Los juegos con el tiempo y con diferentes voces es una de las tantas destrezas narrativas de Gioconda Belli, poeta y escritora nicaragüense, autora de novelas clásicas latinoamericanas --y feministas-- como La mujer habitada (allí también hay un diálogo entre mujeres de distintas épocas que jamás habrían podido conocerse), El País de las Mujeres y sus memorias como integrante de la revolución sandinista, El país bajo mi piel.

En El Pergamino de la Seducción, Gioconda Belli reivindica a una mujer injustamente maltratada por su época, y también por la historia, al punto que todavía se la conoce como Juana La Loca. Lo hace a través de un relato en dos tiempos, el contemporáneo de una joven estudiante seducida por el relato añejo, y la inmersión en la época y las intrigas palaciegas que le permiten darle voz y una verdadera dimensión al personaje histórico. 

Hay un ida y vuelta entre la princesa Juana, hija de Isabel y Fernando, los reyes Católicos y las tardes de seducción y relatos escuchados por Lucía, la protagonista actual. En esos vaivenes se mecen el amor, la rebeldía, la ambición política, la Europa monárquica, el destino trazado para las mujeres antes y ahora. 

La novela reconstruye una voz perdida, la de Juana: "Yo había dado a luz a Carlos I de España y V de Alemania, el rey en cuyos reinos nunca se pondría el sol, el más poderoso monarca de Europa. Mi hijo, el que jamás me tuvo misericordia", se lee en la página 113. Más adelante (página 195), "¡Qué destino el mío, de tener que someterme a voluntades empecinadas en domarme como a una fiera salvaje!". Y una cita más: "El destino quizás hubiese dispuesto otra vida para mí si yo hubiese olvidado el agravio de su infidelidad, igual que mi madre olvidó las veleidades de mi padre. Pero ya dije que no habría querido ser reina, y en ese entonces estimaba la libertad que me daba no serlo" (página 213). Juana se alza como la de una mujer decidida, dispuesta a pelear por aquello que estaba vedado entonces a la mayoría de ellas, y las que específicamente no le correspondían como miembro de la realeza: el amor, la decisión, la traición a un linaje para seguir un camino propio.

Todo eso se cuela en la voz de la narradora actual, Lucía, quien --a la pregunta ¿qué habrías hecho tú?-- responde: "Admiro a Juana que, sin tener mayores alternativas, optó por rebelarse, por enfrentar su situación y no quedarse callada. No era lo que acostumbraban hacer las mujeres de entonces, por eso la aplaudo". 

Declarada loca y encerrada hasta su muerte, en 1555, Juana pagó un precio duradero por esa osadía. Gioconda Belli escribe esta hermosa novela para reconstruir la historia en una clave amorosa y feminista que impida el eterno confinamiento en el estigma. "No he tenido una existencia plácida. Vine al mundo con demasiados ímpetus, con el pecho demasiado ancho. Mi ansia de aire y de espacio confundió a quienes viven en corrales pensando en engordar las carnes o las bolsas", pone en boca de una mujer que ahora también se puede ver y escuchar de otra manera. 

El pergamino de la seducción, de Gioconda Belli, Editorial Booket, 2013.