La tensión diplomática entre Luis Almagro y Venezuela se profundizó ayer durante el encuentro que el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) mantuvo con familiares de presos. La rueda de prensa del secretario general con Lilian Tintori, Patricia de Ceballos y Oriana Goicoechea fue interrumpida por la representante venezolana ante el organismo regional, Carmen Luisa Velásquez, quien acusó a Almagro de hacer un uso proselitista de la OEA. “Venezuela deplora nuevamente las acciones del señor Luis Almagro”, manifestó Velázquez. El secretario general se defendió de las críticas por el informe en el que la semana pasada pidió suspender a Caracas en la organización si no convoca elecciones en un mes. “No hay nada personal en esto. Mi trabajo es puramente institucional, basado en la Carta Democrática”, manifestó el uruguayo. 

Además de señalar que Almagro pretende mostrar que cuenta con un aval institucional de los organismos de la OEA que no posee, la funcionaria Velásquez anunció que pedirá al Consejo Permanente consultas con los otros 33 Estados miembros para analizar la conducta del secretario de la OEA. “Vengo a protestar enérgicamente por esta rueda de prensa, esto es violatorio de las normas de la OEA, esto no se puede hacer, estas son personas de un partido político (por Voluntad Popular) que se ha negado a sentarse al diálogo en Venezuela”, dijo la diplomática venezolana, que se plantó delante de los disertantes.

En la nota de protesta enviada a la presidencia del Consejo, Caracas denuncia que Almagro dio con la convocatoria de ayer “una muestra más del duro golpe a la institucionalidad de la OEA”. Venezuela alega que la normativa interna de la OEA señala que “los programas y funciones en los edificios de la organización no serán políticos, ni tendrán un carácter o fin análogo”. A juicio de la delegación diplomática, Almagro viola el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.

Fue el secretario general de la OEA quien convocó a los periodistas a una conferencia de prensa con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, el líder del partido Voluntad Popular encarcelado desde 2014, y otras dos familiares de presos en el país sudamericano. 

Tras la interrupción de Velásquez, Almagro dijo que “de una dictadura se sale por elecciones” y que por eso exige al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que convoque a la mayor brevedad a elecciones generales, libres y con observación internacional –las elecciones están previstas en el calendario electoral para el 2018–.

El encuentro del funcionario uruguayo con los familiares es su primera aparición pública después de pedir el martes pasado la suspensión de Venezuela de la organización si no celebra elecciones generales en 30 días, medida de sanción para la que necesita el apoyo de dos tercios (24) de los 34 Estados miembros del organismo que encabeza. La suspensión es un proceso diplomático complejo que requiere el apoyo de dos tercios de los 34 países miembros. La medida es la sanción más alta que la OEA puede hacer a un Gobierno y solo se ha efectuado una vez desde la creación de la Carta: tras el golpe de Estado en Honduras de 2009. 

Consultado sobre si sería un fracaso que los Estados miembro no secundaran su propuesta, Almagro dijo: “El único fracaso sería el haberme callado la boca ante las tremendas violaciones a la institucionalidad democrática, los derechos humanos, civiles y políticos en Venezuela”. Almagro dijo que su papel ha sido el poner sobre la mesa información basada en hechos para empujar una agenda a la hora de recuperar la democracia en el país.

Además, dijo que los países no tienen por qué adelantar su posición sobre el tema, que pueden manejarlo de acuerdo a sus tiempos y sus debates democráticos internos y que respetará sus decisiones. 

Consultado si habría hablado sobre el tema con representantes del gobierno de Estados Unidos, Almagro respondió irónicamente: “A pesar de que soy un agente de la CIA no he tenido muchos contactos”, en alusión a la acusación de ser un agente de la inteligencia estadounidense que le ha hecho repetidamente el gobierno venezolano. Durante el fin de semana, Maduro declaró que “la revolución bolivariana seguirá con o sin la OEA”.