y protagonizada por Juan Barberini y Germán de Silva, que cuenta la historia de dos obreros anarquistas que huyen de las matanzas rurales en la Patagonia durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Estos contenidos serán ampliados en el futuro con diversas propuestas impulsadas por el equipo de “Memoria Obrera”, a cargo de Gustavo Contreras –también director de la colección “La Argentina Peronista”– y compuesto por Andrea Andújar (IIEGE/UBA–CONICET), Laura Caruso (IDAES/UNSAM–CONICET), Pablo Ghigliani (UNLP–CONICET), Juan Ladeuix (UNMdP), Agustín Nieto (UNMdP–CONICET) y Gonzalo Pérez Álvarez (UNPSJB–CONICET). También se sumó el abogado laboralista Fernando Forio.

La iniciativa cuenta, además, con el apoyo del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, la Asociación del Personal de la UNMdP y la Asociación Gremial de Trabajadores/as del Subterráneo y el Premetro (AGTSyP).

“El lanzamiento de ‘Historia obrera’ significa el resultado de un largo proceso, de una construcción que lleva más de siete años, y que nace de mi pasión por la divulgación histórica y por hacer un libro particular, ‘un artefacto cultural multimedia’, Retazos de historia obrera, que es una obra que se propone múltiples formatos”, explica Contreras, director de la nueva página.

El entusiasmo desbordó a historiadores, artistas y dirigentes sindicales que de inmediato apoyaron la iniciativa. Ante ese panorama, Federico Ávalos, también docente de Historia, le propuso a Contreras complementar el proyecto colectivo con un sitio web, diseñado por Luis Kalinsky.

“Espero que el sitio pueda ser un aporte a la clase trabajadora y a los intelectuales, a aquellos que tenemos una sensibilidad favorable a las causas del movimiento obrero”, sintetiza Contreras, que estima que el “artefacto cultural multimedia” pueda estar listo para agosto próximo, a la espera del fin de la cuarentena.

Con y sin academia

En declaraciones al Suplemento Universidad, los investigadores Andújar y Ghigliani destacan el lanzamiento de “Memoria Obrera” y su contribución a difundir análisis diversos sobre la temática, desde una concepción multiplataforma.

Andújar subraya la “potencialidad” del proyecto para “restituir a la clase trabajadora a su propia historia, a partir de su propia agencia”, y “la posibilidad concreta de democratizar el conocimiento histórico sacándolo de los pasillos de las aulas universitarias o de los debates de los congresos de ‘especialistas’ para hacerlo mucho más público”.

Según la docente de la UBA, esas características “amplían las posibilidades de debatir el tipo de conocimiento que producimos, el para qué de ese conocimiento, el cómo lo hacemos y sus contrastes, pues habilita a que aquello que interpretamos y escribimos deba pasar otras pruebas, otros chequeos, otros miradas críticas: las que provienen de los propios sujetos que se vuelven el centro de nuestros estudios”.

“Un sitio como ‘Historia Obrera’ devuelve al conocimiento su poder emancipatorio al ponerlo a disposición de quienes son explotadxs, oprimidxs y sojuzgadxs por este sistema cuya desigualdad se recrea de formas cada vez más violentas”, enfatiza.

Por su parte, Ghigliani resalta el espíritu plasmado en el nuevo sitio web, porque “salvo honrosas excepciones, la producción académica ha tenido siempre una circulación sumamente restringida. Entre otras cosas, por una razón muy sencilla, porque está concebida por y para especialistas. Su lenguaje, su estilo, sus problemas, su estructura erudita, etc., suelen restarle atractivo para los lectores ajenos a la tribu académica. Si a ello le agregamos las lógicas contemporáneas de circulación de información a través de las redes sociales y los hábitos de lectura que la acompañan, esta distancia corre el riesgo de transformarse en un abismo”.

“Creo que ninguno de los que participamos en ‘Historia Obrera’ la pensamos como un simple ejercicio de traducción para el gran público: contar fácil lo que contamos difícil en las universidades. Se trata más bien de la búsqueda colectiva de otros formatos, otras escrituras, otros soportes, otros problemas, otras lógicas de producción de conocimiento sobre el pasado y el presente de la clase obrera de la cual formamos parte”, explica.

Para el investigador de la UNLP, la producción de conocimiento histórico es “un proceso colectivo y contradictorio, nunca independiente del contexto social, de los proyectos políticos en pugna y de las ideologías en disputa. ‘Historia Obrera’ pretende participar de este proceso de manera activa y consciente”.

La zona de un visitante

El nacimiento del disco Retazos de historia obrera se remonta a conversaciones sobre “la vida, la política y el arte” en la ciudad balnearia de Chapadmalal, en las que el abuelo y el padre de Contreras deslumbraban al joven historiador y a Palo Pandolfo. “Teníamos millones de charlas hasta las 7, 8 de la mañana en la costa. Fue muy loco sacar las canciones de los esbozos que Gustavo tenía en la cabeza”, recuerda el cantante a este suplemento.

Con el tiempo, nacieron las letras: “Los orígenes (Surge la clase obrera)”, “La reacción (Obra y muerte de Ramón Falcón)”, “De encuentros y desencuentros (Las centrales sindicales en Argentina)” y “La unidad (La unidad obrera en la acción)”. Retazos… se completa con “A la plaza (Sobre los orígenes del peronismo)”, con letra y música de Federico Hoffmann, y “La vida (Biografía de un laburante)”, de Palo Pandolfo.

Este último tema es una semblanza del padre del artista, un obrero socialista: “En esos años, yo quería escribir canciones con fundamento. Me decidí a hacer canciones desde la melodía pura y dura, sin armonía, sin guitarra ni teclados. Componer melodías sin letra ni armonía, solo melodía. Grabar melodías que vienen del más allá. ‘Necesito letra’, me dije y decidí que iba a partir de una fórmula dada, no de un tanteo surrealista o de generar la idea escribiendo, sino algo más racional. Trataba de atrapar los temas para la letra en la primera mañana, al momento de despertar. Creo que ahí hay una verdad, las emociones de los sueños, y el subconsciente lo tenés más fresco. Y se me ocurrió hablar de mi viejo. Esta letra es una de las interpretaciones de las muchas que puedo tener sobre él. Ahora la escucho y es un poco dura, hay dureza, pero también aprende a amar, trata de ser conciliatoria”.

“Natural”, insólito”, “interesante”, “místico” son algunos de los adjetivos que encuentra el exlíder de Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes para calificar el proyecto de “Historia Obrera”. La dimensión política de la obra y el compromiso puesto por los sindicatos son elogiados por el músico, porque es necesario “que haya una bajada a los trabajadores, que puedan gozar, disfrutar de este tratado de historia multimedial”.

Y si tuviera que agregar canciones al disco, asegura que serían “infinitas” para abarcar desde mediados del siglo pasado hasta el presente, pero no deberían faltar temas sobre “la gesta del ‘81”, con la militancia juvenil y las luchas sindicales que desembocaron en las marchas contra la última dictadura del año siguiente. “La vuelta a la democracia merece una canción”, agrega; para evocar los años del neoliberalismo del gobierno de Carlos Menem “habría que hacer algo dark”; e incluye “la revolución del 19 y 20 de diciembre de 2001”. “Hubiera estado bueno que la escribiera Juan Gelman”, desliza.

Dos modelos ácratas

1922 es un “una película inconclusa” del director Martín Mauregui. “Me gusta imaginar un rodaje que nunca llegue a su fin, un rodaje eterno. Pero el dinero hace que la imaginación se choque contra la pared”, confiesa.

El fragmento que podrá apreciarse en “Historia Obrera” es de media hora, “representa menos del 20 por ciento del guión”, y se filmó entre fines de 2015 y principios del año siguiente. Narra la historia de dos obreros anarquistas que escapan de la masacre que fue investigada por el escritor Osvaldo Bayer en Los vengadores de la Patagonia trágica y llevada al cine como La Patagonia rebelde.

Mauregui, guionista de Elefante blanco, Caracho y Leonera, cuenta a este suplemento: “Quería hacer una película de aventuras, protagonizada por anarquistas de principio del siglo pasado. Quería, también, hablar de esa época, en la cual todas las utopías, todas las revoluciones aún parecían posibles, y palabras como feminismo, comunismo o fascismo eran nuevas. Quería, de algún modo, conjugar mi gusto infantil por las películas de Indiana Jones con mis ideas políticas de juventud”.

Para elaborar el guión –que en 2015 fue seleccionado para participar de La Fabrique des Cinémas du Monde del Festival de Cannes–, el director se nutrió del archivo de biblioteca de la Federación Libertaria Argentina (FLA), en donde encontró un texto que lo cautivó: “Trabajos que un anarquista jamás deberá hacer”. De esas indagaciones surgieron los protagonistas del film: un joven anarco individualista y un viejo anarco colectivista.

Los deseos

El equipo de “Historia Obrera” tiene previsto incorporar otras producciones. Andújar se dedica a la historia social del trabajo con perspectiva de género en Argentina y, junto con su colega Laura Caruso, se encargará de la sección “Mitin de Historia Obrera”, “un blog con estudios que, en un lenguaje accesible, cuente las historias de una clase obrera bien heterogénea, llena de mujeres trabajadoras, de niños y niñas, de personas con sexualidades divergentes, de jóvenes y viejos, de negros, indígenas, mulatos, zambos, en fin, llena de personas de carne y hueso que han trabajado para sobrevivir en muchas cosas, haciendo tareas o desempeñándose en oficios que no siempre fueron considerados trabajo -ni siquiera en la actualidad, a veces-”.

Ghigliani, por su parte, coordinará con Agustín Nieto una sección dedicada al análisis de la conflictividad laboral y social en el país y la región, cuyos ejes serán “las mediciones del fenómeno y los procesos actuales de lucha y organización, aunque sin renunciar ni a la historia ni a la teoría”.

“Compromiso”, “sensibilidad”, “ayuda mutua”, “solidaridad” y “esfuerzo compartido” sobresalen en el discurso de Contreras, el director del sitio web, en el momento de reflexionar sobre el objetivo de la labor desplegada y por desplegar: “Quiero que ‘Historia Obrera’ genere interés en los investigadores, en los sindicatos, en los artistas, para construir contenidos y proyectos colectivos donde tengamos como horizonte defender y promover las causas de los trabajadores y las trabajadores”. En definitiva, la articulación y la confluencia de distintos sectores apunta a un norte: “la unidad con diversidad”.

La vida

(Biografía de un laburante)

Letra y música: Palo Pandolfo

Óigame, mi amigo, le quiero contar

la historia de la vida misteriosa

del Viejo Gaspar.

Llevaba sus heridas y sus

armas escondidas

cansado de la vida circulando

en el mismo lugar.

En su espalda cargó a su mamá,

a su hermana y el piano

de la comunión.

A los 12 empezó a trabajar

en el año 30 Buenos Aires suciedad.

Hijo de inmigrantes de una sociedad

que en esa época venía a América

con ganas de cambiar.

En el socialismo encontró un hogar

que lo contenía y le daba tela pa‘ cortar

En su espalda cargó a su familia

fue dejando atrás sus

decisiones personales.

Guardó los fierros y se puso a pescar.

Lentamente fue cerrando todos sus canales.

Donde los deseos

nunca están,

recién en la muerte

lo comprenderá.

Óigame, mi amigo, le quiero contar

la historia de este hombre misterioso,

el Viejo Gaspar.

Obrero curtido en el turno rotativo,

chapado a la antigua,

bien tanguero, escuchando jazz.

Óigame, mi amigo, este reflexionar

la vida de este viejo personaje

que he aprendido a amar.

Pues toda su vida fue una tarea cumplida.

Su pasión y ambiciones

fueron luz para sacrificar.

Y sobre su espalda cargó de más,

y al agonizar pidió a mamá

por “tu Jesús”

Donde los deseos

nunca están

recién en la muerte

lo comprenderás.