El presidente Alberto Fernández ratificó que los esfuerzos del gobierno nacional se centrarán en los barrios más pobres para contrarrestar los efectos de la pandemia de coronavirus y sostuvo que tanto él como sus funcionarios “somos un habitante más de Villa Azul”, el barrio que linda entre Quilmes y Avelllaneda que desde esta semana se encuentra aislado por un brote de Covid-19, con más de cientos de casos positivos.

“Somos un habitante más de Villa Azul, del Barrio Padre Mugica, de la 11-14 y de cada barrio popular de la argentina, porque allí es donde hay una necesidad y un derecho que reponer”, subrayó el mandatario en ese distrito, al que denominó como “un lugar que está sufriendo” por los efectos de la pandemia.

Junto a miembros de su gabinete y las máximas autoridades provinciales, Alberto Fernández instó a “dejar de hacernos los distraídos” y concentrar las políticas de gobierno en los sectores más pobres. “Ha llegado la hora de ocuparnos de esa gente que son nuestros compatriotas, compañeros y argentinos” a los que “el sentido de la meritocracia dejó de lado”.

“Les hicieron crecer que no tenían méritos, pero lo que no tenían fueron oportunidades”, cuestionó el jefe de Estado en alusión al discurso promovido por el gobierno de Mauricio Macri que refería a los esfuerzos particulares y sin ayuda del Estado como única vía hacia el bienestar.

Para demostrar que esto no es así, “vamos a dar oportunidades a cada uno y van a ver qué distinto va a ser el país cuando todo sea más justo”, expresó el mandatario.

En este sentido, destacó que a pesar del “dolor” que provoca la pandemia de Covid-19, en la actualidad hay “una gran oportunidad para poner las cosas en su lugar”. Sostuvo que para ello es necesario es revertir “la injusticia que hay” en la sociedad y definió que la clave está en comprender que “justicia es tener acceso a la educación, la salud y el agua”.

“No podemos hacernos los desentendidos” con esas cuestiones, puntualizó durante el acto de inauguración de una tunelera bautizada con el nombre de “Eva” que será utilizada para obras de la empresa estatal. Desde allí, el jefe de Estado pidió convocó a la sociedad a “no bajar los brazos porque no es hora de rendirse, sino de enfrentar el futuro y con responsabilidad”.

Fernández estuvo acompañado por el gobernador Axel Kicillof, quien calificó de “inadmisible y escandaloso” el hecho de que “haya argentinos que no tengan un agua” y se comprometió a “mejorar las condiciones de vida” de los barrios que necesitan ese servicio.

También estuvieron la titular de Aysa, Malena Galmarini, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el diputado Máximo Kirchner y la indententa Mayra Mendoza, además de funcionarios nacionales e intendentes. El presidente calificó a todos ellos como “los dirigentes que hoy se hacen cargo de los problemas de los argentinos del presente van a ser los dirigentes del mañana”.

“Es una nueva generación de dirigentes que llegan a los cargos públicos pensando en una argentina distinta sin las injusticias del presente, y eso me da una enorme tranquilidad”, ponderó.