A Liliana Baños

Mirar el proceso del dibujo infantil es encontrar que cada paso de su expresión gráfica va dando cuenta de sus progresos en el campo del conocimiento. Van construyendo formas a las que le dan nombre comenzando por el propio saber del crecimiento de su físico.

De figuras vagamente circulares, a veces amorfas, van luego perfilando una cabeza, luego brazos, piernas, dedos, pupo, en la mostración del propio cuerpo. Otorgan entidad a los seres y nombran la mamá, los hermanos, el papá, los amigos en su inmersión en los lazos parentales y sociales. Les dan tamaños que comparativamente otorgan jerarquía de necesidad y amor. Es notable la relación de las imágenes del Antiguo Egipto que empleó en sus pinturas ese sistema denominado “jerárquico”: faraones enormes y esclavos pequeñitos. Pero los niños no miran a la mamá para dibujarla, no miran sus hermanos para representarlos. Su ley de imagen es el conocimiento. Un alto saber, cargado de afecto y razones, mostración de pensamientos y emociones.

Es un camino fascinante donde palabra e imagen van tejiendo lazos y activando acciones. Más adelante alguien, madre,amigo, maestra, sugiere que tal o cual parte de su dibujo…”no se vé”...Zas!

Cuando el infante hace su ranchito con la parte de adelante o fachada, la puerta, la parte de atrás con su puerta y la chimenea le dicen: Pero esa parte no se ve, corrige una línea, saca la pared del fondo. Entonces niño es recibido en el mundo occidental y figurativo. En él, reina el sentido común de que lo pintado es lo que se ve o se puede imaginar como “real”.

A veces se escucha “Qué bueno, parece una fotografía”, valoración extrema ligada a la reproducción de lo visto. Occidente ha bregado a través de su historia para obtener la ilusión de la tridimensión en un plano.Se ha obtenido de varias maneras, entre las que se cuentan: marcar con trazos más gruesos las formas en primer plano de aquellas más alejadas; dibujar meticulosamente el personaje principal y el resto en forma indeterminada (se supone que el ojo, al mirar un caballo en un prado, no se interesa por las briznas de pasto, las flores y las mariposas), y otro recurso es iluminar el primer plano y así, el fondo va oscureciéndose.

Entre 1926 y1928 René Magritte concibió una muestra que llevó el nombre de La traición de las imágenes, donde presentó la obra Esto no es una pipa.

Su objetivo era ambicioso: pretendía cambiar la percepción precondicionada de la realidad cuestionando la relación entre un objeto pintado y uno real. A su vez, el título ayuda a pensar en duplicaciones, ausencias, y representaciones dentro de representaciones. En sus cartas, sostiene que desea provocar una breve emoción que de origen a discusiones sobre la solidez de los preconceptos sobre los que construimos nuestra existencia cotidiana. La exclamación de “pero si es una pipa” que aún se escucha frente a esta pequeña pintura cumple con el deseo de Magritte de estimular, instigar a una polémica sobre qué es la pintura.

Michel Foucault, en 1981, escribió un ensayo con el nombre de la obra de Magritte donde la propone como un quiebre importante aún dentro de las vanguardias históricas porque propone que una pintura puede ser para pensar, discutir, movilizar aquellas dos artes que acuden al texto y la imagen. Es decir, abre el panorama del siglo veinte en adelante para seguir repensando estos movimientos conflictivos que ya son nuestra historia contemporánea.

La obra provoca malestar , sigue Foucault, porque pone en crisis la equivalencia entre el hecho de semejanza y la afirmación de un ligamen representativo. También sostiene que toma de rehén a las antiguas oposiciones de nuestra civilización alfabética: mostrar y nombrar, figurar y decir, reproducir y articular, imitar y significar, imitar y leer.

Hay un edificio en calle Urquiza y Sargento Cabral que tiene dos inscripciones: en la esquina "Pinasco”y sobre la cortada“casa fundada en 1850”, que han dado pie que algún escritor y hasta un funcionario de la Municipalidad sostengan que “la edificación fundada en el año 1850, o sea que tiene una antigüedad aproximada de 169 años…” ( sic)…..cosa que no es verdad. La firma Pinasco fue fundada en 1850 y el edificio es de 1906-8.

En 1850, Rosario…sin ferrocarril, sin puerto….. En fin, cuidado con creer en lo escrito.

 

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